Desempleo de migrantes en EU
Luis Muñoz martes 9, Ago 2011Segunda vuelta
Luis Muñoz
Con anterioridad habíamos señalado de la baja en el envío de dinero de connacionales que viven y trabajan en los Estados Unidos, pero que las remesas, una de las principales fuentes de captación de ingresos de México se hayan convertido en un “dolor de cabeza” para los responsables del BBVA, es de tomarse en cuenta.
Según el Servicio de Estudios sobre Migración, en mayo (mes de mayor actividad por coincidir con el Día de las Madres) los envíos de dinero por parte de los mexicanos residentes en los Estados Unidos a sus familias de origen, apenas tuvo un ligero crecimiento.
Así las cosas, el número de hogares que recibe remesas en nuestro país cayó 27% entre 2006 y 2010, principalmente por los efectos de la crisis económica mundial, aunque la cifra podría aumentar “ligeramente” este año.
Como resultado de la crisis económica mundial de 2007 las remesas hacia México disminuyeron en dólares un 18.3% entre ese año y 2010.
Además, el número de hogares receptores de remesas bajó de 1.86 millones a 1.36 millones entre 2006 y 2010, según datos de la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares en México (ENIGH), dados a conocer recientemente.
De acuerdo dicho estudio, la mayor caída se presentó en los hogares rurales, particularmente en los ubicados en localidades con alto y muy alto grado de marginación, con un retroceso del 46.9% y del 54.2%, respectivamente.
Las remesas son la segunda fuente de divisas en México, después del petróleo, y constituyen un importante ingreso para millones de personas.
La mayor parte de las remesas son enviadas por inmigrantes que viven en Estados Unidos, donde se calcula que habitan 12 millones de mexicanos, la mitad de ellos indocumentados, sin contar a sus descendientes nacidos en territorio estadounidense.
De acuerdo con el análisis del BBVA, tanto el número de operaciones para el envío de remesas como el monto promedio cayeron 10.8% y 8.4%, respectivamente, entre 2007 y 2010.
Esto indica, de nuevo, “que no sólo hubo una disminución en los montos que los hogares reciben por remesas, también menos hogares están recibiendo estos ingresos”.
Factores como la crisis económica reciente llevó a los migrantes radicados en Estados unidos a padecer las tasas de desempleo más altas que se hayan registrado (alrededor de 13%), los mayores niveles de pobreza de la última década (poco más de 27%), un menor número de horas trabajadas, y menores salarios.
No obstante el difícil momento que se vive, la institución contempla una recuperación, aunque moderada.
Reconoce el efecto desincentivador para las remesas y la incertidumbre de los emigrantes mexicanos por las leyes antiinmigrantes en algunos Estados, precisamente los más cercanos a México, como Arizona, Florida, Indiana, Georgia, Oklahoma, Tennesse, Utah, y Texas.
El Servicio de Estudios sobre Migración, que depende del BBVA Bancomer, subraya que “históricamente la inmigración en los Estados Unidos se reduce tras las recesiones económicas”.
Las disminuciones en la emigración se han presentado precedidas de recesiones económicas en Estados Unidos, “como sucedió tras las crisis de 1873, 1882, 1914, 1923, 1929, 1991, 2001, y recientemente en 2007”.
Pero otro informe, éste de la Universidad de Princeton y del Centro Pew de Investigación Social, asegura que el interés por emigrar hacia Estados Unidos cayó al nivel más bajo, registrado en 1950. Y lo explica por factores como el mayor desarrollo económico de México, las mejores oportunidades educativas en el país, el creciente fenómeno criminal en la frontera o la conformación de familias de menor tamaño.
Para el experto del Servicio de Estudios sobre la Migración del BBVA Bancomer, Juan Luis Ordaz, la variable clave para la migración mexicana hacia los Estados Unidos es el empleo en ese país, por encima de la falta de oportunidades en México y por encima de los diferenciales salariales entre ambas naciones. “Cuando el empleo en Estados Unidos aumenta, la migración mexicana también lo hace, y lo contrario ocurre cuando el empleo disminuye”.
AFECTACION A MEXICO
Mientras que para el FMI “un fuerte aumento de la aversión al riesgo podría afectar a México, para el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, no es un “catarrito” lo que sucede en Estados Unidos con el tema de la deuda, y que contrariamente se trata de algo “bastante serio” que impactará de manera negativa la tasa de crecimiento de nuestro país.
Hace bien el titular de Hacienda al no ocultar o minimizar la realidad cuando dice que además esto provocará un ambiente de gran volatilidad no sólo en los mercados cambiarios sino en los de capitales, y que en México esto no será la excepción.
EBRARD Y SUS DIAS FELICES
Su Informe en septiembre y su boda en octubre, quizá sea lo único que disfrute Marcelo Ebrard antes de toparse con su realidad y comprobar que sus aspiraciones a la Presidencia se diluirán porque el PAN difícilmente aceptará una alianza con él. Y él solo, ni hablar…