El INE hace recordar frase para condenar propaganda oficial: “¡cállate chachalaca!”
Miguel Ángel Rivera lunes 29, Abr 2024Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Debido a las múltiples peticiones hechas (y desatendidas) al presidente Andrés Manuel López Obrador para que se abstuviera de usar expresiones electorales y de hacer propaganda electoral, a final de cuentas, el Instituto Nacional Electoral (INE), si bien se negó a ordenar la cancelación de las conferencias mañaneras desde Palacio Nacional, optó por expurgar el contenido y eliminar todo lo que huele a propaganda.
En sesión extraordinaria urgente, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE ordenó al director de Comunicación Social de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez Cuevas, y al área encargada de “subir” a Internet las conferencias matutinas, editar las partes donde se den pronunciamientos o expresiones que violen la ley electoral.
Cabe precisar que cada conferencia presidencial tendrá que ser editada o modificada antes de subirse a las redes sociales y páginas oficiales.
Los consejeros tomaron en cuenta que en reiteradas ocasiones han solicitado al titular del Poder Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, evitar expresiones relacionadas al tema electoral, así como manifestaciones de propaganda electoral.
La consejera presidenta Claudia Zavala explicó que como no se pueden suspender las conferencias matutinas, tal como lo ha determinado ya en varias ocasiones el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), esta propuesta es “correcta” aunque sea una medida “fuerte”.
“Es proporcional a lo que se nos está denunciando continuamente y es un paso que nos permite avanzar para el cuidado en esta etapa de campaña electoral para la equidad en la contienda”, afirmó tras añadir que cuando se mencionan logros tanto por el presidente como de otros servidores públicos “se tienen que limitar y deben darle eficacia a la Constitución que en 2007 se reformó para atender la inequidad en la contienda”.
También sostuvo que es deber de los servidores públicos garantizar de antemano que los contenidos publicados en los medios oficiales cumplan con la ley.
Por el contrario, la consejera Rita Bell López Vences manifestó su rechazo a esta medida, al considerarla “desproporcionada” e “irrazonable”, porque desde su punto de vista la Dirección de Comunicación Social de la Presidencia no es un órgano especializado para determinar cuándo se está violando la ley electoral.
Indicó que asignarle al vocero la tarea de evaluar la adecuación de las expresiones utilizadas equivaldría a otorgarle una función que, en su opinión, corresponde exclusivamente a la autoridad electoral.
El tercero en la revisión de estas demandas, el consejero Arturo Castillo acompañó el pronunciamiento de la consejera Zavala y agregó que el hecho de que Jesús Ramírez y el área que sube las mañaneras a redes sociales no sean “peritos” en la materia, no los exime de observar las normas electorales, porque como servidores públicos saben qué señala el artículo 134 constitucional.
Cabe esperar que hoy, lunes 29, el inquilino de Palacio Nacional se vuelva a quejar de censura y reclamará su derecho a la libertad de expresión, aunque ello para el resto de los observadores, significa violar la exigencia que tanto expresó como líder de la oposición de impedir que los gobernantes hagan propaganda de sus obras o de sus ideas en pleno proceso electoral.
En consecuencia, se le aplica la expresión que él dedicó al ex presidente Vicente Fox Quesada, cuando lo acusaba de intentar beneficiar al que a la postre resultó su sucesor, Felipe Calderón Hinojosa. Todavía, en todos los círculos políticos del país se recuerda la frase: “¡Cállate chachalaca!”.
Vuelven a fallar los fiscales de la llamada Cuarta Transformación
En su mañanera de hoy, el político tabasqueño tendrá oportunidad de repetir otra de sus permanentes quejas: denostar al Poder Judicial Federal.
En esta ocasión el motivo de queja será la decisión de un juez federal de dejar en libertad, por falta de pruebas, a Abraham Oseguera Cervantes, “Don Rodo”, hermano del líder del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera Cervantes, a quien el gobierno federal, en respaldo a la Fiscalía General de la República, presentó como un peligroso delincuente, ubicado en lo más alto de las agrupaciones de delincuentes que operan en el país, con ramificaciones en el extranjero.
La Sedena detalló que Abraham “N” es considerado uno de los principales coordinadores de las operaciones logísticas y financieras, dedicado al lavado de dinero y encargado del tráfico y venta de drogas para el denominado Cártel Jalisco Nueva Generación, de la entidad en donde fue detenido y a la que presuntamente pertenece.
“En virtud de que Abraham “N” es considerado en su estructura como uno de los principales operadores logísticos, financieros y generadores de violencia, esta acción representa un golpe contundente en contra de una de las organizaciones delictivas del país”, asegura la dependencia federal.
Cabe agregar que el Departamento de Justicia de Estados Unidos considera al CJNG uno de los cárteles de droga más peligrosos y prolíficos de México, y de ser responsable de llevar a Norteamérica cantidades significativas de drogas ilegales y de emplear “extrema violencia” para acometer tal objetivo.
Cuando se dio la noticia de la aprehensión del presunto delincuente, las autoridades federales informaron que Abraham Oseguera, también conocido como “Don Rodo”, fue detenido en calles del municipio de Autlán de Navarro, en Jalisco.
Después de haber sido detenido, Abraham Oseguera, fue trasladado a la Ciudad de México en un operativo de gran seguridad, con lo cual se intentaba transmitir al público la trascendencia de esta acción en contra de una de las organizaciones. También se destacó que su captura fue posible a “labores de inteligencia”.
En resumen, todo un logro de las autoridades nacionales, aunque casi de inmediato empezaron a surgir detalles que hacían prever un desenlace contrario a lo que intentaban aparentar las autoridades.
Por ejemplo, los abogados del inculpado se encargaron de inmediato a procurar un amparo y promover otras acciones para procurar la liberación de su defendido.
Esos esfuerzos de consideraban inútiles, pues el bombo con que las autoridades anunciaron la captura hacía suponer que todo sería inútil y que Abraham Oceguera sería condenado a corto o mediano plazo a una larga condena en prisiones nacionales o, tal vez, extraditado a los Estados Unidos, pues las autoridades del vecino país también lo persiguen.
Las presunciones optimistas no duraron más de una semana, pues Oceguera fue detenido (o así se anunció) el domingo anterior, 21 de abril, y ayer, domingo 28, se anunció que un juez federal ordenó su liberación.
El juez de control Rogelio León Díaz, con sede en el Centro de Justicia Penal Federal con sede en Almoloya de Juárez, Estado de México, decretó auto de libertad para Abraham Oseguera Cervantes, Don Rodo, hermano del líder del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera Cervantes, por falta de pruebas.
¿Y las labores de inteligencia de las que tanto se presumió?
Lo peor es que el juez consideró que los elementos de la Guardia Nacional mintieron respecto del tiempo, modo y lugar en el que se realizó la detención el pasado 23 de abril, en Jalisco. ¿Por fin, cuándo fue la fecha de la aprehensión?, pues como mencionamos la acción se anunció el 21 y el juez dice que fue informado de que ocurrió el día 23.
La decisión del juzgador se basó también en que la Fiscalía General de la República (FGR) no logró comprobar los cargos de portación ilegal de armas y delitos contra la salud.
Otra aparente falla: la Fiscalía no tenía una orden de aprehensión en contra de Abraham ‘N’, sino que fue detenido en flagrancia, pero los ministerios públicos dependientes del fiscal general, Alejandro Gertz Manero, no lograron comprobar los cargos de portación ilegal de armas y delitos contra la salud, decidió el juzgador en audiencia efectuada la madrugada de este domingo.
En su consabida arremetida contra el juez federal, López Obrador tiene argumentos para repetir que se protege a delincuentes, pero también tendrá un momento de lucidez para admitir la incapacidad de los abogados y los investigadores del gobierno incapaces de presentar pruebas contundentes para condenar a quienes ellos presentan como peligrosos delincuentes.