Debates exhiben la corrupción
Armando Ríos Ruiz jueves 25, Abr 2024Centro..!
Arturo Ríos Ruiz
- Todos se sacan los trapos al sol
- Compiten a ver quién es el peor
Los debates son parte de la distracción para conocer a los contendientes y lo que más resalta en estos encuentros es conocer cuál es el peor; todos se acusan de corrupción y el choque entre dos, tres, o los que sean, se concentra en la exhibición de los males de todos.
Nada nuevo, siempre ha sido así, ya que cada político algo chueco guarda en sus alforjas que ha cometido en su pasado en los cargos de gobierno que ocupó. Ésa es la temática del encontrón entre los aspirantes que con sus acusaciones dan a conocer con cinismo que gobernar, es para robar.
Los señalamientos son difundidos en todos los medios que conocemos, pero es claro opinar que el público receptor, no tiene calidad de censor y es manejado con prebendas distintas, regalos, comidas, gorras camisetas y muchos más. El gobierno actual, es más efectivo, reparte dinero a muchos sin trabajar.
Desde quienes aspiran a gobernar el país comienzan las acusaciones entre las dos aspirantes y entre las dos, cada quien escudriña el pasado de la de enfrente y en ese tenor, los males de Claudia son más.
Los que buscan gobernar la ciudad, sobresalen Clara Brugada y Santiago Taboada, ella más conocida, comenzó como dirigente de vendedores en las banquetas, se pegó al mandamás y así avanzó hacia la delegación, hoy alcaldía de Iztapalapa, y desde ahí quiere brincar a gobernar la capital.
Ya le sacó Santiago Taboada que adquirió una propiedad por 339 pesos y aclaró que vive en una casa, en la alcaldía Iztapalapa, de 160 metros cuadrados, cuyo valor catastral actual es de 256 mil pesos.
Y para remarcar, ahora la relaciona con “El señor de las ligas”, que desde la sombra mueve hilos, el que recibió a aquel dineral del argentino Carlos Ahumada Kurtz, hace 20 años, que salpicó al hoy Presidente al revelarse los fajos de billetes de dólares en las bolsas con ligas y en las bolsas de su vestimenta.
Clara Brugada afirma que es “una bola de humo” la acusación de su presunto nexo con René Bejarano, quien pudo ser el más cercano presidencial y así, cada vez que aparece, se le recuerdan las ligas tatuadas para la posteridad.
Ejemplos hay por montones, cada debate, aquí o acullá, es un anuncio de corrupción en el que cada político comete en cada gestión, para aportar el hashtag#, que “gobernar es robar” y aplica para todos los niveles de cada administración.
En las evaluaciones de organismos especializados para medir la corrupción en Latinoamérica, México ocupa un lugar nada envidiable, está en el reglón de los más corrompidos, aunque otros están mucho peor y ello no significa que estemos mejor.
Hay varias acciones para contrarrestar la corrupción, como que se deben formular denuncias. Da igual si estas provienen del interior del propio gobierno o de la sociedad. Esto hace posible iniciar procesos de investigación y, en su caso, imponer las sanciones correspondientes, respetando la legalidad y el debido proceso.
Del renglón anterior, es sencillo opinar que nada se hace, por el contrario, se protege a los infractores, que actúan sin discreción ni pudor; igual que la frase con que en campaña se acuñó en 2018, el actual utilizó: “La mafia en el poder” y “barrer de arriba hacia abajo”. Ya en la silla mayor, se le aplican otras.