Gobierno del diablo
Alberto Vieyra G. jueves 25, Abr 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¿México está en manos de un gobierno del diablo?
A muchos miles de mexicanos se les enchinó el cuerpo al ver a un loco comunicador diabólico como vocero de AMLO, Jenaro Villamil luciendo una playera en la que se rinde culto a la “santa muerte”, un macabro símbolo al que los malandros en México rinden culto y que no es otra cosa que satanás.
Estamos ante un gobierno del diablo, aunque este martes AMLO encaro al diabólico símbolo de la “santa muerte”diciendo que se trata de un asunto religioso y por tanto recibiría su aprobación. Qué grave, qué falta de respeto y vaya diabólica forma de ultrajar la dignidad de millones de mexicanos que ilusamente creyeron que el gobierno de AMLO sería un régimen respetuoso cuando hoy vemos en que lo diabólico se metió hasta Palacio Nacional.
En Milenio, mi muy ilustre colega Carlos Marín ha titulado a su columna de este martes Satanizan el culto a López Obrador, un tema que no tiene desperdicio y por su importancia aquí la reproduzco tal cual:
“La pendejada original es triple, es de Morena y la catapultó el inexplicable encargado del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, Jenaro Villamil: asociar al presidente López Obrador con a) el machismo cavernario, b) la tiranía venezolana y c) la santa muerte que veneran personas y organizaciones criminales.
A seis semanas de las elecciones, cuando México registra la mayor matazón de candidatos y casi 185 mil asesinatos, el partido y el achichincle de AMLO promueven playeras (de 200 a 400 pesitos) con la imagen de la calavera encapuchada, su índice en la boca imponiendo silencio y la leyenda: “un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador”.
Con otras palabras y el mismo sentido, en Venezuela se alentó en tv y carteles el culto a la personalidad del golpista que precedió al mequetrefe Nicolás Maduro: “Aquí no se habla mal de Chávez”. Villamil es un ex reportero “de causa” que desde principios de siglo se ganó la confianza de López Obrador publicando verosimilitudes y supercherías del foxiato, el calderonato y el peñanato y fue premiado con la presidencia de los medios electrónicos y cibernéticos del Estado que, con su manejo sectario, se degradaron al volverse propagandistas de la 4T cuyo sello, de acuerdo con su nueva visión, es la muerte.
Sus dotes como panfletero del régimen las ha desplegado por más de cinco años y ahora tiene la desvergüenza de grabarse y subir a redes un video en que, sonriendo siempre, se alza el suéter y, como desnudista porno, presume inflando el pecho la playera negra con el ominoso triple mensaje.
¿Qué será para Morena y Villamil “un verdadero hombre”? ¿A qué se referirán cuando aluden a quienes “hablan mal” de López Obrador? ¿Qué pensarán las mujeres, y sobre todo las que se han manifestado contra el machismo, la violencia de género y los feminicidios? ¿Y qué los colectivos LGBT+?
Concluida su gestión en febrero pasado, sigue al frente del sistema público de radiodifusión como “encargado del despacho”.
Los medios que dirige no pertenecen al gobierno, sino al Estado (entre otros: Canal Once, Canal Catorce, Tv Migrante, Radio Educación, Altavoz Radio y el Instituto Mexicano de la Radio con 19 emisoras, 10 “estaciones de concesiones” de uso público y siete de uso comercial).
AMLO, quien lo considera “buen funcionario”, pidió al Senado ratificarle la beca, pero los legisladores morenistas y morenianos mantienen la solicitud en la hielera debido a la mala fama del malandrín. Especializada en medios, Etcétera hizo en febrero un recuento de sus fechorías, entre otras que aceptó el nombramiento sin cubrir el requisito de tener alguna licenciatura; causó daño al erario por 4.6 millones de pesos al omitir el cobro de sanciones a un proveedor incumplido (según la Auditoría Superior de la Federación); factura a la institución que dirige el café, las Coca-Cola y los cigarros que consume; ensalza el sistema a la candidata oficial y bulea a la de oposición. ¿Un “hombre verdadero” haría lo que ha venido haciendo Jenaro Villamil?