Inicio de temporada
Ramón Zurita Sahagún martes 9, Ago 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Por fin, luego de tanto esperarla, llegó el inicio de la temporada de las guerras sucias, los golpes debajo de la mesa, las traiciones, descalificaciones, acusaciones y denuncias, entre los aspirantes a los más importantes cargos de elección popular.
Como ejercicio cíclico, la cercanía de los procesos electorales genera la adrenalina suficiente que produce entre los políticos mexicanos toda serie de suertes para enredar o enlodar al (los, las) adversario o a los partidos que pretenden competir por los cargos en disputa.
Es parte de la práctica cotidiana de la política en general, pero que en México guarda un papel sumamente singular, por la serie de eventos conocidos de algunos personajes que han encontrado en estas descalificaciones y descubrimientos de situaciones ocultas en su desempeño como servidores públicos la forma de eliminar adversarios y ganar candidaturas.
La intención de unos y otros es la misma, producir tal cochinero, aunque finalmente desalienten la participación ciudadana, mediante el conocimiento real, virtual o inventado de los diversos prospectos que presenten en los distintos niveles de elección.
La guerra sucia ya está aquí y muchos celebran su arribo, por el lodo que salpicará a todos por igual.
Por lo pronto, las denuncias y acusaciones ya se hicieron presentes, por parte de propios y ajenos de los partidos señalados.
En esta batalla por atrapar candidaturas todo es válido, por lo que uno de los principales objetados es el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo, quien acudió en Puebla a un evento de cerca de más de tres mil simpatizantes que le fueron reunidos por el gobernador, Rafael Moreno Valle Rosas, lo que fue considerado como un acto anticipado de campaña.
Los acusadores son su propio compañero de partido y adversario interno por la candidatura presidencial, Santiago Creel Miranda y el PRI poblano que pedirán que el evento sea considerado como anticipo de campaña y se le sancione conforme a lo que marca la Ley Electoral.
Antes de eso, Cordero Arroyo ya se había puesto en la mira, mediante el desplegado firmado por más de un centenar de militantes panistas, donde lo respaldan como aspirante presidencial.
Claro que no eran unos militantes simplemente, ya que entre ellos se encontraban los gobernadores de Baja California Sur, Baja California, Sonora y Puebla, grupo al que se añadieron en una cena reciente los gobernadores de Guanajuato y Sinaloa.
Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel Miranda, se reúnen constantemente con simpatizantes, quienes les externan sus apoyos y cuentan con clubes de seguidores, perfectamente estructurados.
Alonso Lujambio siguió la ruta trazada desde un inicio por Cordero Arroyo y procedió al método de destape, con el respaldo de militantes del partido, aunque de menor nivel.
Pero si entre los panistas las cosas se ponen al rojo vivo, entre los perredistas no están mejor. Armando Quintero, secretario del Transporte en el Distrito Federal, acuso a varios de los aspirantes al mismo cargo que él de eventos anticipados, mediante la colocación de espectaculares en las distintas delegaciones y eventos de apoyo a sus respectivas candidaturas.
Les pidió a Alejandra Barrales, Carlos Navarrete y a otros más cesar con sus promociones, ya que de no hacerlo interpondrá una denuncia ciudadana ante las autoridades electorales.
Pero también dentro de este partido, la disputa por la candidatura presidencial abrió el fuego entre las distintas corrientes, las que respaldan a Andrés Manuel López Obrador y las que asumen que el candidato deberá ser Marcelo Ebrard Casaubond.
Las patadas por debajo de la mesa son sumamente nutridas, las traiciones, los pases de uno hacia el otro lado, son continuos y cuando se acerque el momento de la definición, el lodo salpicará aún más.
Y es que dicen que cuando la perra es brava, hasta a los de casa muerde, por lo que habrá que seguir el desarrollo de los acontecimientos para ver cuanto más sabemos de cada uno de los aspirantes a los diversos cargos de elección popular, ya que la temporada apenas está en su inicio.
INFORME EN CAMPECHE
Lejos de la parafernalia del gobierno yucateco y de lo estrambótico del evento organizado por Ivonne Ortega Pacheco, el gobernador de Campeche, Fernando Ortega Bernés, mostró algo que es parte fundamental de su proyecto para gobernar, con poco se puede hacer mucho.
Fernando Ortega guardó los dineros del erario público para otras acciones y limitó el número de invitados, sin realizar bailes populares, ni dar pan y circo a los ciudadanos.
Eso sí, el gobernador campechano anunció a sus gobernados que reduce parcialmente el cobro de la tenencia, el que no será aplicable a los vehículos con un costo de hasta doscientos mil pesos, lo que tiende a ser un pequeño beneficio.
La rendición del II informe de gobierno concentró a los gobernadores de Tabasco, Andrés Granier Melo; Quintana Roo, Roberto Borge Angulo; Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco; Chihuahua, César Duarte Jáquez, además de varios ex gobernadores tanto del estado como de otras entidades del país.
Llamó la atención que esta vez si estuvieran, aunque distante uno del otro, José Antonio González Curi y Jorge Salomón Azar García, además de Abelardo Carrillo Zavala, Carlos Pérez Cámara y Jorge Carlos Hurtado.
El presidente del CEN del PRI, Humberto Moreira Valdés y la ex presidenta del organismo, Beatriz Paredes Rangel también hicieron acto de presencia, así como los ex gobernadores de Tabasco, Manuel Andrade Díaz; Veracruz, Fidel Herrera Beltrán y Oaxaca, José N, Murat Casab.
Lo que llamó poderosamente la atención fue que la senadora Guadalupe Fonz, suplente del gobernador Fernando Ortega, dejara al mandatario con la mano extendida, por estar sumida en una placentera conversación con los ex gobernadores.