¿Debate o careo?
Ramón Zurita Sahagún martes 23, Abr 2024De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Un debate más de los muchos que se presentan durante una campaña política y, como todos, se olvidan de la confrontación de ideas, de la presentación de proyectos, de poner en claro sus ideas y dar a los escuchas un imaginario del futuro de la entidad o país.
Segundo debate sobre la CDMX y los mismos participantes de la vez pasada, entremezclando los mismos temas de ataque directos o soterrados, respuestas vagas y difusas.
Clara Brugada mostrando que su fuerte no es la confrontación de ideas, ni la explicación de los temas y ni siquiera las denuncias o acusaciones. Se le notaba preocupada, mientras Santiago Taboada, más suelto, se acompañaba con una sonrisa permanente que hacía recordar al candidato presidencial fosfo. Salomón Chertorivski ,como un actor sobreactuado y predicador de tercera.
El debate tomó forma de careo ante el Ministerio Público, con Clara abriendo el fuego, desde el minuto cero de su intervención, las mismas acusaciones, las que en algún momento de sus burdas explicaciones sobre el llamado “cártel inmobiliario”, señaló como responsables de la crisis de agua, ya que el líquido, dijo, fue usado para la construcción de los pisos extras de diversos edificios.
Taboada sacó su bomba y señaló a René Bejarano como socio de Clara y patrocinador de la campaña de la aspirante de Morena y hasta precisó los beneficios recibidos por ambos en la construcción del emblema de Clara, las Utopías.
El intercambio de Clara y Taboada hacía recordar las escuelas primarias donde los niños se acusan de todo, sin fundamento alguno y todo lo demás pasa a ser tema secundario. Salomón presentó algunas propuestas, aunque no llevó palomitas, e insistía en la difusión de proyectos de gobierno, algunos de los suyos ubicados como Utopías, pero no las de Clara Brugada.
Clara, Santiago y Salomón quedaron a deber en esta ocasión, aunque las acusaciones de una y otro mitigaron la pereza que producen estos intercambios, por tratarse de palabras repetitivas, tediosas y con la finalidad de disminuir o debilitar, al contrario.
El debate debía centrarse en dos temas: agua y corrupción, pero ambos dieron el espacio suficiente para incluir temas ajenos, pero que son los que más llaman la atención, las denuncias y acusaciones que llevan como meta la descalificación del contrario.
Los escuchas y televidentes esperaban posturas más serias sobre el agua, un elemento que en las actuales circunstancias toma prioridad y dos de los concurrentes recurrieron al uso del agua como chantaje y negocio.
En el tema de la corrupción pudieron explayarse más y, tal vez, deseaban, mostrar que el otro u otra es más corrupto.
La candidata presidencial y el Presidente de la República fueron objeto de reconocimiento, por parte de Clara para evitar reclamos de segundos o terceros. Santiago evitó pronunciar o meter en la discusión a Xóchitl Gálvez y Salomón en algún momento hizo referencia a Máynez.
El segundo debate duró menos de hora y media, lo que da certeza de que los debatientes, quisieron resolver rápidamente sus dimes y diretes.
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Curioso que la maltrecha Clara Brugada recibiera una buena noticia, con la publicación de una nueva encuesta que la sitúa quince puntos por encima de las preferencias de Taboada, cuando casi todos daban por hecho que se encontraban cercanos los candidatos de Morena y la alianza opositora… Es factible el plan de Salomón de abrir los caudales y ríos de la CDMX, ¿entubados desde hace años? De verdad los mexicanos somos tan afectos a los montajes, señuelos y complots como dice el presidente López Obrador o será que ellos sí llegaron a hacerlos. Tal vez las decenas de miles de muertos y las acciones del crimen organizado sean más de esos montajes.