Una guerra verdulera
Alberto Vieyra G. jueves 18, Abr 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Una auténtica guerra verdulera ha sido declarada por el ex ministro y lacayo de la 4T, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, después de que la ministra presidenta de la Corte, Norma Piña, revelara que él encabezó una corrupta red de tráfico de influencias durante el obradorato, escándalo que lo está quemando en la hoguera de la Santa Inquisición.
Arturo Zaldívar anda de chillón como una auténtica plañidera y amenaza con llevar a Norma Piña a un juicio político, pues, según él, la ministra de la Corte le declaró la guerra a AMLO y a su “corcholata” Claudia Sheinbaum, si, a los intocables con lo cual “incurrió en un delito político-electoral”.
No hay duda que Arturo Zaldívar le sigue haciendo el trabajo sucio a AMLO, a Claudia Sheinbaum y al partido Morena. Y el escándalo de verduleras tiene como propósito fundamental justificar que la Corte requiere ser oxigenada con la elección en las urnas de los jueces, magistrados y ministros. En otras palabras, Zaldívar Lelo de Larrea le hace el trabajo sucio a AMLO para que le den cristiana sepultura a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que sea AMLO o su “corcholata” los que administren la justicia al mejor postor en México. Con esta guerra de verduleras se confirma aquella histórica revelación de hace un par de meses de AMLO en la que cínicamente declaró que “Arturo Zaldívar bailaba en la Corte al son que él le tocaba”, pues cuando se atoraba algún caso solamente tomaba el teléfono y hablaba con el entonces ministro presidente de la Corte y éste se encargaba de ordenar a los jueces y magistrados que torcieran la justicia conforme a los caprichos del falso mesías tropical.
Sí, la hoguera está quemando a Arturo Zaldívar, pero también a Claudia Sheinbaum y hasta le podría costar la silla presidencial.
El ex ministro lacayo de AMLO se hace la víctima, igual que el Presidente y todo lo relacionan con politiquerías o con asuntos político-electorales como en este caso. Y claro que todo es político y en momentos en que está en marcha una campaña electoral con la cual las poderosas oligarquías de México se disputan la Presidencia de la República. Todo lo que toca la política tiene tintes políticos estúpidos y ya lo decía el filósofo Aristóteles, quien sostenía la tesis de que, por naturaleza el ser humano es un animal político, cuyo significado hace referencia al ser humano, el cual, a diferencia de los otros animales no racionales, posee la capacidad de relacionarse políticamente, es decir, crear sociedades y organizar la vida en ciudades con leyes y civilizadas.
¿Entenderá eso Zaldívar y la ponzoñosa oligarquía a la que sirve de rodillas y cuál jilguero a sueldo?
La “corcholata” amlista tendrá que sacudirse a Arturo Zaldívar porque de otro modo terminará llevándola a la hoguera política y francamente se antoja como una llamarada de petate la exigencia de Arturo Zaldívar para que la ministra Norma Piña sea llevada a juicio político, aplicándole el 110 constitucional en el cual no se fundamenta ninguno de los supuestos delitos en los que incurrió la ministra presidenta al declararle la guerra a él, a López Obrador y a su “corcholata”.
De algo estamos seguros los mexicanos: AMLO ha dividido y enfrentado a los mexicanos y todo parece indicar que Arturo Zaldívar con Claudia Sheinbaum van por el segundo piso, es decir que, si ellos lograsen sentarse en la silla presidencial, no esperemos a que haya reconciliación nacional, mucho menos unidad y cohesión entre el pueblo de México. Seguirá la ingobernabilidad.