Alcaldes buenos y peores
Alberto Vieyra G. miércoles 17, Abr 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Un total de mil 808 alcaldes en México van por la reelección de 3 años más y cuyas campañas electorales deben dar inicio este 26 de abril. Será la primera reelección municipal en la era del pluralismo político azteca.
Treinta estados en el país estarán inmersos en la reelección municipal. Sólo Veracruz y Durango no elegirán alcaldes, pero en 30 entidades del país sí, la mayoría van por la reelección, ya sea por los partidos que los postularon en la primera elección o bien, por otra fórmula que incluye las coaliciones.
En cientos de casos hay alcaldes impresentables que los distingue la corrupción, el nepotismo o la ineptitud como ocurre con el alcalde de Taxco, Guerrero, el morenista Mario Figueroa, quien llego por Morena y ahora busca reelegirse con la chaqueta del Movimiento Ciudadano.
Este ilustre caballero pasará a la historia por su monumental ineptitud, pues en momentos en que Taxco era tierra de nadie a principio de este año, él se encontraba de vacaciones, aunque él asegura que estaba en España promocionando a ese emblemático pueblo mágico de la plata y llegó a decir que “son pequeños baches” y entre esos bachecitos sumaría el secuestro y asesinato de la pequeña Camila de 8 años, a principio de abril, y sería incapaz de salvar a sus secuestradores de una turba que dio muerte a una mujer secuestradora y de milagro salvaron el pellejo tres hombres, pero que no se salvaron de una histórica golpiza sin que la policía pudiese hacer nada, pues según el alcalde, los policías andaban cuidando a una procesión religiosa y de manera grosera, le colgaría el teléfono a quien lo entrevistaba en Radio Fórmula en la Ciudad de México. ¡Qué desvergüenza de este alcalde! Y más vergüenza debe darle a doña Norma Otilia Hernández Martínez, quien habiendo saltado a la fama nacional por sus nexos con la mafia criminal de Los Ardillos, otra vez busca vivir del erario municipal.
Como estos alcaldes hay casos similares para escribir un libro negro, aunque también los hay, pero para escribir otro libro memorable con alcaldes que históricamente han dejado huella por su buen trabajo, comportamiento y honestidad sin tacha.
Mención especial merece el alcalde de Almoloya de Juárez, Edomex, Óscar Sánchez García, quien realizó un promedio histórico de 140 obras públicas por año y creo que no hay mejor carta de presentación que la chamba y la usencia de escándalos de corrupción. Y agárrese porque Óscar Sánchez va solamente cobijado por el PRI y es que Almoloya de Juárez sigue siendo un bastión priista. Y a propósito ¿Sabía usted que el Palacio Municipal de Almoloya de Juárez es el único Palacio en el mundo que es custodiado desde hace siglo y medio por una momia?
Otro ejemplo de buena gestión es la del alcalde panista de Metepec, Fernando Flores Fernández, que también va por la reelección y su trabajo habla por sí solo. Me llama la atención que Fernando Flores es amante del ejercicio diario y rinde culto a la lectura. Eso no lo hacen muchos mexicanos.
En Chihuahua, el alcalde panista de la capital del estado, Marco Antonio Bonilla Mendoza, tiene garantizada la alcaldía por otros 3 años más, merced a sus buenos resultados y buen comportamiento.
Y aunque usted no lo crea, pero también en Morena hay gente que merece fanfarrias y entre ellos está el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, quien realizó un envidiable trabajo humanista de rescate cuando ardió la cárcel migratoria de Ciudad Juárez. En la frontera entre México y Estados Unidos se habla muy bien de Cruz Pérez Cuéllar. Ni hablar, honor a quien honor merece.
Hay muchos prietitos en el arroz en la reelección de alcaldes aztecas, pero también los hay en la elección y reelección de senadores, asunto que merece capítulo aparte.