Los muertos hablan
Alberto Vieyra G. martes 16, Abr 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“Los muertos que vos matáis gozan de cabal salud” y además hablan. Recuerdo la memorable frase de José Zorrilla en su “Don Juan Tenorio”, para ilustrar el pudridero social que vive la nación azteca y que, según las estadísticas, comenzaría en el régimen del pelón de Dublín, Carlos Salinas que terminó con 76 mil 767 homicidios dolosos y con lo cual México ingresaba a la era de la violencia a cargo de las bandas criminales.
De acuerdo con los testimonios, el mismísimo hermano incómodo del Presidente, Raúl Salinas, se vería envuelto en cuestiones criminales por diversos delitos de narcotráfico, lavado de dinero y sería el primero en pisar la cárcel de alta seguridad de Almoloya de Juárez, Edomex.
De ahí pal real, de Ernesto Zedillo a AMLO todos los gobernantes han tenido sus muertos que hablan de ese infame pudridero en que está convertida la nación azteca: Ernesto Zedillo Ponce de León registra 80 mil 671 asesinatos; Vicente Fox, 60 mil 280; Felipe Calderón, 120 mil 463; Enrique Peña Nieto, 156 mil 66 asesinatos y con Andrés Manuel López Obrador ya suman 184 mil 70 asesinatos dolosos hasta la primera quincena de abril, es decir hasta este lunes, algo macabro que no ocurría en México desde la Revolución Mexicana, cuando murieron en combates casi millón y medio de compatriotas, la única época en que descendió la población en México.
Con AMLO, México se convertiría en una estadística macabra que impera solamente en naciones en guerra. Sin embargo, AMLO, contra viento y marea, niega sus muertos y como es su costumbre le echa la culpa a Felipe Calderón por haber iniciado una infame estrategia declarándole la guerra militar a las bandas criminales.
En ese y en muchos otros casos AMLO culpa al pasado y sólo le ha faltado decir que los culpables de todos nuestros males, incluyendo la corrupción y la impunidad, nos la trajeron Hernán Cortés y Crisóforo Colombo Fontanarosa, el ilustre Cristóbal Colón. Pero los rancheros allá en mi tierra, que no suelen perdonar nada, le aplican a AMLO aquella máxima que reza que “desde que se inventaron los pretextos, se acabaron los pendejos”.
Desde que AMLO perdió las elecciones presidenciales de 2006 viene acatarrando a los mexicanos con que se las robaron, pero jamás ha presentado una sola prueba del fraude y lo que es más su perorata es que como no ganó la silla presidencial, él y solamente él habría resuelto ese macabro problema sin las decenas de miles de muertos que nos heredaron sus antecesores que quiérase o no, los mexicanos estuvimos mejor cuando estábamos pior.
Al ritmo que vamos, México terminará el sexenio de AMLO con más de 200 mil muertos y sin contar más de 500 mil que murieron durante la pandemia del coronavirus, principalmente por negligencia criminal por parte de AMLO y del ese “doctor muerte”, Hugo López-Gatell, que hoy sigue agarrado de esa ubre presupuestal porque fue vomitado por los propios morenistas en todos los cargos de elección popular a los que aspiraba. Falta que la justicia caiga sobre ese individuo, pero no hay duda de que la carísima factura electoral caerá también sobre AMLO en las elecciones federales del próximo 2 de junio.