La piedra en el zapato
¬ Augusto Corro lunes 8, Ago 2011Punto por punto
Augusto Corro
Anteayer se efectuó un acto de apoyo a la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en la explanada del monumento a la Revolución.
La reunión fue convocada por la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN), que encabezan la secretaria general del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Dolores Padierna y su esposo, René Bejarano “El Señor de las Ligas”.
No tendría nada de malo un mitin más de adhesión al tabasqueño, pues esas manifestaciones de apoyo se sucederán hasta el cierre de las campañas políticas.
En ese mitin, reapareció, como líder inobjetable de la izquierda perredista el controvertido René Bejarano, mano negra de AMLO, en los quehaceres de la política tenebrosa a la mexicana.
A nadie se le olvida aquel videoescándalo, cuando René Bejarano llenaba las bolsas de dinero, con todo y ligas, derivado de operaciones político-financieras ocultas, que recibía de manos del empresario transa Carlos Ahumada.
El multicitado Bejarano, en esa época se desempeñaba como dedo chiquito de AMLO, cumplía con su función política perredista y en sus tiempos libres se encargaba de pasar la charola, con el propósito de conseguir los medios económicos para la causa.
En la televisión quedó registrado aquel momento negro para la historia política de Bejarano. Estuvo en la cárcel. Su estrella se apagó, por un tiempo desapareció del ambiente político, aunque nunca dejó de participar en las decisiones en el interior del PRD.
Seis años después, el dirigente de IDN volvió a aparecer, sin rubor alguno, en la contienda electoral, como si en este país no existiera gente con memoria. Sin embargo, ¿qué se puede hacer con estos políticos que hacen del cinismo una práctica cotidiana?
Porque no es el único. La lista es interminable, en el propio PRD y en las diferentes organizaciones políticas.
¿Cómo es posible que AMLO haya permitido el apoyo de un sujeto como Bejarano, con credenciales llenas de desprestigio?
No haber calculado el apoyo de “El Señor de Las Ligas” le restará votos a AMLO, en cualquier elección que se presente. Al tabasqueño le faltó carácter para sacudirse a un líder político, digno representante del cinismo que, poco a poco, se enraiza en nuestro país.
Se trata pues, de una piedra en el zapato de AMLO.
EL CASO DE PAREDES
En encuestas recientes, la ex dirigente priísta y diputada Beatriz Paredes encabeza la lista de prospectos al gobierno capitalino, por encima de los panistas y de los perredistas.
Tiene sentido, porque la cúpula perredista se encuentra hecha bolas, materialmente. Por ejemplo, el neochuchismo inició su participación en la lucha por el DF, con su abanderado el senador Carlos Navarrete.
Este legislador, seguramente un político multimillonario, ya tapizó colonias y vías con anuncios espectaculares en los que aparece su imagen, con mensajes de una pobreza ideológica propios de una persona de izquierda, en decadencia.
A pesar de ese desplante madrugador, Navarrete aparece en los últimos lugares en la lista de los precandidatos al gobierno capitalino. Ni juntos él y Demetrio Sodi, delegado panista en Miguel Hidalgo, alcanzan el porcentaje que ostenta Paredes.
Decíamos que los perredistas se encuentran en una encrucijada, porque Marcelo Ebrard se mueve con sus propios precandidatos y AMLO también anda en lo suyo. Para empezar, Mario Delgado, el delfín de Ebrard, no crece. Los otros aspirantes que forman parte de su gabinete, no dan color como se dice coloquialmente.
Salvo el procurador Miguel Ángel Mancera, quien sin promoverse políticamente, es el mejor posicionado de los perredistas.
De la gente del lopezobradorismo, quien más asoma la cabeza es el senador Ricardo Monreal, del Partido del Trabajo (PT) que se puede decir, de antemano, que no tiene posibilidad alguna de victoria.
Ante la incertidumbre y la confusión de la izquierda, Beatriz Paredes aparece en las encuestas con posibilidades de darles un buen susto a perredistas, petistas y dirigentes del Movimiento Ciudadano antes Convergencia.
CONTINÚA EL DRAMA
Volvió a correr la sangre en la región triqui: tres indígenas fueron acribillados a tiros en la comunidad de Agua Fría, municipio de Juxtlahuaca, Oaxaca, el viernes pasado.
Francisco Merino, de 37 años; José Luis Rodríguez, de 39, y Alvaro Jacinto, de 18, fueron alcanzados por las balas de los agresores que viajaban en una camioneta.
Las víctimas militaban en el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI), el grupo más débil y el que más seguidores ha perdido.
En la zona también se encuentra el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT); y la Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (UBISORT).
Entre las tres agrupaciones se libra una lucha sorda, sin tregua, que se agudizó en el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz.
Ocurrieron tantas muertes en ese sexenio oprobioso, que se habló de etnocidio y de un grupo de paramilitares dedicado a matar triquis. La etnia triqui sufrió divisiones y se desató una lucha sangrienta contra una parte de la comunidad, que se decidió porque San Juan Copala se erigiera como municipio independiente.
Hace varios años que la etnia mencionada vive en verdadero calvario. El último hecho sangriento es el quinto ataque armado en la zona en triqui en menos de veinte días.
En abril de 2010, una caravana humanitaria fue atacada en las cercanías de San Juan Copala. En esa agresión murieron los activistas de los derechos humanos Jyri Antero Jaakkola, finlandés, y Beatriz Cariño.
El grupo de paramilitares que actúa en la región, al amparo de las autoridades, fue señalado como el principal sospechoso de la muerte de Jyri y Beatriz.
Los triquis del MULTI mantienen un plantón en el Zócalo de Oaxaca hace más de un año, como una forma de presionar al gobierno, para que retorne la paz a aquella región del pueblo oaxaqueño. No sirvió de nada.
La vocera de los indígenas del plantón dijo que el gobernador “sólo una vez ha hablado con nosotros y nos dijo que esperáramos diez días para cumplir, eso fue desde el 28 de mayo y desde ahí no ha habido respuestas ni otra reunión”.