Xóchitl gana debate por poco
Armando Ríos Ruiz miércoles 10, Abr 2024Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
En nuestro país, y no sé si en alguno otro del mundo, los debates entre aspirantes presidenciales los gana siempre el candidato favorito. En el primero, sostenido el domingo entre Xóchitl Gálvez, de Fuerza y Corazón por México, Claudia Sheinbaum, de Morena o del Presidente, y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, lo ganaron los tres, de acuerdo con los veredictos vertidos por los correligionarios de cada uno.
Para un servidor y con el deseo de ser lo más imparcial posible, lo ganó Xóchitl, no por mis razones para opinar siempre contra Morena y personas que ostentan cargos políticos que forman parte de este partido, sino por haber presenciado atentamente el desarrollo del mismo sin pasión alguna. De haber visto otra cosa, lo diría con absoluta franqueza por considerarlo justo.
El caso es que los debates son bastante parecidos a las peleas de box entre paisanos y peleadores de otros países. O simplemente entre nuestro favorito y cualquiera otro. Solemos ver solamente los golpes que atina nuestro preferido y no los que recibe. Si ambos llegan parados al final de la pelea, esperamos que el veredicto de los jueces favorezca a nuestro gallo.
La diferencia con los debates es que aquí no hay nocauts. Todos llegan parados al final del último round, a pesar de haber proferido desatinos, como vimos que ocurrió en este primero, en el que el representante de Movimiento Ciudadano se fue por la libre, con golpes a cualquier parte del cuerpo de las dos candidatas, por estar consciente de que nada tenía que perder y que inclusive, nada tenía qué hacer en el escenario, por ser un relleno.
Hemos sido testigos de debates en el pasado en los que, al final, los contrincantes se van a las sedes de su partido a celebrar el triunfo. En este caso, Morena también celebró el supuesto éxito de Claudia, quien en realidad se vio todo el tiempo amaestrada en el arte de torear las embestidas de su opositora, con salidas del tema que acusaba en todo momento desconocer.
Se notó que estudió lecciones en este arte, ya que en algunas ocasiones no pudo tocar los asuntos planteados y prefería abordar otros que ni siquiera venían al caso. También fue sumamente notorio que iba preparada para afirmar que la mayoría de los temas planteados los resolvió cuando fue jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Por lo tanto, lo único que le queda es continuar con los planes de su jefe, de implantar la dictadura, como ha insistido, sin decirlo abiertamente.
En este punto, ella misma ha hecho campaña en este sentido y no ha escondido que la idea es continuar de frente con los planes iniciados por su mentor. Lo que quiere decir que el país continuará en manos del crimen organizado, con los mismos abrazos a los que tal vez le agregue besos, para acabarlos de aturdir y de convencer de que dejen las armas y las matazones, so pena de acusarlos con sus mamacitas y abuelitas.
La presidenta de Morena de Colima dijo que celebraban con mucho orgullo el triunfo de Claudia en el primer debate, en el que demostró que es la más preparada y capaz, a la altura de las circunstancias. Obviamente, muy parecido opinó PIGmenio Ibarra, comprado con sólo 150 millones de pesos.
En cuanto a Xóchitl, pues lo que un servidor desapasionado vio fue a una mujer que inició el ataque frontal de inmediato, con señalamientos que forman parte de la historia negra de Claudia, como los asuntos del Colegio Rébsamen y de la Línea 12 del Metro, en los cuales murieron 52 personas o 26 y 26.
Sin embargo, no le alcanzó para asestar golpes contundentes, quizá porque el formato sirvió para que los moderadores se lucieran más que los participantes. Inclusive, pude apreciar que los ataques no tuvieron la definición esperada, ante respuestas de Claudia, invadidas por las mentiras que en este sexenio representan el sello recurrente. Aun así, Xóchitl tuvo mejores destellos.
Y si de brillo hablamos, brilló por su ausencia el tema del narcotráfico, hoy de moda en algunos países de América Latina, con dedicatoria a México.