Más si osare un extraño enemigo…
¬ Luis Ángel García lunes 8, Abr 2024Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Nunca fue el gran estadista que añoraban sus feligreses, muchos votos de los ciudadanos en 2018 fueron con la esperanza de encontrar a un verdadero jefe de Estado que no reconocieron en el presidente Enrique Peña Nieto, no sólo lo tildaron de corrupto, sino de ignorante e inculto. Creo que le quedan a deber.
Ser estadista no es lo mismo que mesiánico. Ni tampoco negar la terca realidad con “los otros datos”. Tampoco la popularidad puede ocultar los fracasos ni la reiterada mentira puede permanentemente obnubilar las conciencias. La propaganda goebbeliana no es efectiva de por vida. Si, sus dotes de zoon politikon, su liderazgo populachero le permitió manipular a los desposeídos —incrementados por él mismo—, durante casi todo su sexenio, pero al final el ejercicio propagandístico de las mañaneras cumplió un ciclo y ahora tiene que recurrir a temas internacionales —donde es un lego—, como distractores de la opinión pública que demandan seguridad, salud, empleo, fin a la corrupción, entre otros problemas nacionales.
A provocar conflictos con otras naciones ha recurrido para apelar al chauvinismo del mexicano, ese espíritu patriotero que brota cuando se pretende pisotear la soberanía nacional. Por eso el reiterado mensaje de que México no es una colonia, que no somos esclavos, aunque los gringos nos mantengan como traspatio y nos hayan convertido en tercer país seguro sin recibir nada a cambio, salvo a los miles de deportados a los que hay que dar dinero para que regresen a su país de origen. Pero muy gallo, el inquilino de Palacio Nacional dice que no recibe órdenes de La Casa Blanca. La realidad es que se hace lo que los gobiernos norteamericanos dicten.
En su momento, dejó en pausa las relaciones diplomáticas con España a quien quiere obligar a ofrecer perdón por la Conquista e incluso maltrata a las empresas ibéricas e incumple tratados, pero les compra chatarras contaminantes, con lo que recapitaliza a los peninsulares y se aferra a la energía contaminante.
En otro momento de crisis interna, recurrió a los dimes y diretes con Panamá por obcecarse a enviar a impresentable embajador acusado de acoso sexual. Envuelto en el lábaro patrio hizo un llamado a la defensa de la soberanía nacional cuando los americanos pretendieron declarar a los cárteles mexicanos como terroristas y esbozar la posibilidad de una intervención militar para combatirlos. Pero autoriza que soldados estadounidenses armados vengan a capacitar a sus pares para contrarrestar al crimen organizado.
Una de las grandes aportaciones de la diplomacia mexicana fue la Doctrina Estrada, la cual precisa el principio de que cada país tiene derecho a tener el gobierno que quiera sin que otra nación lo reconozca. Es respetar la autodeterminación de los pueblos y la no intervención. El mandatario de la 4T recurre mucho a ese principio cuando supuestamente se entrometen en la vida interna del país, pero no lo aplica hacia él, por lo que ha degradado a la diplomacia mexicana, referente en el concierto internacional. Así, sacó a Evo Morales de Bolivia y desconoció al nuevo gobierno. Luego intervino en las elecciones en Perú, cuyo presidente quiso dar un autogolpe de Estado y fue destituido. Nuevamente una aeronave militar busco traerlo a México para asilarlo, pero las autoridades incas le impidieron el ingreso a la sede diplomática mexicana y sólo pudieron traer a su familia. En un exceso de intervencionismo, hasta asesoría dieron aquí a la defensa del golpista. Metiche fue con el presidente elegido por los argentinos y por poco provoca otro rompimiento.
El más reciente caso es la obsesión por dar asilo a un delincuente sentenciado en Ecuador, además de descalificar al gobierno constitucional de aquella nación. Ello provocó la irrupción en nuestra embajada y la sustracción del criminal. Otro rompimiento de relaciones.
Lo suyo no es la diplomacia, pero le sirve para victimizarse y envolverse en el lábaro patrio.