Provocación
Carlos Ramos Padilla lunes 8, Abr 2024Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla
No fue el gobierno de México, ni siquiera la Presidencia como institución, fue López Obrador el que a título personal desafió, insultó y provocó al gobierno de Ecuador con una posición abiertamente injerencista como ya lo había hecho con España, Panamá, Perú, Canadá, El Vaticano y Argentina.
La actitud de AMLO de peleonero de barrio está constando mucho al país. Su arrogancia lo impulsa a descalificar a democracias ajenas a tal punto que se le considera persona non grata como en Perú. Sí, AMLO se ha empeñado en constatar que es un verdadero peligro para México.
En Ecuador, el ex vicepresidente de Ecuador, Jorge David Glas Espinel, quien es condenado por dos casos de corrupción (incluyendo el cohecho de Odebrecht), se encontraba cumpliendo con un arraigo en su domicilio, cuando decidió “hospedarse” en la embajada de México en Quito.
El ex vicepresidente llegó a nuestra casa diplomática el domingo 17 de diciembre de 2023, pero oficialmente no solicitó “asilo” sino “protección”, según el comunicado de la propia Secretaría de Relaciones Exteriores en México. De acuerdo a Anabel Hernández “se sabe que, el ex vicepresidente de Ecuador está inmerso en una investigación de la DEA por su asociación delictuosa con el Cártel de Sinaloa. Por eso la protección de @lopezobrador_”.
Sumado a esto, Ismael Tovar Herrera, ex colaborador del gobierno ecuatoriano, fue contratado para trabajar en el Palacio Nacional como coordinador de contenidos digitales. Y ahora está en la nómina de la oficina de Sheinbaum/Batres en la CDMX.
Por los arrebatos de AMLO y ahora su victimización ante los órganos internacionales de justicia, pueden revertirse porque no se concede asilo a prófugos de la justicia, sino a quienes son perseguidos políticos. La Convención sobre Asilo Diplomático de Caracas de 1954, conocida como la Convención de Caracas, otorga el derecho del Estado asilante (México) para determinar si la persona solicitante (Glas) es perseguida “por motivos o delitos políticos”.
La SRE informó: “En caso de que Jorge Glas formalice una solicitud de asilo político, el gobierno de México la analizará detenidamente y recabará la información necesaria para proceder como corresponda, de conformidad con los tratados internacionales pertinentes de los que México y Ecuador son parte y con el derecho internacional consuetudinario en la materia”.
Pero después de tres largos meses, Glas no presentó solicitud de asilo. Ahora bien si México concede el asilo estaría protegiendo a un funcionario convicto y sentenciado por corrupción. Si rechaza el asilo por no existir motivos políticos, lo debería de entregar de inmediato a las autoridades ecuatorianas.
Precisemos: no resulta lícito conceder asilo a personas que al tiempo de solicitarlo se encuentren inculpadas o procesadas en forma ante tribunales ordinarios competentes y por delitos comunes…”dicta la Convención de Caracas. Pero para los desmemoriados analistas pro gobierno que no atinan a señalar actos anteriores se les recuerda que el 21 de febrero de 1981, las tropas especiales de Cuba tomaron por la fuerza la embajada de Ecuador para arrestar a disidentes que buscaban asilo. Asunto conveniente no mencionar.
Las declaraciones temerarias de AMLO hacia Ecuador sobrepasan límites. Dijo que les mataron a Fernando Villavicencio (ex candidato presidencial) para que no ganara las elecciones la candidata de Rafael Correa. Villavicencio fue ejecutado por las mafias que cohabitaron con el señor Correa y que a expresión del hoy fallecido, intervino el crimen organizado de México.
AMLO ha calificado a las fuerzas armadas ecuatorianas como “fachos” es decir fascistas. Glas está juzgado, sentenciado y con dos sentencias además de ser considerado “peligroso” por crimen organizado y por cohecho.
El Ecuador no ha violado las disposiciones de inmunidades y privilegios diplomáticos. AMLO sí violento el acuerdo de asilo político de 1953 aprobado en el sistema Interamericano. Una conducta similar, como cuando se saltó las leyes internacionales para entregar a Perú la presidencia de la Alianza del Pacífico señalando que “no quiero legitimar un golpe de Estado”.
Ecuador, como otras naciones, no quiere repetir el caso mexicano de ser una nación buena gobernada por malos. Cuidado con las declaraciones que pueda pronunciar ante las autoridades locales e internacionales el señor Glas y que involucren a familiares, políticos y funcionarios del gobierno de México.
La DEA tiene lupa sobre este caso. AMLO no nos debe ofender más. No es gratuito que un funcionario de la embajada, Roberto Canseco Martínez, fuera de la casa diplomática, ya en zona ecuatoriana, haya pretendido detener un vehículo en movimiento con un delincuente en su interior en acto humillante y vergonzoso.
El gobierno de México no estaba otorgando asilo, patrocinaba un intento de fuga. Correa ha sido vinculado con las FARC y está documentado. Andrés Openhaimer lo ha escrito y bien, “López Obrador, Trump y otros populistas quieren hacernos creer que el mundo se divide entre “fachos” y “socialistas”, como si no hubiera nada entre medio.
Pero la disyuntiva hoy día no es entre derecha e izquierda, sino entre democracia y autocracia”. Por el bien de México que el salpicadero de corrupción de Glas no alcance a la mal llamada “Cuarta Transformación”. El gobierno de México está obligado a confirmar si otorgó asilo o sólo protección al ecuatoriano. México pide prestarse solamente a permitirle darse a la fuga como lo hicieron tiempo atrás con el prófugo Julio César Godoy.