Los “focos rojos”
¬ Augusto Corro jueves 4, Abr 2024Punto por punto
Augusto Corro
Desde sexenios anteriores, el problema de la inseguridad no deja de crecer. Así lo demuestran las cifras relacionadas con los asesinatos, feminicidios, secuestros y extorsiones. Son múltiples las causas que propician esa violencia incontrolable. Los focos rojos de mayores agresiones a la población se encuentran identificados, pero las autoridades se empeñan en no verlos. A la fecha, México se parece a un país sin ley, donde la delincuencia organizada actúa impunemente. Por todas partes se ven las fallas de los encargados de proteger a la población. Ahí tenemos a las acciones de linchamientos y a los asesinatos de candidatos a cargos públicos.
El caso del secuestro y asesinato de la niña Camila y el linchamiento de uno de los presuntos responsables se dio en Taxco, Guerrero, que era un municipio donde reinaba la tranquilidad y el turismo apoyaba a la economía local. Hoy, todo cambió. La presencia de los narcotraficantes y la falta de una estrategia para combatirlos, así como otra clase de delitos, tiene a la población sumida en la falta de seguridad. El presidente municipal no pudo frenar la espiral de violencia, que existe en una entidad sin ley. El problema no es únicamente de Taxco. Los hechos delictivos se registran en todo el estado. Se refleja una carencia de autoridad, que incluye a la gobernadora, Evelyn Salgado.
El foco rojo de la violencia se prendió en Taxco hace varios años y ningún gobernador se dio por enterado. El mismo conflicto se registra en Acapulco, la plaza que se disputan más de diez cárteles del narcotráfico. Tienen que ocurrir masacres, linchamientos, o abusos de los policías que sirven para recordar que ley es un punto muerto. Con todo lo negativo que vive la población de Taxco, el presidente municipal, Mario Figueroa busca la reelección, apoyado por el partido Movimiento Ciudadano (MC). Guerrero está en la lista de las entidades más violentas de México y no se conoce la estrategia para ofrecer seguridad a los guerrerenses.
Otros focos rojos se encuentran en Guanajuato, entidad que, igual que en Guerrero, los cárteles del narcotráfico luchan por la plaza. El enfrentamiento es entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Santa Rosa de Lima, representante importante del huachicoleo. En ese estado, a principios de semana fue asesinada a balazos Gisela Gaytán, la candidata de Morena, a la presidencia municipal de Celaya. Se trató de otro acto cruento que se suma a los asesinatos de los aspirantes a cargos públicos. Los sicarios aprovecharon la falta de protección de la aspirante para ejecutarla.
Se encuentra muy lejos una vida de seguridad para los guanajuatenses. Los gobernadores no pudieron o no quisieron expulsar del estado a los grupos delincuenciales, que en el presente actúan sin tomar en cuenta las leyes. La muerte de la morenista Gisela Gaytán sucedió en un entorno, en el que los delincuentes no son castigados. Todo mundo sabe que las autoridades no mueven un dedo para acabar con la violencia, pero nadie les exige cuentas. Ahí están, pues, los focos rojos que nadie quiere desaparecer.
Podemos continuar con una lista de focos rojos que se encuentran en diferentes sitios del territorio nacional. En algunos lugares el conflicto de la inseguridad llegó hace varios años, en otros empieza a instalarse. Por cierto, los números sobre la delincuencia son diferentes. Las autoridades están empeñadas en informar que descendieron los crímenes, la realidad es otra. Ciento ochenta mil muertes violentas en el presente sexenio son un mensaje para atender, urgentemente, los focos rojos.
¿Usted qué opina amable lector?