La Mitad del Mundo
Turismo viernes 5, Ago 2011De cinco estrellas
Victoria González Prado
- Está en la provincia de Pichincha y es ciudad turística, cultural, científica, comercial y pintoresca
Mitad del Mundo, Ecuador.- ¿Alguna vez has intentado que la cabeza de un clavo sostenga un huevo?, me preguntó Carla repentinamente. No contesté nada pero la miré con curiosidad e inmediatamente antes de articular palabra me dijo: es verdad, aquí lo puedes hacer ya lo verás… Estábamos en la Mitad del Mundo, a media hora de Quito, Ecuador. Así se llama la pequeña (por la superficie) y al mismo tiempo enorme ciudad (por el simbolismo que encierra), orgullo del país. Aquí donde atraviesa la línea ecuatorial que divide al planeta en hemisferio norte y sur.
Las construcciones están alrededor del monumento piramidal de 30 metros de alto que en la cima tiene un globo terráqueo de 4.5 metros de diámetro y 5 toneladas de peso. Construido en 1979, siguiendo el diseño de Luis G. Tufiño (1936). Además, tiene cuatro monolitos en los ángulos, y la orientación geográfica de los cuatro puntos cardinales. Se ubica en la línea ecuatorial de latitud cero grados cero minutos y cero segundos. Esa línea imaginaria, pasa por diversos países y continentes, pero hay uno solo: la República del Ecuador lleva el nombre.
Ya había concluido Cultour, la Feria Internacional de Turismo y Patrimonio Cultural que se realizó en Quito y cuando supimos que la Mitad del Mundo estaba muy cerca de la capital ecuatoriana, convencimos a Carla para que nos llevara. Está a solo media hora de Quito, en la provincia de Pichincha y es, sin duda alguna, la ciudad turística, cultural, científica, comercial, y más pintoresca.
Cuenta con pequeñas tiendas con un buen número de souvenirs para llevar de regreso a casa. Tiene reminiscencias coloniales, es como una ‘ciudad de juguete’, con una iglesia, por cierto dicen la única en el mundo surcada por la línea ecuatorial, y unas cuantas calles que de una u otra forma desembocan siempre en el monolito. Hay una plaza de toros, almacenes artesanales, restaurantes y cafeterías, oficina de teléfonos y correos.
Un cartel da la bienvenida y anuncia Latitud 0°0’0”. Longitud Occidental de Greenwich 78°27’28”… Una línea pintada de color amarillo separa los dos hemisferios: el norte y el sur; y entonces, nos dice Carla: “basta con dar un paso para entrar en uno saliendo del otro”, en una experiencia singularmente extraña que sólo puede ocurrir en Mitad del Mundo”.
No pude comprobarlo, pero “aquí, la gente, los animales y los objetos, pierden su sombra un par de veces al año”, en los equinoccios del 21 de marzo y 23 de septiembre. El lugar es mágico y tiene una especie de magnetismo que te hace estar ahí, sin hacer nada solo viendo al cielo y de vez en vez mirando el mundo que sostiene el monolito. Se siente tranquilidad y al mismo tiempo te provoca inquietud.
Todo en Mitad del Mundo es atrayente, las casas con sus balcones, tejas entre rojas y color chocolate, la alameda, el ayuntamiento, la iglesia y los 13 bustos de bronce de los científicos de la Misión Geodésica Francesa, entre ellos: Charles-Marie de la Condamine y Pierre Bouguer.
Es impecablemente limpia, de calles adoquinadas y al estar ahí parecíamos niños, saltamos de un lado al otro de la línea amarilla; tomando fotos con un pie en cada hemisferio… “Aquí sólo hay que dar un paso para estar en el hemisferio norte o en el hemisferio sur»… y recorriendo los cuatro puntos cardinales.
Llegamos por la tarde, hacía frío, el sol sólo asomó sus cálidos rayos tímidamente, el viento helado parecía que nos traspasaba los huesos. El cielo era de azul intenso con enormes nubes blancas que parecían esponjas. El monolito recuerda a la expedición científica del siglo XVIII y en su interior alberga el Museo Etnográfico que muestra la riqueza cultural de los diversos grupos étnicos que habitan las tres regiones del Ecuador: Costa, Sierra y Oriente, objetos y costumbres, leyendas y mitos, tradiciones y fiestas, que permiten descubrir la esencia y el espíritu del país entero.
Al norte del planeta, la Mitad del Mundo es la muestra característica del estilo colonial. La plaza central, se convierte todos los fines de semana en escenario de eventos culturales y artísticos.
En el sur está el Planetario, el Museo Solar, instalado en el Pabellón Alemania; esta es una exposición de los sitios arqueológicos e investigaciones realizadas en el Valle Equinoccial.
En el Pabellón de Francia se expone la historia de las mediciones exactas de la tierra, a través de instrumentos, fotografías, ilustraciones y maquetas que, en forma detallada, instruyen a los visitantes. El Museo Filatélico exhibe temas educativos, ecológicos, deportivos, presentaciones filatélicas, numismáticas, monedas y papel moneda.
Al irnos pasamos por un lugar que tiene una mesa fija y un clavo en el centro, al lado en la pared hay huevos, rojos, grandes y no resistimos la curiosidad así que intentamos sostener el huevo en la cabeza del clavo. El viento, nos volaba el pelo y vimos caer en el primer intento el huevo que se estrelló en el suelo… Decidimos rodear la mesa y cubrirlo del aire y para nuestra sorpresa el huevo se quedó ahí quieto, encima de la cabeza del clavo… ¿Alguna vez has intentado que la cabeza de un clavo sostenga un huevo?, esto solo puede suceder aquí, en La Mitad del Mundo.