Las universidades Cereso
¬ José Antonio López Sosa viernes 5, Ago 2011Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Hace pocos días, José Gutiérrez Vivó dijo en su programa de televisión por internet “Vivó en vivo” que en México existe una cadena de universidades a nivel nacional, las universidades Cereso.
Evidentemente en forma irónica se refería al sistema penitenciario mexicano que desde hace décadas está podrido por dentro y por fuera.
El comentario de Gutiérrez Vivó me parece de lo más acertado en los últimos tiempos. Las cárceles mexicanas en realidad actúan como centros de capacitación y especialización delincuencial y, por lo retorcida que está hecha la ley no hay poder humano que los pueda reformar.
La corrupción es natural y parte del sistema, quien tiene más dinero y poder dentro de un reclusorio (así se trate de un interno o un directivo) es quien impone la ley y manda por sobre todas las cosas, en especial por encima de la Constitución Política.
Cuánta gente va al reclusorio por delitos comunes o de los mejor conocidos como “mejores” y al salir, tienen ya una especialización en otros tantos, algo que en ningún lugar hubiesen podido aprender.
Es curioso pero los reclusorios, donde van castigados quienes trafican drogas, son lugares donde la venta de estupefacientes es como canasta básica para muchos internos, el narcomenudeo es cosa de todos los días y además, muchos de los internos están armados, ¡qué tal!, cumpliendo una sentencia.
Hemos escuchado de revueltas, fugas y asesinatos en diversos reclusorios del país, el objetivo de readaptación para el cual fueron creados es una de las mayores utopías que existen sobre el planeta, las cárceles mexicanas parecieran entidades autónomas donde nadie tiene responsabilidad y unos cuantos se enriquecen como si se tratara de una empresa prominente.
Paralelamente, ¿cuántos “presuntos culpables” hay dentro de los reclusorios?, gente inocente que está expuesta a toda la industria del crimen dentro de estos centros de readaptación, muchos de ellos mueren y otros tantos pasan a formar parte –voluntaria u obligatoriamente—de las listas criminales del país una vez que cumplen su sentencia.
El sistema penitenciario mexicano es tal como lo apuntó José Gutiérrez Vivó, una red de universidades del crimen donde se profesionalizan asesinos, secuestradores, narcotraficantes, entre otros rubros de la delincuencia organizada y desorganizada.
Ahora bien, ¿en algún momento este será tema para quienes aspiran a un cargo de elección popular?, sea cual sea este.