¿Sistema de salud mejor que en Dinamarca?
¬ Luis Ángel García miércoles 27, Mar 2024Por la Derecha..!
Luis Ángel García
El prometer no empobrece, el hacerlo es lo que aniquila. El Presidente ya no recuerda que por hacerle caso a su negligente gabinete de salud, especialmente al famoso “doctor muerte”, Hugo López-Gatell, cuya ignorancia y soberbia provocó la muerte de más de 800 mil mexicanos por la pandemia. Peor aún, su obsesión por acabar con el neoliberalismo lo llevó a dejar sin servicios de salud a más de 15 millones de pobres al desaparecer el Seguro Popular y sustituirlo por una entelequia llamada Insabi, el cual resultó ineficaz y cueva de Alí Babá. Entonces prometió que el sistema de salud sería mejor que el de Dinamarca.
Primero vetó a la industria farmacéutica nacional y bloqueó las compras a las empresas médicas mexicanas, confió a un organismo raro de la ONU el abasto de medicamentos y falló, lo que ocasionó el desabasto de medicinas y de tratamientos para pacientes con cáncer. Tardó cinco largos años para comprarle una enorme bodega a Liverpool y disfrazarla de farmacia, la cual carece de los fármacos autorizados por el cuadro básico de un envejecido, ineficaz y saturado sector salud. Pero insiste en no comprarle medicinas a la iniciativa privada. Para acabarla de amolar, trasladó a 15 millones de mexicanos -más los que se acumulen-, sin esquemas de salud al IMSS, rebasado por sus propios derechohabientes, los cuales no tienen atención médica oportuna ni medicamentos completos, de estudios o análisis mejor no hablar.
Aunque el inquilino de Palacio Nacional insiste en que en septiembre tendremos un sistema de salud mejor que los daneses. Si el Seguro Social está mal, el ISSSTE está peor. En completa opacidad salió el director Pedro Zenteno Santaella, siempre bajo la sospecha de auspiciar la corrupción en el Instituto en detrimento de los servicios a los burócratas. En la cabeza de sector, la Secretaría de Salud, tampoco está mejor el panorama; la austeridad republicana ha afectado los presupuestos de los Institutos Nacionales, los cuales han visto afectado su eficacia y la investigación especializada. Hay que recordar que la investigación científica no es bien vista por la 4T. Así que difícilmente en seis meses, tendremos un sistema de salud nórdico.
No conforme con el evidente incumplimiento de la promesa presidencial, la marioneta del mandatario, la candidata oficial, se monta también en su macho y anunció su “original” programa de salud Por una República Sana, que no es más que una copia del fracasado sistema de salud de la 4T.
Y es que la pelele del lopezobradorismo no puede salirse del guion que le hicieron desde Palacio Nacional para garantizar la continuidad de un proyecto político. Así que, de llegar a la Presidencia, oiremos por seis años el inalcanzable sueño de que los mexicanos disfrutaremos de servicios de salud de excelencia y gratuitos, con medicamentos completos de patente.
Gane quien gane en los comicios, la próxima mandataria deberá resolver un grave problema macroeconómico, el cero crecimiento que heredará y una impagable deuda pública. ¿De dónde sacarán el dinero para financiar los servicios de salud que demandará una mayor población?
No hay más médicos en las unidades de medicina familiar, primer contacto con los pacientes; hay desabasto de medicamentos y de vacunas, por lo que regresaron enfermedades ya erradicadas como la polio, la viruela y el sarampión. Tampoco hay más camas en los hospitales de segundo y tercer nivel. Los laboratorios y gabinetes en los nosocomios están cerrados por falta de materiales y las cirugías se postergan por meses por quirófanos saturados.
Reactivar toda esa estructura a los niveles que había antes de 2018 requiere de enormes presupuestos con los que no contará el próximo gobierno. Es criminal que la 4T engañe a la población entera con la utopía del sistema de salud danés.