Juárez y el bandolerismo primitivo
Alberto Vieyra G. martes 26, Mar 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Ya hemos dicho que a Benito Juárez solamente la muerte le quitó el poder en 1872, después de una fraudulenta cuarta reelección presidencial. Además de la anguina de pecho, Juárez sería envenenado con veintiunilla, episodio del cual se ha hablado muy poco, pero hasta ahora su deceso ocurrió por un infarto al miocardio, de acuerdo con su médico de cabecera, el doctor Álvarado. Sí, Benito Pablo Juárez García robó su cuarta reelección. Pero antes, el ilustre indio zapoteco, quien huyó de Guelatao, después de que se le perdió una oveja había cometido otro gran error: mandar a su casa a gran parte del Ejército Liberal, que constaba de aproximadamente 160 mil efectivos, después del sitio de Querétaro en 1867, cuando fue fusilado Fernando Maximiliano de Habsburgo y ni las gracias les dio. Juárez cometería el error de despedir a los soldados que habían sido fundamentales en el triunfo de México contra el ejército francés. Tan sólo del Ejército de Oriente conformado por más de 12 mil soldados, entre ellos Porfirio Díaz, Benito Juárez mandó a la calle a más de 8 mil.
¿Qué ocurrió después de ese error garrafal de Benito Juárez?
Desmilitarizar al país se tradujo en una ponzoñosa época que sería llamada como la era del bandolerismo primitivo, que tiene sus orígenes allá por los polvorientos caminos de España, cuando en 1710 un hombre, llamado Ambrosio, asolaba los caminos robándole a los ricos todas sus propiedades y para ello usaba una carabina cargada con cañamones que no es otra cosa que una semilla de nabo que se utiliza como alimento para los pájaros.
Cuando Ambrosio fue capturado quedó demostrado que su carabina era inofensiva, pero él así hizo historia. Por ello, cuando alguien o algo no sirve para nada se utiliza el término “éste y la carabina de Ambrosio son igualitos”. La cuestión es que en México, decenas de militares despreciados por Benito Juárez, entre ellos mi antiguo pariente el Chepe Vieyra y Juan Yáñez, que alcanzaría celebridad como Relumbrón en la novela de Manuel Payno, Los Bandidos de Río Frío, además de otros bandidos como Los Plateados en el estado de Morelos o Chucho el Roto, que conformaría una gavilla de bandidos con el Chepe Vieyra y sin faltar La Carambada de Oliveira del Pozo, a quien se atribuye el envenenamiento de Benito Juárez, entre muchos más, conformarían la era de los bandoleros primitivos en México. Aquí le tendré la historia del Chepa Vieyra y Chucho el Roto.
La carambada tenía su estilo para delinquir por los caminos del centro del país se vestía de hombre, montaba a caballo y después de asaltar algún carruaje de ricos se desabrochaba la camisa para que supieran por quién habían sido asaltados. Por ahora, con este relato concluyo que Benito Juárez no fue como AMLO, que quiso militarizar al país, aunque con su error de desmilitarizarlo condenó a México a la era del bandidaje tan sofisticado hoy en día en carreteras, caminos rurales, transportes públicos y sin faltar en casas habitación. No faltan historiadores que nos hablan del bandolerismo primitivo desde tiempos remotos en todo el mundo, pero en México ya sabe usted de quién nos viene la herencia y lo peor es que AMLO hace como que hace que es una burda imitación del Benemérito de las Américas. Será en lo malo porque en lo bueno nomás no.