La alianza opositora
¬ Augusto Corro jueves 21, Mar 2024Punto por punto
Augusto Corro
Sin duda, la alianza opositora se ve débil en las campañas electorales que se registran a lo largo y ancho de nuestro país, pues el próximo mes 2 de junio se votará por miles de cargos públicos, entre otros el de la Presidencia de México. La coalición integrada por el PAN, PRI y PRD acordó ir unida en la lucha electoral, en la que se pelea por los intereses de los partidos y sus dirigentes, sin tomar en cuenta principios e ideologías. Lo que importa es ganar el poder. Así pues, a los políticos ya no les interesa pertenecer a alguna corriente de las llamadas de izquierda, centro o derecha, sino que lo más importante para ellos es el poder, que incluye las soluciones de los intereses personales.
Para los efectos prácticos, en la contienda electoral los militantes ya no se acuerdan de los principios. Tuvieron que hacer una revoltura de las diversas corrientes políticas para reflejar unidad, aunque sea por los lazos materiales de las conveniencias. En el caso de la candidatura de la opositora Xóchitl Gálvez, su origen incierto la ubica como panista, pero en el fondo se ignora de dónde llegó directamente. Quizás fue una candidata impuesta por el ideólogo de los empresarios, Claudio X. González, quien además puso las condiciones y su estrategia, que por cierto, le falló. Los priistas y los perredistas apenas si pudieron exigir respeto para sus partidos que intentaron que el abanderado presidencial surgiera de su partido.
Se simuló una selección del candidato presidencial, en la que participaron, sin recato alguno, personajes panistas, priistas y perredistas, que fueron derrotados por la improvisada candidata: la senadora hidalguense Xóchitl Gálvez. Se trató de una competencia sin final feliz. No terminó como se esperaba. Ni siquiera se permitió el debate entre Xóchitl Gálvez y la senadora priista, Beatriz Paredes, quien en buena lid sería la ganadora. El PRI no quiso defender a su representante. El PRD tuvo que aceptar a la panista, porque así fue el convenio. Para ser sinceros, los perredistas no tenían ninguna oportunidad de ganar, con el exgobernador michoacano, Silvano Aureoles Conejo.
En el mismo partido panista, se cumplieron las órdenes de Claudio X. González y bajaron de la contienda electoral al diputado Santiago Creel un aspirante a la silla presidencial. El blanquiazul alcanzó el cargo de coordinador de campaña de Xóchitl Gálvez, quien recibe parte de la asesoría del expresidente Vicente Fox. A nivel nacional, la oposición marcha, supuestamente, con un sinfín de problemas, uno de estos relacionado con el estancamiento de la hidalguense en las encuestas sobre las preferencias electorales, que la ubican cada vez más lejos de la doctora Claudia Sheinbaum. Los partidos de la alianza opositora, salvo Acción Nacional, se encuentran en situación de sobrevivencia, es decir, sin nada que aportar a favor de Xóchitl Gálvez.
Para los dirigentes de los partidos tiene mayor importancia la solución de sus intereses políticos y de acuerdo a esas ambiciones es como actúan. La unidad de la oposición no es pareja en todo el país. Por ejemplo, en la información del diario La Razón se trata de la manera en que funciona la alianza partidista en algunas entidades del país, que en algunos casos se consideró una fractura en la coalición partidista, pues están muy peleadas, con mucha demanda las candidaturas. En Coahuila van juntos PRI y PRD y excluyen al PAN; en Baja California, el PRI decide ir solo; en Tlaxcala PRI y PAN excluye al PRD; en Tabasco, el PRD decide ir solo; en Yucatán, el PRD compite sin compañía; y en Tamaulipas, PAN y PRI hacen a un lado al PRD.
La lucha por conseguir un cargo político no involucra a los líderes de los partidos, Marko Cortés, del PAN; Alejandro Moreno, del PRI; y Jesús Zambrano, del PRD. Los tres, con mucha anticipación, aseguraron su escaño en el Senado.
¿Usted qué opina amable lector?