¿Se puede ser feliz en la inseguridad?
Luis Ángel García miércoles 20, Mar 2024Por la Derecha..!
Luis Ángel García
En esta administración, el líder moral y político de la 4T se ha empecinado en desconocer o descalificar todo indicador internacional que mida crecimiento, desarrollo, democracia, seguridad, salud, calidad de vida, empleo, pobreza, transparencia, educación, entre otros temas sobre la mejoría o el retroceso del entorno ciudadano. Para ello no sólo tiene otros datos, sino sus propios datos, mediante los cuales quiere hacerle creer a la población que el país va bien, que la gente está contenta y a gusto con el régimen. También rechaza los informes de los organismos constitucionales autónomos que supervisan o auditan a la administración pública y que sirven de control de las funciones del Ejecutivo. Por ello desapareció a las instancias evaluadoras de la educación y del desarrollo social, apretó al Inegi para que no realice las encuestas sobre pobreza, pretende desaparecer al INAI para favorecer la opacidad y resta independencia al INE, además de atentar contra la instancia reguladora de la competencia económica. En el ámbito internacional, desconoce los resultados de la prueba PISA, así como el ranqueo de la OCDE o los informes sobre el estado de nuestra democracia, amén de arremeter contra la ONU y la OEA por sus observaciones sobre derechos humanos, desapariciones forzadas, desplazamientos de comunidades, crisis migratoria y violencia política. Niega también la pérdida de la gobernabilidad a manos del crimen organizado
Ante el retroceso económico, político y social de México, el inquilino de Palacio Nacional pretende imponer nuevas variables que le pueden ser más favorables, como hablar de bienestar en lugar de desarrollo, imponer un sistema académico ideologizante, antes que reconocer el atraso de los estudiantes en áreas como las matemáticas o la lectura y prefiere formar mano de obra barata que profesionistas altamente competitivos. Tampoco tenemos un sistema de salud mejor que el de Dinamarca, pero lo que menos les importa es la salud de los mexicanos, son los negocios que se pueden hacer al amparo de las licitaciones que representan mucho dinero, aunque no se logre el abasto de medicamentos.
Por ello busca hablar de bienestar y hacernos creer que aun en la pobreza vivimos bien, además de sacar de la chistera que somos un pueblo feliz, feliz, feliz, cuando será el gobierno con menor crecimiento económico de las últimas cuatro décadas, que no alcanzará el número de empleos similares a los de 2018, o que la economía descanse en el comercio informal, o que la gente con empleo formal no tenga recursos para comprar dos canastas básicas al mes, que se tenga un sistema de salud colapsado, con niños con cáncer que mueren sin tratamientos ni medicamentos, con millones de mexicanos sin esquemas de salud por la desaparición del Seguro Popular y cuyo sustituto resultó una entelequia y cueva de Alí Babá.
¿Se puede ser feliz en una nación con más de 180 mil muertos en cinco años? Este resultó el sexenio más sangriento del México contemporáneo, donde una fallida estrategia de seguridad posibilitó que el crimen organizado se apoderara del país y arrebatara la gobernanza al gabinete de la 4T y a muchos de los gobiernos extraídos de ese proyecto político. Aunque no lo reconoce este gobierno, está en deuda con los ciudadanos, quienes padecen los efectos de la delincuencia, la cual ha pasado de ser un poder fáctico a sustituto de las autoridades en los tres niveles de gobierno. El gran temor de los foros internacionales y de analistas nacionales es que los criminales determinen el futuro de la democracia el 2 de junio e impongan candidatos, financien campañas, amedrenten al árbitro electoral e inhiban, con violencia, la participación ciudadana. Nada favorece más a la 4T que el abstencionismo y el voto de quienes han sido cooptados por las dádivas de un gobierno paternalista que utiliza los programas sociales con fines electoreros.
Si queremos ser felices, ejerzamos el derecho ciudadano que nos haga realmente felices. La alegría ya viene.