Debate
Carlos Ramos Padilla martes 19, Mar 2024Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla
Se presentaron los tres aspirantes a gobernar la CDMX: Clara Brugada, combativa, contestataria; Santiago Taboada, estructurado, maduro; Salomón Chertorivski, superficial, explosivo.
Vergonzosa, la presentación física de Brugada, desparpajada, mal sentada, pésimo manejo de su imagen. Los otros dos con presencia.
Brugada inició con los golpes bajos, las navajazos de barrio, tuvo que sobresalir mencionando a AMLO y cuatro veces a Sheinbaum, no puede nadar sola, tiene que colgarse de otros y replicar sus discursos de ataque a los adversarios y presumir de lo que más carecen: honestidad.
Señaló que la oposición destaca por gobiernos machistas y clasistas. No ve la viga en el propio ojo. Advirtió que sus adversarios “atacan, mienten y calumnian”, ejercicios todos con los que inició su participación.
Mintió con sus datos, aseguró que se ha reducido la pobreza y decretó el camino para determinar a Taboada, acusando una y otra vez, sin pruebas, del que llama el cártel inmobiliario, evadiendo con toda intención que ese fenómeno inició precisamente en Benito Juárez con Fadala Akabani, hoy secretario de Economía del gobierno capitalino, y con Layda Sansores en Álvaro Obregón, hoy gobernadora de Campeche.
Se hundió Brugada en su argumentos, señalando los tres partidos corruptos que están representados en un sólo candidato cuando todos los días le estallan a Morena y la familia presidencial escándalos por abusos e irregularidades.
Tampoco señaló como con trampas bajaron a Ebrard para imponer a Sheinbaum. Santiago Taboada se vio seguro en sus lineamientos, iba informado, presumió que Benito Juárez es la alcaldía más segura del país y consideró que Morena representa fracaso y retroceso.
Propuso ejemplos que no pudo replicar Brugada como el Metro, el agua, el desabasto de medicamentos, escuelas de tiempo completo y estancias infantiles. Generó propuestas concretas.
No prepotente, ni cayendo en el juego de las fantasías ni las utopías, ofrece proyectos viables para resultados tangibles. Los tres desestimaron hablar de impuestos y sí mantendrán los vigentes, los incrementarán o crearán otros. Los tres minimizaron el grave problema social de la economía informal. Ninguno se atrevió a hablar de la narco economía. En este primer round no hay ganadores ni perdedores, solamente se exhibieron en un primer intercambio de productos y posturas. La decisión está en las urnas y la valoración de sus argumentos la tenemos la sociedad. De Salomón Chertorivski no merece el menor comentario. Que se acabe su bote de palomitas y le convide a Dante Delgado.