La Iglesia católica demanda a los candidatos presidenciales defender la paz
Miguel Ángel Rivera lunes 11, Mar 2024Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Sin desearlo, pero ante el vacío dejado por las autoridades nacionales, los ministros de la Iglesia católica han quedado involucrados en el esfuerzo de pacificación nacional, sobre todo ante la cercanía de los comicios en que se decidirán la Presidencia de la República y muchos otros importantes cargos federales, estatales y municipales, todos los cuales tienen un grado de riesgo, pues las organizaciones criminales tratan de asegurarse la impunidad para sus acciones.
En este marco general debe de inscribirse un nuevo llamado de la jerarquía de la Iglesia Católica a las autoridades, pero también a los ciudadanos comunes para contribuir a evitar que en las venideras elecciones se impongan esas organizaciones de delincuentes, que tenían como actividad principal la comercialización de drogas, pero que cada día se extienden a otras actividades económicas, al grado de imponer en muchas regiones de la República los precios de los artículos de primera necesidad.
En este marco debe entenderse y atenderse el llamado de la Arquidiócesis Primada de México, a través del editorial de su revista oficial Desde la Fe, artículo que lleva como título “La paz es un serio compromiso”.
“En medio de la ola de violencia que se vive en México, es prioritario que las candidatas y el candidato a la Presidencia, Xóchitl Gálvez, Claudia Sheinbaum y Jorge Álvarez, asuman un compromiso serio con la búsqueda y el mantenimiento de la paz en nuestra nación.
Es por ello que, el firmar acuerdos de paz y trabajar incansablemente por su cumplimiento no solo es una necesidad urgente, sino también un deber moral y un imperativo social de los tres candidatos presidenciales”, sostiene el editorial del órgano oficial del arzobispado capitalino, que concuerda con otras recientes declaraciones de la Conferencia del Episcopado, que representa a toda la Iglesia Católica en México..
“A unas horas de que los tres candidatos acudan a firmar este lunes el Compromiso nacional por la paz, la invitación que hacemos es a tomarse en serio este compromiso y a trabajar juntos por la paz más allá de cualquier diferencia política”, agrega el texto del Episcopado, que también establece:
“La violencia que vivimos tiene consecuencias para nuestras comunidades, rompiendo el tejido social, sembrando miedo y desconfianza, y privando a las personas de su dignidad y su derecho fundamental a vivir en paz.
“Invitamos a los candidatos a que reconozcan la gravedad de esta situación y asuman de una manera responsable la búsqueda de soluciones efectivas y duraderas, dando prioridad al diálogo y a la escucha, principalmente de los más vulnerables”, dice el editorial en una evidente contradicción a lo que sostienen el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y su candidata, Claudia Sheinbaum Pardo, en el sentido de que han logrado reducir los índices de los delitos más graves.
“Jesucristo nos llamó a amarnos unos a otros, a buscar la reconciliación y a ser constructores de paz. La violencia va en contra de los principios fundamentales del cristianismo y solo puede sembrar más sufrimiento y dolor en nuestras vidas.
“Las candidatas y el candidato a la presidencia tienen la oportunidad de marcar la diferencia y dejar un legado positivo para las futuras generaciones al sumarse y firmar el Compromiso nacional por la paz, no como un acto simbólico, sino como un compromiso serio y tangible con el bienestar de nuestro país.
“La paz no puede ser un mero eslogan de campaña, sino un objetivo prioritario que guíe estrategias, acciones y decisiones, un objetivo que además nos llama a todos los que conformamos la sociedad y que no queda únicamente como un deber político”, afirma el documento del arzobispado primado de nuestro país.
López Obrador no sale del pantano de
Ayotzinapa y se mete en otro berenjenal
Es bien conocido el principio por el que se guía el presidente López Obrador, de “no me vengan con que la ley es la ley” y por eso no sorprende que se haya involucrado en un nuevo problema legal al pedir a la Fiscalía General de la República (FGR), que conduce su incondicional Alejandro Gertz Manero, atraer el caso del estudiante de la normal rural de Ayotzinapa.
Antes de tomar posesión —faltan menos de siete meses para que termine su mandato— López Obrador prometió solucionar los ocurrido la noche del 26 de septiembre en Iguala con los 43 normalistas y todavía no puede cumplir.
Primero puso como responsable de las averiguaciones al luchador de izquierda Alejandro Encinas —que tampoco tiene preparación como investigador penal— quien naturalmente fracasó luego de liberar a los pandilleros que en principio habían admitido ser responsables de la desaparición de los normalistas, pero luego cambiaron sus versiones para lograr la libertad, a cambio de colocar como presuntos culpables a las ex autoridades que los colocaron en prisión, entre ellos el ex procurador general de la República Jesús Murillo Karam, ahora considerado universalmente un preso político.
El hecho es que estamos muy lejos de que se cumpla la oferta del inquilino de Palacio Nacional de solucionar la tragedia de Iguala, para lo cual se autodesignó como investigador central, pero en vez de avanzar en esa tarea, asumió una tarea adicional: solucionar el caso del asesinato de otro normalista de Ayotzinapa, ahora a consecuencia de protestas ocurridas la semana anterior en Chilpancingo, Tixtla y otras zonas de Guerrero por la renuencia de López Obrador a renuirse con los padres de los 43 desaparecidos hace más de 9 años o, al menos, recibir un pliego petitorio.
Como ya ha ocurrido en otras ocasiones, el político tabasqueño rompió las normas al solicitar a la Fiscalía General de la República (FGR) atraer las averiguaciones, pues se supone que ese organismo es “autónomo”, es decir, que no depende del Ejecutivo Federal y, por consiguiente, no está sometido a sus mandatos.
De cualquier manera, supuestamente motu proprio, la dependencia a cargo de Gertz Manero decidió atraer las investigaciones, pero nada presagia que las averiguaciones tengan un final exitoso.
Para empezar, las primeras averiguaciones parecen muy contaminadas —por decir lo menos—, pues de inicio el joven sacrificado y sus acompañantes resultaron descalificados por conducir un vehículo robado, lo cual no es ninguna novedad respecto a los normalistas de Ayotzinapa pues desde hace años se movilizan en transportes “expropiados”, como sucedió hace casi diez años, cuando los desaparecidos acudieron a Iguala para apropiarse de otros autobuses para participar en protestas por la matanza del 2 de octubre de 1968.
Ahora, la policía de Guerrero, en defensa de sus elementos, sostuvo originalmente la versión de que los normalistas, entre los cuales estaba el hoy difunto Yanqui Rothan Gómez Peralta, iban armados y dispararon contra los agentes. A su vez, los compañeros de los normalistas denunciaron que los agentes del orden “sembraron” armas para justificar su violenta respuesta.
Para contaminar más las averiguaciones, López Obrador recogió, en principio, la versión policiaca en el sentido de que los jóvenes iban armados y repelieron con violencia la persecución de las autoridades. El mandatario reprodujo que los policías afirmaron que los estudiantes les dispararon al intentar detenerlos por conducir un auto robado. “La policía de Guerrero sostiene que era un carro robado, pasan un arco a la entrada de Chilpancingo, viniendo de Tixtla, cerca de un hotel los detienen, dicen los policías que los muchachos disparan”, afirmó el Presidente.
“Es muy lamentable que se haya presentado esta situación, un día después de que se llevara una protesta en Palacio Nacional, sin embargo son cosas distintas”, dijo el Presidente.
Además, el inquilino de Palacio Nacional se exhibió como jefe de campaña de su “corcholata” favorita, Claudia Sheinbaum, al solicitar a los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa no acudir a los actos de campaña de la ex jefa de gobierno de la CDMX.
“Con todo mi respeto, que no se vaya a sentir que es un acto de censura, le pido al dirigente, al abogado que asesora a los papás y mamás de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, que no caiga en actos de provocación, que actúe con responsabilidad”, expresó.
“¿Por qué pasarlo a la candidata? ¿por qué no pasarlo a los tres candidatos?”, dijo López Obrador.