Llamada de atención
Ramón Zurita Sahagún jueves 7, Mar 2024De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Hasta ahora se puede considerar como una simple llamada de atención, que fue contenida, sin que pasara a mayores, pero dentro de los ataques a Palacio Nacional en tiempos de paz, puede ser el más relevante y presagio de algo más.
Atacar las puertas de Palacio Nacional para ingresar al recinto en los momentos en que López Obrador participaba en su mañanera, pudo tener resultados catastróficos.
Los agresores prefirieron quedarse en la puerta y evitaron así una confrontación con la policía militar que resguarda el inmueble.
Largas peroratas del presidente López Obrador hablan de la tranquilidad que impera en el país, de la alegría que media entre los mexicanos, los que viven muy contentos y de que los hechos violentos son simulaciones desarrolladas por publicistas que buscan impactar en el proceso electoral.
Una y otra vez recalca lo mismo y tal vez tenga razón y la felicidad los mexicanos la manifiestan de formas distintas, como fue el caso de los padres de los normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, los que dieron muestra de estar contentos, tumbando una de las puertas de acceso a Palacio Nacional.
La expresión de alegría de quienes tienen casi 10 años esperando justicia y reclaman se cumplan los compromisos adquiridos al inicio de este sexenio, son distintas a las que destacan los grupos delincuenciales, los que manifiestan su júbilo, mediante el uso de sus armas largas para advertirle al pueblo que su disputa no es con ellos.
Rápida fue la respuesta de esos personajes que son manejados por los publicistas y a los que el Ejecutivo federal tampoco quiso atender y derivó a el subsecretario de Gobernación para que dialogue con ellos, como lo han hecho con anteriores subsecretarios, sin que les resuelvan nada.
Los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, la intromisión de los grupos delincuenciales en las campañas electorales, las amenazas a algunos candidatos y el asesinato de otros más son algunos eventos recientes que deben ser tomados en serio, al igual que manifestaciones que deben ser atendidas de inmediato para prevenir riesgos mayores.
Existe una gran polarización de la política. La disputa por la Presidencia de la República está dividida en dos bandos, los que apoyan las acciones del gobierno federal, encabezado por López Obrador y los que están en contra de la forma en que viene manejando el gobierno y el trabajo desempeñado por el actual gobierno.
En este tramo no incide el candidato de MC, el que está catalogado como un participante testimonial, que simplemente no impacta entre los electores y que no pondrá en riesgo la victoria de alguna de las mujeres compitiendo.
Lo ocurrido en Palacio Nacional puede ser tomado como provocación, hecho aislado o el inicio de una fuerte escalada que puede conducir a hechos más violentos.
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Qué pasa con algunos políticos que rechazan tener apellidos comunes y prefieren ser llamados por el apellido materno que suena más pomposo y menos castizo. Dos ejemplos de lo anterior son el candidato al Senado por la CDMX, Omar García Harfuch, quien tiene preferencia por el apellido materno, lo que, posiblemente, indignaría a su abuelo y padre, el general Marcelino García Barragán ex secretario de la Defensa Nacional y su padre, Javier García Paniagua, los que usaban los dos apellidos y nadie les llamó Barragán o Paniagua. Para Omar le resultó más fácil ser conocido e identificado por el apellido materno. Igual sucede con Jorge Álvarez Máynez, candidato presidencial, que desecha el apellido paterno y se va por el materno, para que no lo confundan con los cientos de personas llamadas igual… Finalmente el gobierno federal o local se encargará de cuidar a los candidatos que se siente amenazados. Se acordó que los de representación del Congreso y los candidatos presidenciales sean cubiertos por el gobierno federal y los que van por una alcaldía o diputación local lo hagan en sus estados… Finalmente, Abelina López Rodríguez fue impulsada por Morena, para buscar la reelección en Acapulco. La actual alcaldesa no tiene buenos números, ni resultados en ningún aspecto, pero ante la inoperancia del gobierno estatal, sus pecados son menores.