Gran fiasco
Freddy Sánchez jueves 7, Mar 2024Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Una mega cárcel con un plan de acción innovador altamente eficaz y sin la más mínima posibilidad de vulnerar sus sistemas de control y seguridad a fin de cumplir a cabalidad un proyecto carcelario con objetivos tangibles de resguardo de reos, controles disciplinarios inviolables y auténtica readaptación social de los reos liberados, es lo que el país requiere.
Y cualquier otra cosa, sólo sería una mera ilusión fantasiosa o demagógica a “estrellarse contra la pared” de la realidad.
Esa es una opinión surgida de la experiencia de tantos fracasos carcelarios escuchada más de una vez entre proponentes de cambios cuyas ideas poco o nada se suelen tomar en cuenta.
Además, exactamente la misma reflexión que se podría aportar al proyecto de Xóchitl Gálvez en relación a su voluntad de que si llega a la Presidencia promoverá la construcción de una sola prisión para los sujetos a proceso con sentencias emitidas por jueces.
En ese sentido cabe mencionar que una de las cuestiones a resolver de inmediato en caso de contarse con la prisión de la que habla la candidata presidencial del bloque opositor, es legislar para que se cumpla la Constitución en lo concerniente a que los juicios penales deben concluirse en un año.
Algo que desde hace mucho tiempo no ocurre y no tanto por negligencia de los jueces, sino porque supuestamente la defensa de los procesados recurre a solicitar ampliaciones del plazo para sentenciar en espera de nuevas pruebas de descargo y así pasan y pasan años y años sin sentencias para un sinnúmero de internos.
De modo que se les sentencia al año sin dar más prórrogas o en la nueva cárcel se tendrá que crear un área especial para esta clase de presos.
Y algo por el estilo habría que hacer con los reos de alta peligrosidad, los que delinquen por primera vez, (dependiendo de la gravedad del delito o delitos cometidos), los drogadictos y quienes hayan pertenecido a una corporación policiaca o militar.
Por otra parte, es ampliamente sabido que en las prisiones las canonjías se consiguen con dinero o la intimidación de los más violentos. O sea que el que paga o atemoriza obtiene privilegios, mientras naturalmente los custodios y alcaides en las cárceles por fingir que cuidan se hacen de buena paga.
Los honestos que también los hay en las estructuras de mando y supervisión de los penales, es posible que se resistan a dejarse comprar o intimidar, aunque por lo regular las conexiones con el exterior hacen presa de riesgos sus familias si no cooperan con el mercado de beneficios en un establecimiento carcelario.
Queda más que claro entonces que una mega prisión (lo que se oye espectacular) amerita una suma de ideas y medidas de recomposición de lo que en la actualidad y casi todo el tiempo han sido las prisiones al servicio primordialmente de una delincuencia impune de ciertos reos “de alta jerarquía” que están dentro y tienen influencias fuera de un reclusorio.
Una triste realidad que urge cambiar en pos de un positivo manejo de los internos para que en tanto estén privados de su libertad cambien su forma de vida y consigan con trabajo productivo lo que hoy les cuesta dinero o las peores humillaciones a su dignidad.
Así que de no aportarse las ideas que se traduzcan en acciones apropiadas para que una prisión en el país cambie lo que han sido recurrentes fracasos en materia de manejo de internos penitenciarios y readaptación social lo que se puede esperar de cualquier futuro programa de reclusión con reos sentenciados es otro gran fiasco.