Por si alguien lo duda, la CNDH deja constancia de su color “moreno”
Miguel Ángel Rivera miércoles 6, Mar 2024Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Amenazada de muerte (en realidad, de suicidio, pues se quiere convertir en “defensoría del pueblo”), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) encabezada por la “morena” Rosario Piedra Ibarra, intenta demostrar que todavía puede servir al régimen, al menos mediante el recurso de tratar de descalificar a sus contendientes.
A pesar de que su ley orgánica le prohíbe inmiscuirse en asuntos electorales, el mencionado organismo que se supone autónomo y dedicado exclusivamente a la defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos puso en evidencia, nuevamente, que su vocación es defender a la llamada cuarta transformación y en particular al partido oficial, Morena.
Aparte de las protestas de la oposición por el nombramiento de Rosario Piedra Ibarra como titular de la CNDH a pesar de sus antecedentes de militancia en el partido gobernante, la limitación para intervenir en asuntos electorales quedó en claro cuando dicho organismo tuvo una confrontación con la Instituto Nacional Electoral en octubre de 2022, cuando propuso la “transformación” del organismo rector en materia electoral.
Los consejeros electorales agradecieron a la CNDH que atienda a sus responsabilidades, pero le aclararon que sus funciones no incluyen los comicios.
“El INE hace referencia al Artículo 102, apartado B, párrafo tercero, de la Constitución, que advierte que los organismos de protección de los derechos humanos no son competentes tratándose de asuntos electorales, por lo que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos tiene prohibición constitucional expresa para intervenir en temas de índole electoral”, recordaron los consejeros electorales en un comunicado en el cual agregaron:
“Incluso, el Artículo 41, párrafo tercero, base V, Apartado A, de la misma Constitución detalla que sólo corresponde al INE, en su calidad de organismo constitucional autónomo, la función estatal de organización de las elecciones, así como a los Organismos Públicos Locales”, detalló.
El comunicado precisó que el INE, “desde su creación, cumple con las responsabilidades que le han sido asignadas para garantizar la democracia”, y así lo dejó de manifiesto en la respuesta que emitió, desde junio pasado, a la recomendación general 46/2022 de la CNDH, en la cual acusó supuestas violaciones a derechos humanos, a los derechos de la democracia, protesta social, a la reunión y a la asociación cometidas por el Estado entre 1951 y 1965.
En el mencionado documento, el órgano electoral nacional agradeció a la CNDH que atienda a sus responsabilidades, así como el Instituto -dijo- atiende y seguirá atendiendo los derechos político-electorales cabalmente y la ciudadanía será quien se lo reclame.
“El INE hace referencia al Artículo 102, apartado B, párrafo tercero, de la Constitución, que advierte que los organismos de protección de los derechos humanos no son competentes tratándose de asuntos electorales, por lo que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos tiene prohibición constitucional expresa para intervenir en temas de índole electoral.
“Incluso, el Artículo 41, párrafo tercero, base V, Apartado A, de la misma Constitución detalla que sólo corresponde al INE, en su calidad de organismo constitucional autónomo, la función estatal de organización de las elecciones, así como a los Organismos Públicos Locales”, señaló el Instituto, al precisar:
“El INE, antes IFE, fue fundado como órgano autónomo en 1993, y desde entonces cumple de manera cabal los compromisos que le mandatan la Constitución y la ley para fomentar la vida democrática, fortalecer el régimen de partidos políticos y asegurar a la ciudadanía el ejercicio de sus derechos político-electorales. De la misma manera, se espera que otros órganos autónomos también atiendan a cabalidad sus funciones”.
No obstante tales antecedentes, la Comisión de Derechos Humanos persiste en entrometerse en asuntos electorales, en especial con la finalidad de defender los intereses de Morena, partido en el cual militó su titular, Rosario Piedra.
Esto quedó en evidencia con la difusión del documento titulado Primer Informe sobre Violencia Política para la Protección y Defensa del Derecho a la Democracia, el cual supuestamente tiene como finalidad “visibilizar la larga lucha que ha tenido que librar el pueblo para construir la democracia en nuestro país, así como para identificar los obstáculos, las estrategias y las argucias con las cuales se ha venido obstaculizando y retardando el pleno ejercicio de sus derechos político-electorales, por parte de quienes han detentado los poderes reales, fácticos y formales, una minoría que no ha dudado en recurrir a la manipulación del voto y a la propaganda negra para descalificar y anular a sus adversarios, e incluso a la violencia política de Estado, la llamada guerra sucia que vivimos entre 1951 y 1990, que dejó un saldo de violaciones graves a derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, cuya secuela aún padecemos”.
Más adelante, el documento de la CNDH advierte que “abriga la convicción de que no estamos ante un escenario de polarización, pero que se nos quiere llevar a él por estrategia electoral de algunos actores” y como si fuera culpa de la oposición, señala que “la polarización de un país se da cuando éste se parte en dos, ya lo hemos vivido en el pasado”.
También, en consonancia con las denuncias desde las filas del oficialismo acerca de conspiraciones y de la parcialidad de los medios de comunicación, la CNDH revela que “en el mes de febrero de 2024 identificamos algunas expresiones de violencia política, no sólo ejercida desde y hacia aspirantes a puestos de elección popular, sino también, y prioritariamente, desde los discursos que reproducen los medios de comunicación y redes sociales que atentan contra el Derecho a la Democracia en nuestro país, entendida ésta no sólo como los procesos y las instituciones del Estado vinculadas con la planeación, organización y ejecución de las elecciones, sino con todos aquellos aspectos que conforman la participación del pueblo antes, durante y después del proceso de elección, incluyendo el acceso a información veraz, el respeto de los derechos político-electorales de la población y de las y los candidatos, la libre manifestación de las ideas de todos los sectores involucrados (autoridades y pueblo), entre otras”.
Pero no sólo eso, el organismo presidido por la “morena” Piedra Ibarra también descalifica la “marea rosa” que abarrotó el Zócalo capitalino en defensa de la democracia nacional.
Al respecto, el parcial documento de la CNDH sostiene que “dentro del espacio referencial de tiempo de este primer informe, es necesario resaltar la convocatoria a la manifestación del domingo 18 de febrero, bajo la difusión masiva a través de redes y medios del mensaje de “narco presidente”, y el discurso del ex consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, quien bajo el argumento de no pertenecer a un partido político, planteó una retórica en torno a un “posible atentado contra la democracia del país”, entendido así a partir de la crítica que hizo a las reformas constitucionales planteadas por el Ejecutivo federal, además de acusar a la administración federal de promover “encuestas falsas para que creas que este arroz ya se coció y que la elección está definida”.
“No es menor mencionar que, durante la movilización del 18 de febrero, se reprodujeron expresiones y discursos racistas y clasistas, que, vistos desde una perspectiva de derechos humanos, atentan contra el Derecho a la Democracia, al normalizar la discriminación contra ciertos sectores de la población nacional y extranjera, además de mostrarse fehacientemente, el impulso a una o varias campañas negras o guerras sucias como instrumento para la manipulación electoral”…
Por si la defensa del régimen no resulta suficientemente explícita, el texto de la CNDH descalifica las versiones periodísticas acerca del supuesto financiamiento del narco a campañas de López Obrador. “Es de resaltar que, posterior a la presentación de los reportajes mencionados y al inicio de la campaña de difamación, se dio a conocer el uso de granjas de bots y/o troll centers como parte de la estrategia para impulsar y sostener la campaña negativa en redes sociales”, afirma.