La pelea por Michoacán
Roberto Vizcaíno miércoles 3, Ago 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El hecho de que la candidata sea hermana de
- Felipe Calderón aumenta los riesgos
- El factor Elba Esther abre innumerables interrogantes en el Estado
- Moreira no se abate y sigue adelante con su campaña por el país
Empujados por las encuestas que indican que el PRI podría ganarles de cinco y tres a uno en la presidencial del próximo año, el PAN y el PRD se preparan para darle la pelea en todos los escenarios al tricolor.
Y como el siguiente escenario electoral donde podrán medirse es la contienda por la gubernatura de Michoacán, que se jugará en los comicios del domingo 13 de noviembre próximo, los tres partidos han trasladado a esa entidad todas sus baterías y fuerzas políticas.
Se da el caso además de que la disputa por esa gubernatura cobra especial relevancia, porque la candidata de Acción Nacional es ya Luisa María Calderón, hermana del Presidente de la República.
Existe en medio de este escenario el hecho de que hace 16 años, en los comicios a gobernador en Michoacán de 1995, Felipe Calderón fue lanzado por el PAN y perdió frente al priísta Víctor Manuel Tinoco Rubí.
Este antecedente junto con el fracaso de los candidatos de Acción Nacional en las últimas elecciones estatales, tanto a gobernador como a alcaldes y diputados locales… ante la caída sufrida en los comicios federales de 2009, cuando la bancada de diputados federales del PAN se redujo a menos de la mitad, y frente al persistente indicador de las encuestas que señalan que Felipe Calderón deberá entregar la banda presidencial el 1 de diciembre de 2012 muy probablemente al priísta Enrique Peña Nieto, hacen de la contienda por la gubernatura de Michoacán un dulce muy envenenado para los panistas y para el Presidente de la República.
Tanta es la presión que tiene hoy Felipe Calderón, que no pocos se preguntan si podrá resistir ecuánime, institucionalmente un posible triunfo del priísta Fausto Vallejo sobre la derrota de su hermana Luisa María Calderón en Michoacán.
Por lo pronto, las dos fuerzas políticas más confrontadas en esta entidad, el PAN y el PRI, han anunciado que sus fracciones senatoriales irán a realizar a Morelia en las próximas semanas sus reuniones plenarias con miras a construir ahí sus acuerdos parlamentarios para el período que inicia el 1 de septiembre.
La verdad, es que tanto los senadores del PRI como los del PAN irán a Morelia a apoyar a sus respectivos candidatos a gobernador… los tricolores a Fausto Vallejo y los panistas a Luisa María Calderón.
Y como en la guerra y el amor -y agregaríamos que en las campañas electorales- todo se vale, ayer se anunció que el Panal irá en alianza con el PAN para apoyar a la hermana del Presidente.
El solo anuncio abrió de inmediato múltiples especulaciones, ya que la obviedad nos dice que esa alianza la negoció Elba Esther Gordillo personalmente con el presidente Felipe Calderón.
Esta alianza se da justamente un mes después de que La Maestra balconeó terriblemente a Felipe Calderón, al informar que en 2006 ella negoció con él votos y operación político-electoral a cambio de cargos públicos para sus recomendados. El Presidente tuvo que salir días después a admitir que Elba Esther decía la verdad.
Hay quienes -como mi testigo protegido-, creen que la fuerza de Elba Esther en la firma de estas alianzas está en el control que ejerce sobre los maestros a través del SNTE.
Pero no. Menos en Michoacán, donde las bases del magisterio están dominadas por la llamada “Coordinadora”, que es una corriente encarnizadamente opositora a Elba Esther Gordillo dentro del SNTE.
No. Elba Esther basa su poder en el control que tiene de un experimentado y fogueado grupo de operadores electorales integrado esencialmente por maestros, a los cuales ha formado y capacitado a lo largo de los últimos 15 años, y a quienes les paga sobresueldos importantes, y que en el país podrían sumar entre 30 mil a 90 mil profesores.
Adicionalmente, cuenta con una intrincada estructura electoral sección por sección, distrito por distrito en cada uno de los 300 que existen en el país, que actúan dentro de la norma electoral que establece que cada presidente de casilla, secretario, auxiliar, etc., debe vivir en la sección y distrito donde se registra.
Sólo ella a través del SNTE tiene la posibilidad de mantener una estructura así, porque maestros hay en todo el país.
En forma adicional se apoya en un experimentado grupo de levantamiento de opinión que le indica con claridad las preferencias electorales de los ciudadanos de cada municipio o estado, y entonces sabe dónde y cómo puede actuar para garantizarle votos a un determinado candidato.
La operación más común realizada por ella y su grupo se da en contiendas cerradas como la que se plantea desde ahora para la gubernatura de Michoacán.
Entonces, ella y su grupo escogen un determinado número de casillas a donde inscriben a sus operadores experimentados y donde ellos se aseguran que habrá entre 500 y 700 votos a favor de su candidato. Si escogen y operan 100 casillas y logran meter un promedio de 500 votos por su candidato en cada una de ellas, entonces Elba Esther le garantiza a sus aliados 50 mil votos.
Eso es lo que muy probablemente hizo en los controvertidos y muy conflictivos comicios presidenciales de julio de 2006 para darle el triunfo a Felipe Calderón.
Quizá le aseguró así uno, dos o tres millones de votos. Nadie más que ellos lo saben. El pago nos podría indicar que fue un número suficiente para que Calderón le diera las direcciones de la Lotería Nacional, el ISSSTE y el Sistema de Seguridad Pública, así como la Subsecretaría de la SEP para su yerno.
Es por eso que su participación en la contienda de Michoacán será importante. Y porque a lo mejor su participación en Michoacán al lado del PAN es un adelanto de que ya pactó con Calderón para que vaya en alianza con Acción Nacional en la presidencial del 2012.
Por lo pronto, los de enfrente no se arrugan y Humberto Moreira, que también trae su método, afirma que tanto en Michoacán como en Tabasco y otros estados, el PRI bajo su mando está -según las encuestas de Mitofsky y Grupo de Comunicación Estratégica-, entre 12 y 20 puntos arriba.
Entrevistado ayer en Villahermosa, el dirigente nacional tricolor indicó que “faltan 10 meses y 28 días para la elección federal, la presidencial y la gubernatura en Tabasco, lo cual significa que faltan 9 meses y 28 días para el arranque de las campaña aquí en Tabasco, y 8 meses y 28 días para el arranque a nivel nacional de la campaña a la Presidencia de la República…
“Faltan 7 meses para que tome protesta de manera oficial nuestro candidato a la Presidencia de la República, y de ahí a los 5 meses, es decir de 5 a 7 meses, en ese lapso, en esos dos meses que quedan en medio es donde tenemos que tomar la decisión de quién será el candidato a la Presidencia de la República”.
Si uno saca las cuentas, lo que dice Moreira, es que entre diciembre y febrero próximos es cuando se conocerá quien será oficialmente el candidato del PRI a Los Pinos, aunque ya todo mundo sabe que el puntero en esa carrera es Enrique Peña Nieto.
Junto con ese proceso de selección, agregó, correrá también el lanzamiento de los candidatos a las 128 senadurías y a las 500 diputaciones federales.
En ese tiempo igualmente se conocerán quienes competirán bajo el logo del PRI por la jefatura de gobierno del DF, por las 16 delegaciones capitalinas, por las gubernaturas de Jalisco, Guanajuato, Morelos, Tabasco y Chiapas.
“Las encuestas que yo tengo, las de Mitofsky y de Gabinete de Comunicación Estratégica, dicen que hay una distancia importante entre el PRI y el PRD aquí en Tabasco… nos dicen que vamos arriba por más de 12 puntos en una de ellas, y por más de 14 en otra…”.
Moreira recorre hoy el país, pero ha dicho que irá a vivir la mayor parte de su tiempo a Morelia, para encabezar desde ahí todos los trabajos de campaña, a fin de garantizar el triunfo del candidato de su partido.
En fin, que la última contienda de este año advierte que subirá el calor de la confrontación entre las tres fuerzas políticas más importantes en México, porque lo que sigue es la pelea por Los Pinos y el Congreso, nada más.