Crimen a tope
Freddy Sánchez jueves 29, Feb 2024Precios y desprecios
Freddy Sánchez
“Al cuarto para la doce” de la terminación del actual sexenio, cuánto se ha logrado avanzar en contra de la inseguridad y la corrupción.
Esas dos preguntas inevitablemente tendrán que plantearlas algunos o muchos de los electores que no han decidido su voto, suponiendo que decidirán ir a votar.
En contraparte, lógicamente entre los simpatizantes de la 4T, es más que obvio que su evaluación sobre la lucha contra el delito y la inmoralidad si no es satisfactoria, en realidad, tal cosa pareciera contar menos que su agradecimiento por los apoyos sociales recibidos.
De ahí que su respaldo se podría considerar inamovible en torno al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, exactamente lo mismo que sucede en el frente opuesto con un veredicto diferente.
Y es que los críticos y adversarios del actual régimen no parecen modificar su postura de desaprobación a las actividades en materia de seguridad enfatizada con el señalamiento de que hoy se tiene “un narcogobierno”.
Una aseveración que ha dado lugar a una singular defensa de la reputación del gobierno de la Cuarta Transformación dando eco en la conferencia presidencial a 200 millones menciones en redes sociales de “narco presidente”, aunque eso se haya hecho de acuerdo a lo dicho por Andrés Manuel con la intención de denunciar una campaña en su contra.
La cuestión es que en referencia a una supuesta connivencia del gobierno de Morena y grupos criminales los críticos del actual régimen insisten y no dejan de insistir en señalar que existen sobradas evidencias de una posible relación amistosa con mafiosos.
El famoso saludo de AMLO a la mamá de El Chapo (una de las imágenes más difundidas en el actual periodo sexenal), las críticas para “los besos y los abrazos” con que se piensa y se dice que se trata a criminales, las revelaciones de presuntos personajes de las mafias delictivas señalando contubernio con cercanos y familiares de Andrés Manuel y demás especulaciones y rumores constituyen la amplia gama de elementos para poner en duda la honestidad del gobierno de la 4T.
Hacer pensar millones de veces que tenemos un régimen corrupto asociado y respaldado por cárteles del narcotráfico es difícil de quitarlo de la cabeza de quienes a diario leen o escuchan las mismas afirmaciones por medio de redes sociales y otros medios de comunicación.
Y ante la repetida acusación de “narcopresidente” y “narcogobierno”, hay quien plantea que si eso fuera absolutamente cierto por qué teniendo una supuesta relación directa con criminales el gobierno de la 4T no solicita una tregua al derramamiento de sangre con motivo de la elecciones.
Porque de haber tales complicidades un acuerdo en ese sentido, beneficiaría las dos partes (gobierno y criminales acusados de ser socios), bajando el clima de horror social por tanta brutalidad criminal.
Algo que de inmediato dio lugar a la reflexión de otros con el apunte de que si todas las mafias del delito tuvieran un mando único eso sería fácil de orquestar, pero tal parece que con algunos mafiosos se pacta y con otros no sin que pueda saberse a bien a bien qué funcionarios pudieran tener estos tratos si es que lo tienen.
Lo cierto es que sea lo que fuere que esté sucediendo entre autoridades y mafiosos en torno al combate de la inseguridad y la lucha contra las organizaciones delictivas algo parece innegable: corrupción e inseguridad en el actual régimen están igual o peor que antes.
Y quizás sin exagerar podría decirse crimen a tope.