Un deterioro emocional
Alberto Vieyra G. jueves 29, Feb 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“Buenos días. ¡Ánimo… porque lo mejor es lo peor que se va a poner!”. Fue la frasecita metafórica, cínica y premonitoria con la que Andrés Manuel López Obrador saludó desde el púlpito mañanero el pasado lunes 26 de febrero, al tiempo que sonreía de manera burlona.
¿Qué quiso decir con dicha frasecita? ¿Nos estará anticipando que el proceso electoral será anulado por la barbarie de un imparable crimen organizado que ya mató a más de 15 candidatos en este proceso electoral y que ha metido a México en un baño de sangre sin que haya ningún poder humano que lo contenga? ¿O que él seguirá en su absurda elección de Estado? ¿Habrá querido decir que México seguirá de mal en peor porque él ha entrado en un franco deterioro emocional y mental ante la avalancha de críticas que pesan sobre la corrupción que envuelve a sus hijos y el fulminante hashtag de #narcopresidente? ¿Será que en Palacio Nacional ya pesa ese diario saludo que dice “menos días, señor Presidente”? ¿AMLO estaría adelantando que a los mexicanos nos espera una apabullante era neoliberal autoritaria en la que se cancelarán gran parte de las libertades que los mexicanos hemos conquistado con sangre en nuestras luchas históricas contra nuestros opresores? ¿Será que está en peligro aquella histórica frase de Miguel de Cervantes cuando dice: “Sancho, amigo, la libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos”? ¿Está en peligro la libertad de expresión porque quienes han difamado al Presidente los ha quemado en leña verde, porque según él goza de mucha calidad moral y política?
¿AMLO nos estará asustando con los segundos pisos de su remedo político o nos estará hablando de un catastrofismo electoral para que la gente no salga a votar el día de las elecciones? ¿Estará hablando de que el juicio contra el periodista Carlos Loret de Mola es una amenaza contra todo aquél periodista que intente criticar al presidente, entre ellos su hermano de los sobres amarillos y exhiba a la familia presidencial como la más corrupta de la era sexenal? ¿AMLO nos estará advirtiendo a chairos y conservadores fifís que ¡cuidado porque ahora el ejército nos está espiando a todos! los que hablemos mal de los jefes militares y de los mandamases de Palacio Nacional? ¿Nos estará advirtiendo a los mexicanos que “no me salgan con que la ley es la ley, porque mi ley estará siempre por encima de la ley de leyes”? ¿O dirá AMLO que con más abrazos y no balazos, México será igualito a una nación en guerra?
En suma, AMLO ¿nos estará amenazando con el cuento ese de la caperucita roja y el lobo feroz o será que el fenómeno AMLO es un caso digno de estudio de la psiquiatría?
Vaya usted a saber, pero lo cierto es que este 1 de marzo comienza la mugrosa espotiza que hablará de dos México: El México de los buenos y el México de los malos. La mugre de los spots estará hasta en la sopa. Emocionalmente nos causará mucha mella a este México polarizado por AMLO.