Salgado protesta por mediación de obispos en asuntos no atendidos por su gobierno
Miguel Ángel Rivera jueves 22, Feb 2024Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Bajo la sospecha de ser uno de los principales responsables del avance del narcotráfico y la delincuencia organizada en Acapulco y todo Guerrero, el senador morenista Félix Salgado Macedonio salió en defensa de hija y aparente gobernadora, Evelyn, ante los avances de los obispos de esa entidad federativa que han intentado llenar huecos (barrancas, abismos) dejados por el poder civil al no cumplir con su obligación primaria de ofrecer seguridad a todos sus habitantes.
“En este país puede haber obispos que representan a Dios y puede haber obispos que representan al diablo”, aseveró el senador “moreno” al señalar que la Iglesia católica no tiene por qué meterse en los asuntos del estado al existir una separación.
“Cero, cero Iglesia católica en asuntos de gobiernos”, sentenció el morenista al ser cuestionado por la situación de violencia e inseguridad que azota a la entidad que gobierna su hija.
El político que se autobautizó como “Toro sin cerca” y que ha sido señalado porque durante su administración como presidente municipal de Acapulco aumentó exponencialmente la presencia del crimen organizado, defendió la gestión de su hija la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, quien llegó al cargo en maniobra de última hora para burlar la decisión de las autoridades electorales (Tribunal e Instituto electorales).
En particular, dice la nota de la agencia Quadratín, Salgado negó rotundamente que en Guerrero haya Estado fallido.
“Por supuesto que no y hay gobierno y hay buena gobernadora”, refutó.
“Guerrero está que arde, ¿cómo está viendo las cosas?, se le preguntó al senador guerrerense cuando circulaba por el llamado Patio del Federalismo de la sede de la Cámara alta.
“Ahí va, ahí vamos, poco a poco”, respondió el, además, presidente de la Comisión de la Defensa Nacional del Senado, al restarle importancia a la situación de violencia que ha azotado en los últimos días en distintas partes del estado, incluida la capital, Chilpancingo, al grado de quedar varios días sin transporte público, como resultado por las protestas de los concesionarios, saturados por las extorsiones y la violencia de que son objeto de parte de las bandas de delincuentes, que les imponen cuotas y hasta fijan los precios de los productos de primera necesidad.
“La gobernadora se llama Evelyn Salgado Pineda, no hay más gobernadores que ella y por lo tanto la responsable de otorgar la seguridad en Guerrero es la gobernadora. Imagínense ustedes si se anduviera pidiendo la intervención de poderes fácticos para pacificar el estado, por supuesto que no. Por eso hay autoridades y para eso están el gobierno federal, estatal y municipal”, sostuvo el legislador “moreno”.
Salgado Macedonio aseguró que la gobernadora no ha negociado con el narco porque no debe ni puede ser. “Aquí el gobierno tiene que darle el tratamiento adecuado a toda la población y el deber de la gobernadora es el velar por la población y otorgar la seguridad”, puntualizó.
Ninguna acción sobresaliente del gobierno
de Guerrero contra la delincuencia
Con toda la contundencia de las declaraciones del que se considera real gobernador de Guerrero, el hecho es que no se conoce ninguna acción contundente de las autoridades de ese estado en contra de organizaciones de delincuentes. Por el contrario, están documentados encuentros amistosos de funcionarios, como la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, con jefes de bandas de delincuentes perfectamente identificados.
Estas acusaciones alcanzan inclusive a la gobernadora Salgado. Su ex esposo Alfredo Alonso Bustamante, es hijo de Joaquín Alonso Piedra, también conocido como “El Abulón”, quien fue detenido en 2016, por ser el presunto operador financiero del cártel de los hermanos Beltrán Leyva. Fue detenido por la Policía Federal, pero luego liberado, según rumores debido a las presiones del crimen organizado y los pagos realizados para que no prosperara el proceso judicial.
Evelyn Salgado ha dicho que no existe tal nexo con el crimen organizado y que se trata de una guerra sucia, pero si esa supuesta vinculación quedó atrás, la aparente gobernadora saltó de un hoyo para caer en un barranco:
Por su actual “pareja sentimental”, Rubén Hernández Fuentes, la mandataria viola o al menos deja de lado el nepotismo que según el presidente Andrés Manuel López Obrador fue erradicado por Morena, tiene el cargo de coordinador operativo de la Oficina de la Gubernatura, desde donde –dicen empresarios locales– asigna sin licitación alguna obras del gobierno estatal, previa negociación, con su hermano Óscar Omar.
Los enterados dicen que el nombramiento de Rubén Hernández Fuentes fue decidido por “Papa” Félix, con quien el “yerno sentimental” comparte la pasión por las motos.
Entre las muchas sombras que se proyectan sobre el gobierno guerrerense está el hecho de que el tío de los Hernández Fuentes, el empresario José Guadalupe Fuentes Brito, quien fue asesinado junto con su hijo en la Autopista del Sol, entre Chilpancingo y Acapulco.
En apariencia se trató de un caso más de la violencia que azota al estado, aunque oficialmente es negada o minimizada. Pero también surgen otras sospechas porque el empresario Fuentes Brito era patrocinador de la campaña, dentro de Morena, del ex aspirante presidencial Marcelo Ebrard, además de que generaba envidias por su habilidad para conseguir contratos de gobiernos desde hace tres o cuatro sexenios.
Su amigo, el también empresario Pioquinto Damián Hurtado, afirmó en su momento que lo ocurrido en la Autopista del Sol no fue un simple asalto. “No es un episodio más de inseguridad, a él lo pararon y aunque entregó la camioneta, lo rafaguearon, eso no tiene ninguna lógica, es una situación muy extraña”, sostuvo en entrevista con Azucena Uresti.
Cada uno con su cada cual
A propósito de la violencia en Guerrero, en su conferencia mañanera de ayer, el presidente López Obrador admitió que hubo 12 muertos como saldo de un presunto enfrentamiento entre bandas del crimen organizado ocurrido en Miguel Totolapan, Guerrero.
El inquilino de Palacio Nacional, quien de manera reiterada ha sostenido que durante su gobierno no han ocurrido matanzas y que todo son inventos de sus “enemigos”, ahora tuvo que reconocer que hubo un elevado número de víctimas que en ocasiones no se registra en naciones que están en guerra.
En su conferencia matutina ofreció que luego se darían a conocer más detalles de lo ocurrido en Totolapan, en la región de Tierra Caliente.
“Sucedieron en la sierra, en la Tierra Caliente de Guerrero. Se presume —falta más información—, que fue un enfrentamiento entre bandas de la delincuencia, hasta ahora 12 muertos”, confirmó.
El enfrentamiento entre Los Tlacos y La Familia Michoacana se reportó la tarde del lunes y una versión apuntó a 17 cuerpos calcinados. Sin embargo, más tarde, la Fiscalía General del Estado (FGE) minimizó el hallazgo a sólo cinco cadáveres calcinados.
Aparte de confirmar que sí hay matanzas —no se puede definir ese lamentable acontecimiento de otra manera— lo ocurrido en Guerrero también puso de relieve que las organizaciones criminales recurren al fuego para deshacerse de los cuerpos de sus víctimas, pero el inquilino de Palacio Nacional en vez de interiorizar optó por lanzarse contra otra de sus víctimas favoritas: el Poder Judicial Federal.
Esta vez el motivo es el caso del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, que paulatinamente gana etapas de su juicio sin que lo puedan impedir los agentes del Ministerio Público dependientes de la Fiscalía General de la República (FGR), institución que se supone autónoma e independiente, pero a cada paso tiene que ser rescatada y defendida por el jefe del Ejecutivo.
López Obrador criticó al Poder Judicial por “dejar libres a todos” los presuntos delincuentes de cuello blanco.
“Esto tiene que ver con los jueces, con el Poder judicial, que deja libres a todos, delincuentes, presuntos delincuentes de cuello blanco y presuntos delincuentes del crimen organizado”, sostuvo el político tabasqueño.
Tras recordar casos como amparos contra la distribución de los libros de texto y por el pago de impuestos de parte de una empresa privada, López Obrador aseguró que el Poder Judicial está “dominado por una oligarquía corrupta” y que “no representa al pueblo de México”.