El Tigre de Nazar
¬ Francisco Reynoso martes 20, Feb 2024Triple Erre
Francisco Reynoso
En las revelaciones y confesiones que hace Miguel Nazar Haro en el libro: El Tigre de Nazar, escrito por el periodista Gustavo Castillo García, podrá entenderse, el fracaso del presidente Andrés Manuel López Obrador en la lucha contra las poderosas organizaciones del crimen organizado que tienen ensangrentado a México y de rodillas a los mexicanos.
Miguel Nazar fue agente, comandante, subdirector y director de la Federal de Seguridad. Le tocó lo más álgido de la llamada guerra sucia en contra de la guerrilla pro comunista manipulada por intereses internacionales.
El policía que combatió a la Liga Comunista 23 de Septiembre, a los grupos de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas y resolvió incontables secuestros, entre ellos los de Fernando Gutiérrez Barrios, Rubén Figueroa Figueroa y José Guadalupe Zuno, suegro del ex presidente Luis Echeverría, explica en muy pocas palabras el desastre de la 4T.
Al surgir el problema de los grupos guerrilleros, que secuestraban, asaltaban bancos y mataban impunemente, por fanatismo, se percató que las policías de México eran un desgarriate. Cada una andaba por su cuenta. No se conocían y había enfrentamientos.
Nazar Haro decide crear la Brigada Especial y habida cuenta que en la 23 de Septiembre tenían una Brigada Roja, que era la más sanguinaria, la más aguerrida, en la DFS deciden llamar Brigada Blanca al grupo que se formaba con elementos de la Policía Militar, Judicial Federal, Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIPD), Judicial del DF y el Batallón de Radio Patrullas del Estado de México.
Explica Miguel Nazar que la DFS tenía alrededor de mil elementos. Y de ese universo, a 400 los tenía infiltrados en sindicatos, universidades, partidos políticos y, por supuesto, en las organizaciones subversivas, como la 23 de Septiembre.
Cuenta el policía que uno de sus infiltrados fue Sócrates Campos Lemus, conocido mundialmente con uno de los grandes líderes del Consejo de Huelga de la UNAM en 1968.
Ahora, en la batalla contra los cárteles del crimen organizado, el gobierno de la 4T moviliza a cientos de miles de soldados, marinos, Guardia Nacional y policías estatales y municipales.
Y como dice López Obrador a los partidos de la oposición: Les hacen lo que el viento a Juárez.
En la lucha contra el crimen organizado no hay, de este lado, organización, ni estrategia, ni metodología, ni investigación científica de la que presumía Nazar.
Y no hay infiltrados para conocer las estrategias y las negras intenciones de los grupos criminales.
En aquellos años de la guerrilla urbana, la Liga Comunistas 23 de Septiembre imprimía un periódico llamado Madera. Y a las 5 de la mañana era repartido en las entradas de las fábricas para invitar a los trabajadores a sumarse a la lucha.
También se llevaba Madera a las universidades y a todos los lugares donde se pudiera reclutar gente. Nazar Haro tenía infiltrados y se podía combatir el reclutamiento.
Ahora los grupos criminales incorporan a sus filas a decenas de miles de niños, niñas y jóvenes. ¿Cómo lo hacen? Seguramente no les envían cartas para que acudan a realizar pruebas de capacidad e ingreso.
El crimen organizado recluta jóvenes de todas edades, hombres y mujeres, con una facilidad extraordinaria y sorprendente. ¿Y qué hacen las autoridades?
Dice López Obrador que la delincuencia se combate yendo a los orígenes, a combatir la desigualdad. “La justicia es generadora de paz social”, sostiene el presidente López.
Y para llegar a las causas de desigualdad social, de combate a la pobreza, la 4T otorgar becas a jóvenes que siembran futuro, becas a emprendedores y reparte dinero por aquí y por allá que sólo sirve, en la mayoría de los casos, para que se metan en el mundo de los vicios, el alcohol y las drogas.
Disparos al aire
El libro El Tigre de Nazar contiene un sin fin de anécdotas y datos interesantes
Cuenta que su carrera se truncó —aspiraba a convertirse en subsecretario de Gobernación— cuando le dijo a Miguel de la Madrid que era un pendejo.
Nazar no lo dice así, con todas sus letras, pero al buen entendedor.
Dice que el gran destructor del PRI todopoderoso fue Ernesto Zedillo. Desde que tomó posesión como primer mandatario, en sustitución de Carlos Salinas, empezó a entregar al país a la oposición. Al PAN, para ser preciso.
Cuenta que a Fernando Gutiérrez Barrios le mandaba puros Fidel Castro, de los que fumaba el comandante, y que en la isla al secretario de Gobernación se le conocía como “el caballero rey”.
En El Tigre de Nazar encontrará referencias de ex director de la DFS sobre Arturo El negro Durazo. “Era el favorito del presidente López Portillo. El negro lo llamaba Pepe delante de todos. Y tenía derecho de picaporte en Los Pinos.
Una vez llegó —cuenta— cuando lo esperaban secretarios de Estado y embajadores. Entró sin pedir autorización. Se metió a la casa de López Portillo. A los que se quedaron sorprendidos les dijo: “¡Quihubo bueyes!”.
La verdad es la verdad
y no admite otros datos