Campañas y realidad • II
¬ Augusto Corro martes 20, Feb 2024Punto por punto
Augusto Corro
[ Segunda y última parte ]
Lo ideal de una democracia sería acudir a las urnas con la información completa y la conciencia plena de que se logrará algún beneficio para la ciudadanía y, por supuesto, para uno mismo.
Porque ya lo señalamos anteriormente, los únicos que consiguen ganancias son los que llegan al poder gracias a nuestros votos, como ocurre tradicionalmente. De ahí la necesidad de conocer a los candidatos y de plano saber que se espera de ellos. Emitir el voto a ciegas a nadie beneficia. Ganar por mayoría de sufragios, ya está muy visto, a nada conduce. El ganador aparece unos cuantos días y ya no se vuelve a saber de él.
De ahí la importancia de llegar a las urnas a emitir el sufragio con sentido, pues son millones de personas que actúan mecánicamente, con el único propósito de cumplir y nada más.
A ese número sector de desinformados se suman los apáticos, aquellos que prefieren el abstencionismo, del que poco se habla.
En el renglón de las campañas electorales, éstas se cumplen a medias. Su único propósito es incrementar la votación. De antemano se sabe que las promesas de los candidatos no se cumplirán.
Y esas se repiten hasta el cansancio cada vez que hay elecciones. Por ejemplo, el domingo se efectuó una concentración a favor de la democracia.
De acuerdo con la información del evento, asistieron al acto público alrededor de cien mil personas. También la manifestación se llevó a cabo en otras ciudades. Esa cantidad de asistentes por la democracia es insignificante ante el número de millones de mexicanos que irán a votar el próximo 2 de junio.
Es muy importante tocar el tema de la democracia, pero también hay otros problemas que, actualmente, merecen mayor atención.
¿De qué sirve ir a votar si con los próximos gobiernos continuará la espiral de violencia que golpea a los mexicanos?
¿No hubiera sido más importante presionar a las autoridades para erradicar la delincuencia organizada que nos lleva a vivir en la inseguridad?
Sin embargo, los adversarios del actual gobierno y de la Cuarta Transformación (4T) prefieren luchar por lo intangible.
Lo que se ve y se padece en materia de delincuencia pasa a segundo término.
Quizás como nunca sea tan importante acudir a las urnas para emitir un voto pensado, que realmente ayude a la población regresar el país a la seguridad, ahora tan deseada.
Que bueno que una cantidad considerable de ciudadanos defiende a la democracia, pero mejor sería que tomara en cuenta la realidad en que vivimos y terminara con la criminalidad.
Además, es urgente que las autoridades de impartir justicia sean revisadas y remozadas. Sus actuaciones son opacas, por decir lo menos y los delincuentes saben que pueden controlar a los representantes de la ley.
Culpables o no, quienes violaron las leyes no reciben el castigo merecido. Las carpetas de las Fiscalías son una burla.
Uno de los casos de escándalo es el de los 43 normalistas secuestrados en 2014. Las investigaciones viciadas meten y sacan de la cárcel a personas involucradas o no en la desaparición de los jóvenes.
El próximo mes empezarán las campañas políticas para elegir a nuevos funcionarios incluido el cargo de Presidente de la República.
En el presente, se conoce a los candidatos muy superficialmente. Los aspirantes a la Presidencia de la República, en sus precampañas apenas si toman en cuenta los problemas que agobian a la sociedad mexicana.
¿Los asesinatos, las desapariciones de personas, los feminicidios, las extorsiones, etc., no desaparecerán?
Campañas políticas y realidad nos muestran distintas situaciones que no nos brindan satisfacción alguna.
¿Usted qué opina amable lector?