Instituciones
Alberto Vieyra G. jueves 15, Feb 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El régimen político surgido de la Revolución Mexicana dio como resultado un México de libertades e instituciones fuertes. Tan fuertes y diversas fueron esas instituciones, que hoy impiden la concentración del poder en un sólo hombre y tan fuertes que permiten el autogobierno, es decir que los ciudadanos se gobiernen con presidentes, sin presidentes y a pesar de los presidentes de la república.
Los llamados caudillos surgidos de la Revolución Mexicana tenían muy presente la tesis del filósofo y escritor fránces Charles-Louis de Secondat, mejor conocido como Montesquieu, cuya tesis se basa en la separación de poderes, para evitar el uso arbitrario, abusivo del poder y en consecuencia la tiranía para salvaguardar las libertades y los derechos de los ciudadanos. Montesquieu es categórico, el poder debe descansar en 3 poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Así de clarito era el ilustre Montesquieu y debería leerlo y releerlo un Andrés Manuel López Obrador, que busca con argucias y por todos los medios desaparecer esas instituciones que no permiten que se concentre el poder en un sólo hombre, como él sueña ilusamente con tener todo el poder en sus manos como suelen hacerlo los dictadores. Montesquieu nos deja en claro que las dictaduras o tiranías han sido históricamente enemigos de las libertades y por eso otro gran teórico de la ilustración Jean-Jacques Rousseau, quien sostenía la tesis de que el ser humano nace libre, pero después queda encadenado obedeciendo leyes y dictaduras.
En su demencial paquete electorero de las 20 reformas a la Constitución, que jamás logrará porque no tiene los votos legislativos, AMLO propone desaparecer a las siguientes instituciones que le estorban o que son un contrapeso para evitar su tiranía como son el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (Coneval), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), así como a la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, que se sumarían a la Cofece, la CRE y el INAI, está última institución odiada por él porque ha divulgado a particulares toda la podredumbre de corrupción en este régimen, comenzando por la “estafa maestra” de Segalmex de más de 15 mil millones de pesos y sin faltar las tropelías de los hijitos de AMLO que se están hinchando de dinero en compañía de unos podridos o prestanombres empresarios que sin duda, serán los nuevos ricos de México. Para el señor Presidente esas instituciones, muchas de ellas que fueron creadas por la exigencia de él mismo y otros mercenarios del poder no sirven para nada y son una carga económica para el Estado mexicano. Una mentira de a tonelada. Pero, además AMLO quiere tener en su puño al Poder Judicial Federal bajo la tiránica mentira de que jueces, magistrados y ministros deben ser electos por el voto popular aunque no sepan ni pizca en cuestiones de asuntos jurídicos porque la actual Suprema Corte de Justicia de la Nación está al servicio de “los conservadores y de una minoría rapaz de cuello blanco”.
Felizmente, la electorera reforma amlista quedará muerta en breve, pero él aprovecha como el jefe de campaña electoral de su “corcholata” Claudia Shenbaum, a quien dicho sea de paso le está arrebatando los principales espacios en los medios de comunicación lo que ha originado que su oponente Xóchitl Gálvez esté creciendo agigantadamente, mientras la llamada científica mexicana Sheinbaum, tropieza y vuelve a tropezar con los llamados segundos pisos entre los que están la macabra inseguridad que campea en México, pues acaba de anunciar en Sonora que si gana la silla presidencial en México continuará la política de “abrazos y no balazos”, es decir manga ancha a los criminales para que sigan masacrando a los mexicanos.