170 millones de mirones
Alberto Vieyra G. martes 13, Feb 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Hasta el viernes pasado 9 de febrero de 2024, 170 millones de mirones habían visto con tamaños ojotes y con involuntarias carcajadas el hashtag #NarcoPresidente.
Aquí entre nos: ¿Usted cree que AMLO es un “narcopresidente”?
Está encanijadísimo y a punto del patatus. El Presidente de la República jura y perjura que es un angelito de esos que hechizan a los pueblos y a la sociedad vacía en particular; que es inocente; que él jamás estira la mano; que es inocente, honesto hasta la pared de enfrente y que quiere que le demuestren que en un narcopresidente.
Muchos de mis 3 lectores y radioescuchas me han preguntado si AMLO es un narcopresidente. Yo los remito al dicho que reza que “cuando el río suena es porque agua lleva”.
Nadie le demostrará a AMLO que es un “narcopresidente”. Este átomo de la comunicación sabe que el narco entró a la Presidencia de la República desde hace más de 4 décadas y no ha salido. Desde entonces, los gringos que nos vigilan con lupa saben muy bien de lo que les estoy hablando. Por lo menos los últimos 7 Presidentes mexicanos han estado en la mira del tío Sam y de cada uno de ellos, la DEA, la CIA, el Pentágono y demás organismos de inteligencia norteamericana tienen los pelos de la burra y también la burra en la mano.
Me atengo al reportaje del afamado periodista internacional Tim Golden, publicado por ProPublica, uno de los medios periodísticos más serios de Estados Unidos.
El escabroso asunto es digno de análisis. Mire usted, los gringos siempre tienen un as bajo la manga para someter a los tlatoanis aztecas que se salen del huacal. ¿O qué no Donald Trump sometió a AMLO con el asunto de la migración y hasta le puso 28 mil soldados de la Guardia Nacional para que detuviera las oleadas de inmigrantes para que no llegaran a Estados Unidos? ¿Por qué AMLO tan mansito con los gringos y tan alzado con los mexicanos que no comulgan con su ideología?
El reportaje en cuestión nos revela que el Departamento de Justicia de Estados Unidos tienen a 5 testigos en el asunto de los dineros del cártel de Sinaloa a la campaña de AMLO y dos de esos testigos están plenamente identificados como Nicolás Mollinedo, el famoso Nico, chofer de AMLO y Mauricio Soto Caballero, en cuya casa de Polanco el Cártel de Sinaloa les entregó la pachocha.
Para Estados Unidos el asunto estaba cerrado desde 2011, pero para AMLO, que suele buscarle 3 pies al gato y hacerse la víctima, no es caso juzgado y hasta el pasado viernes llevaba 10 días dedicándole en la mañanera espacios ilimitados al asunto del narcopresidente y él mismo se encargó de proporcionar el dato de los 170 millones de mirones que tuvieron acceso al hashtag, que misteriosamente desapareció en alguna de las redes sociales.
Es lógico que si Estados Unidos tenía esa papa caliente, en algún momento se la iba a sacar a López Obrador. ¿Por qué ahora, para ponerle un imborrable sello que ya lo marcó para toda su vida y para la historia de México? ¿O qué quieren ahora los gringos de AMLO o mejor dicho de México?
AMLO quiere que Tim Golden venga a la mañanera, pero Tim ya le pintó un violín. Le dijo que le daría el derecho de réplica pero en una entrevista personal, como marcan los cánones entre un jefe de Estado y un periodista. ¿A poco Tim Golden es un ingenuo para venirse a meter a la ratonera, a que lo hagan trizas los moléculas periodistas que le hacen la tramoya y le ponen la escenografía al Presidente, quien por cierto fue informado que sería publicado dicho reportaje, pero su vocero presidencial se durmió en sus laureles y seguramente AMLO también?
En fin, el mote de “narcopresidente”, AMLO no se lo quitará jamás, pero ni yendo a bailar a Chalma, en donde por cierto ya se baila muy poco.