Las reformas
Freddy Sánchez jueves 8, Feb 2024Precios y desprecios
Freddy Sánchez
La Constitución ha sido reformada tantísimas veces que otras más no hacen mucha diferencia.
Ante esa idea una obligada reflexión. Las modificaciones por consenso a la Carta Magna son diferentes a los cambios que se pudieran hacer con artimañas y para ventaja exclusiva de cualquier grupo partidista.
Y eso justamente es lo que debe quedar debidamente aclarado respecto a los cambios legales realizados durante la administración del presidente López Obrador, que la Suprema Corte resolvió cancelar por considerarlas inconstitucionales.
En el ánimo de un sector social, el papel de la Corte ha sido de obstrucción hacia los proyectos de reforma propuestos y efectuados durante el gobierno en turno, pero en contraparte otro sector de la sociedad se muestra conforme con la actuación de los ministros, al cancelar leyes que a su juicio violaron el marco constitucional.
De tal suerte que la entrega de un nuevo paquete de reformas en el último año de gobierno de Andrés Manuel, lógicamente ha recibido dos respuestas. Una a favor y la otra en contra.
Más allá de entrar en el detalle de la discusión sobre cada una de las modificaciones de ley que se proponen existe la predisposición a dar por hecho que se trata de algo que en las cámaras legislativas tendrá un distinto trato.
Por una parte, la aprobación sin titubeos de Morena y sus aliados a lo que nuevamente propone el presidente López Obrador y el rechazo opositor en cuanto a lo que amerite reformas constitucionales.
En algunos círculos políticos se ha considerado la posibilidad de que el frente opositor o una parte de los partidos políticos que lo integran podrían estar de acuerdo con ciertas reformas propuestas por el Ejecutivo, previa aprobación de algunos ajustes a las iniciativas, aunque eso tendrá que valorarse en las siguientes semanas.
Y en lo relativo a otros temas como lo electoral, por ejemplo, definitivamente se descarta posibilidad alguna de acuerdos parlamentarios y por lo mismo tendrá que esperarse el resultado de las elecciones para lo que venga posteriormente en materia de reformas legislativas.
Es de señalar que de lograrse el éxito del llamado “plan C” de Morena y sus aliados para que estas instituciones alcancen una mayoría absoluta en las dos cámaras federales, cualquier cambio a la Constitución que se proponga realizar no tendría obstrucción alguna.
La desaparición de órganos autónomos para incorporar sus funciones en instituciones federales, la reducción de plazas de diputados y senadores con la eliminación de los plurinominales y el nombramiento de jueces, magistrados y ministros en el poder judicial por medio del voto popular, prácticamente se harían una realidad en el siguiente periodo legislativo.
Y es que Morena y sus aliados podrían hacer y deshacer en materia legislativa todo cuanto se les sugiera desde el Palacio Nacional con la sustituta de Andrés Manuel, si Xóchitl y la oposición sufren una derrota colosal en las urnas.
Pero, justo porque una parte de la sociedad está abiertamente en contra de que tan cosa suceda en México, es que habrá que dar tiempo para poder saber qué tanto ganará o perderá Morena y sus aliados en las dos cámaras legislativas y entonces vislumbrar el futuro de las reformas.