Violentas antipatías
Freddy Sánchez martes 6, Feb 2024Precios y desprecios
Freddy Sánchez
¿De “china poblana” a activista electoral, en dos actos políticos y dos países distintos la misma persona?…
Tras formular esa pregunta alguien dijo: “eso sí es una auténtica transformación”.
Se refería al caso de la dama que supuestamente apareció en actividades proselitistas de Morena con un atuendo propio del folklor mexicano dando su apoyo a un morenista y luego enfundada en una chamarra del mismo partido despotricando contra Xóchitl Gálvez en su visita a Nueva York.
Esas situaciones fueron capturadas por una lente fotográfica de lo que se dio cuenta en redes sociales provocando reacciones diametralmente opuestas.
De un lado los que festejaron con gozo los epítetos de “asesina” y “corrupta” que supuestos inmigrantes profirieron a la candidata a la Presidencia del frente opositor cuando “se la toparon” en plena calle.
Y por el otro lado no se hicieron esperar las respuestas de quienes calificaron las agresiones verbales contra Xóchitl como “un montaje” pagado por Morena.
Y a esta última suspicacia se añadió el señalamiento de aquella dama que aparentemente era una de las dirigentes de los vociferadores y al mismo tiempo habría sido participe en un evento realizado tiempo atrás para apoyar a un político del partido morenista.
Sendas fotos sobre la doble personificación de la susodicha se exhibieron en las redes sociales.
Y aparte, naturalmente, otras gráficas en las que se hacía notar un numeroso apoyo hacia Xóchitl en su visita a Nueva York.
El caso es que simultáneamente, en las mismas redes sociales, se hizo gran despliegue crítico sobre la recepción no precisamente cálida para el presidente Andrés Manuel López Obrador en su visita al estado de Tabasco. Su tierra natal en la que diversas personas externaron su molestia con el gobierno en turno.
Y al mismo tiempo los adversarios del partido en el poder se dieron vuelo recordando aquellos momentos difíciles que pasó Claudia Sheinbaum en una visita a la delegación de Coyoacán, antes de convertirse en alcaldía, y en donde las pedradas y sillazos provocaron una virtual huida de la hoy candidata presidencial de Morena.
En este contexto hay que señalar que lógicamente no son estos los únicos casos en los que los mítines proselitistas y las giras de gobernantes en turno suelen ser escenario de toda clase de desórdenes entre asistentes espontáneos y al parecer acarreados de los grupos políticos rivales.
Algo que tampoco es de observarse única y exclusivamente en el actual régimen, puesto que de estos acontecimientos deplorables en el país se han tenido varias muestras anteriormente, lo cual algunos justifican diciendo aquello de que “en la guerra y en el amor todo se vale”.
Y pongamos que así es, en especial teniendo actualmente una profunda división de pareceres respecto al buen y mal gobierno de Andrés Manuel, pero lamentablemente eso propicia tácticas algunas poco correctas o hasta ilegales entre quienes se asumen dispuestos “vender cara su derrota”.
Y justamente ante ese panorama de confrontación política electoral que se está viviendo en México con motivo de las elecciones de este año y la fuerte pugna por la mayoría de los cargos de elección popular entre Morena y sus aliados y el frente opositor, un factor advierte riesgos nunca antes vistos.
Se trata de la violencia del crimen organizado y las aparentes ligas de algunos mafiosos y políticos, lo que obliga a extremar las precauciones y a evitar que cunda contra los candidatos el mal de las violentas antipatías.