Y nada del gobierno
Carlos Ramos Padilla miércoles 31, Ene 2024Se comenta sólo con…
Carlos Ramos Padilla
Muy a pesar del pésimo mensaje de Martí Batres de que solamente habría una reducción en el suministro del agua para la Ciudad de México, desde el pasado sábado hay colonias en el sur que no tienen una gota de agua y más aún, se extendió la suspensión de la dotación del líquido en al menos 26 colonias de la alcaldía Álvaro Obregón, en Coyoacán, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Iztacalco y Azcapotzalco.
Parece que el suministro se determina hasta políticamente ya que alcaldías como Iztapalapa y Gustavo A. Madero, las más pobladas de la ciudad, no carecieron del vital líquido, población donde se registra el mayor número de votantes para Morena.
Además, y dicho de frente, ¿qué Claudia Sheinbaum y Alejandro Encinas no fueron titulares del Medio Ambiente en la gestión de AMLO en la CDMX? Claudia, además presumiendo grados académicos en el extranjero con doctorado en Ingeniería Ambiental? Entonces, ¿por qué el desastre hídrico en la capital del país?
Esta semana, las colonias Campestre, Tlacopac, Las Águilas y San José Insurgentes recibieron el líquido a través de insuficientes pipas de agua. Y aún no inicia la época de estiaje y Batres no ha dado ninguna disposición de gobierno.
Eso sí, reconoce que el cambio ambiental está interviniendo en la degradación, pero que Batres, Encinas y Sheinbaum ni defiende a este gobierno empeñado en el uso de carbón, material contaminante y la construcción de una refinería inútil como Dos Bocas.
La obra pública de AMLO es mala y escasa. Prefiere una gira para inaugurar en corto tramo carretero en Badiraguato que atender las prioridades nacionales. Hay cientos de miles de millones de pesos, fuera del presupuesto inicial, inyectados en obras faraónicas como el Tren Maya y el AIFA que ha demostrado su fracaso.
Vecinos ya desesperados por la negligencia gubernamental se han atrevido a bloquear calles, avenidas y el periférico en señal de enfado. Hay registro que en 284 colonias la situación de suministro de agua es grave. La supuesta eficiencia burocrática en nula y todavía no hay explicación para que AMLO decidiera que Sheinbaum abandonara sus responsabilidades ambientales para dedicarse a construir segundos pisos en periférico.
Cerrar válvulas por orden gubernamental para beneficiar electoralmente a otras zonas es un delito. José Luis Luege Tamargo y Ramón Aguirre, al frente de la dependencia de agua de la CDMX, lo estuvieron advirtiendo, pero siempre hubo negativas de la 4T. El gobierno está usando el agua para clientela electoral.
La última obra hidráulica de gran calado en la CDMX es el Túnel Emisor Oriente, en la gestión de Felipe Calderón y la continuó Peña Nieto iniciando en 2008 y se concluida en 2019. No son enchiladas. Un sistema de drenaje profundo, que lleva las aguas residuales de la capital del país por una tubería de 62 kilómetros de largo hasta una planta tratadora, en Hidalgo.
Hoy, ninguna obra hídrica destaca a este gobierno, ni siquiera la captación de agua de lluvia, eso sí, torpes recomendaciones de bañarnos en 5 minutos a cubetadas y guardan el líquido usado para regar jardines.