El de Batres, gobierno negligente y corrupto
Luis Muñoz jueves 25, Ene 2024Segunda vuelta
Luis Muñoz
El diputado Federico Chávez Semerena advirtió que el PAN no cesará en su papel de oposición y mantendrá firme su crítica al gobierno local por la corrupción, la negligencia y los abusos que ejecuta, así como también a las alcaldías de Morena.
Según Chávez, los diputados panistas “reciben muchos vecinos” de todas las alcaldías y en sus módulos realizan gestiones y dan trámite a peticiones y demandas de los ciudadanos en temas como las extorsiones en Xochimilco o la falta de servicios públicos en Iztapalapa.
En el caso del Gobierno de la CDMX, el legislador dijo que Martí Bátres no los intimida y que además muestra su intolerancia y falta de oficio institucional. Chávez Semerena lo exhortó a dejar de hacer grilla y dedicarse a las labores del servicio público, como dar seguridad a los habitantes de Milpa Alta y Cuajimalpa, por sus altos índices delictivos, o llevar agua a las alcaldías de Tlalpan y Miguel Hidalgo. Héctor Saúl Téllez Hernández, también diputado del PAN, recordó que “Batres no ganó nada; Sheinbaum le encargó el puesto y el Congreso local votó a favor por darle una oportunidad de gobernar, lo que por muchos años buscó”. Pero ya se vio que no tiene el perfil, señaló. Al abundar en el tema de la seguridad, el legislador Téllez Hernández dijo que el gobierno de Morena en la CDMX debe reconocerle a Santiago Taboada su esfuerzo por hacer que Benito Juárez sea la alcaldía mejor evaluada y mejor posicionada a nivel nacional.
En materia de derechos sociales y servicios públicos, el jefe de Gobierno tiene que aceptar que, en Coyoacán, Miguel Hidalgo y Álvaro Obregón, así como en Azcapotzalco, se han realizado acciones que superan el trabajo de alcaldes como Armando Quintero, Adrián Rubalcava o Evelyn Parra. Los panistas solicitaron a Batres “serenarse” y no cerrarse al diálogo con la oposición, que busca precisamente compartir su agenda que mantiene a los ciudadanos satisfechos. Por último, también le exigieron al funcionario sacar las manos de la contienda electoral de este año y no operar a favor de Clara Brugada.
Escuelas frente a la violencia
Para la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) está claro que las escuelas cuentan con el espacio de contención frente a la violencia.
En el marco de la sexta edición del Día Internacional de la Educación –que se conmemora el 24 de enero de cada año– la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) puso “el dedo en la llaga” ante la creciente ola de violencia que recorre el mundo y que, en México, se traduce en violencia contra las mujeres, la diversidad sexual y la ejercida por el crimen organizado.
El organismo internacional hizo hincapié en el papel que desempeñan la educación y los docentes en la lucha contra el discurso de odio, fenómeno que se ha multiplicado en los últimos años con el uso de las redes sociales. Mediante el documento: Afrontar el discurso de odio: respuestas educativas, la UNESCO realiza una serie de recomendaciones para combatir este flagelo desde la trinchera educativa. La Dra. Tania Rodríguez Mora, rectora de la UACM, aseguró que los sistemas educativos y las escuelas –para decirlo mejor–, los salones de clase, los patios y los laboratorios, sí pueden ser una enorme opción para contener los efectos de la violencia, “siempre y cuando logremos que esos espacios otorguen a las personas un sentimiento de comunidad y pertenencia, porque también es cierto que —a veces— si en esos espacios se rompen los lazos comunitarios y no se comparte una serie de valores en las que nos reconozcamos como iguales —como importantes, como miembros de una comunidad— pueden convertirse en lugares de generación y reproducción de la violencia externa”.
“Lo que tendríamos que hacer en todas las escuelas –en primer lugar–, desde los kinders hasta los posgrados, es discutir y visibilizar la violencia; en segunda instancia, tratar de entenderla con el mayor nivel de complejidad posible, dependiendo –por supuesto– de los grados académicos; y en tercero, fomentar –desde estos espacios de encuentro– nuevas formas de relación que puedan reproducirse en otros espacios, formas de relación más democráticas, más abiertas, donde la discrepancia en la discusión de las ideas no se convierta en un tema de pleito, donde sea posible preguntar con libertad”, aseguró.
La también académica apuntó que la violencia es, evidentemente, una constante en nuestras relaciones sociales. Es producto –en buena medida– de las condiciones de desigualdad y “como decimos los sociólogos: un viejo concepto de anomia, de falta de sentido, esperanza y pertenencia.
Los que somos parte o nos identificamos como parte de distintas comunidades, tenemos la enorme posibilidad de ser capaces de revisar justamente aquellos elementos de nuestras relaciones sociales que están propiciando elementos de violencia o de identificar aquellos elementos que nos están violentando y entonces tomar decisiones”.