Trastorno de conducta del sueño MOR (movimientos oculares rápidos)
Elsa Rodríguez Osorio, Salud miércoles 24, Ene 2024Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
Una mañana, mientras revisaba a una paciente dormida en el Centro de Medicina del Sueño, el doctor Erik St. Louis observó algo particular. La paciente, una mujer de unos 60 años, había empezado a correr debajo de las sábanas. A medida que sus párpados se agitaban, las piernas se pusieron en marcha, lentamente al principio, pero luego aceleraron rápidamente el paso, lo que la impulsó a lo largo de un camino que sólo ella podía ver. Después de correr durante aproximadamente 30 segundos, se detuvo bruscamente y abrió los ojos. No era el comportamiento que el doctor St. Louis esperaba de una persona con apnea del sueño. Cuando se reunió con ella en su consultorio, le preguntó qué había pasado. “Bueno, a veces tengo estos sueños locos”, respondió ella. “Soñaba que me perseguían dos hombres. Pude ver un automóvil que me ayudaría a escapar; pude ver las luces traseras y que se alejaba lentamente, de modo que corrí cada vez más rápido para alcanzarlo. Al final, cuando estaba a punto de subir al automóvil, me desperté”. El doctor St. Louis, neurólogo y médico especialista en medicina del sueño de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, había escuchado innumerables veces distintas versiones de la misma historia. Actuar los sueños mientras se duerme es la principal manifestación del trastorno de conducta del sueño MOR (movimientos oculares rápidos), una parasomnia que él y sus colegas de Mayo Clinic tratan desde hace décadas. Han descubierto que, además de la posibilidad de causar lesiones a los pacientes y a sus parejas de cama, este trastorno podría ser una señal temprana de enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Parkinson. Se cree que afecta sólo al 1 por ciento de la población general, el trastorno de conducta del sueño MOR es lo suficientemente frecuente como para que el doctor St. Louis a veces lo identifique mientras evalúa a un paciente por otra afección del sueño más común.
“Puede ser completamente inesperado y una revelación, tanto para el paciente como para mí”, afirma. Un equipo de investigadores del sueño de Mayo Clinic está ayudando a liderar un trabajo ambicioso para reunir tantos datos como sea posible sobre el trastorno de conducta del sueño MOR. El objetivo final es entender los antecedentes naturales del trastorno lo suficientemente bien para hacer un ensayo sobre un tratamiento neuroprotector con un medicamento o una intervención que pueda prevenir la enfermedad de Parkinson o la demencia en el futuro”, explica el doctor St. Louis. En el trastorno de conducta del sueño MOR, el cerebro realiza ciclos de sueño MOR muchas veces durante la noche; cada ciclo se vuelve cada vez más largo hasta que, por la mañana, suman aproximadamente una cuarta parte del sueño nocturno. Durante el sueño MOR, los ojos se mueven rápidamente debajo de los párpados, los sueños se vuelven más vívidos e intensos y la mayoría de los músculos se paralizan. “En un sentido evolutivo, esa parálisis es algo bueno. De lo contrario, cada vez que soñamos que nos persigue un tigre saltaríamos de la cama y correríamos por el pasillo, lo que ciertamente no sería saludable”, afirma el Licenciado en Medicina y Cirugía Michael Silber, neurólogo y médico especialista en medicina del sueño de Mayo Clinic. Sin embargo, los pacientes con trastorno de conducta del sueño MOR pierden esa parálisis y, por lo tanto, parecen actuar sus sueños. Como resultado, pueden pasarse la noche cantando, gritando, dando golpes, saltando, sufrir heridas y provocar heridas en otros, a veces graves. Estos extraños episodios de actuación de los sueños no se reconocieron como un trastorno médico hasta 1986. Más de una década después, el doctor. Silber, junto con el Dr. Bradley Boeve, neurólogo de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, la Dra. Tanis Ferman, neuropsicóloga de Mayo Clinic en Jacksonville, Florida, y otros colegas publicaron una serie de estudios que demostraron que el trastorno de conducta del sueño MOR puede ser más que una simple molestia nocturna. El equipo descubrió que aproximadamente entre el 50 por ciento y el 80 por ciento de las personas con este trastorno del sueño desarrollan un trastorno neurodegenerativo, en particular uno en el que se acumulan depósitos anormales de una proteína llamada alfa-sinucleína en el cerebro. Las sinucleinopatías, como se conocen estos trastornos, incluyen la enfermedad de Parkinson, la demencia con cuerpos de Lewy y la atrofia multisistémica. Los cúmulos tóxicos de alfa-sinucleína parecen dañar partes del tronco cerebral encargadas de inmovilizar los músculos mientras dormimos antes de pasar a otras regiones que controlan actividades diurnas más manifiestas.