El imperio de la mentira
Alberto Vieyra G. martes 16, Ene 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
No hay duda de que en México manda el cártel de la mentira, encabezado por ya sabe quién de Palacio Nacional, que en promedio nos ha envuelto, sí engañado a los mexicanos con 30 mil mentiras por año, lo que en rigor, si Pitágoras no miente, terminaremos el sexenio de la 4T con más de 180 mil mentiras en 6 años de falsedades y engaños desde Palacio Nacional.
Andrés Manuel López Obrador salió una chucha cuerera para sacarle al bulto dándonos atolito con el dedo, cuando se ve acorralado por los periodistas críticos o hecha al ruedo a sus francotiradores a sueldo disfrazados de reporteros que tienen un asiento privilegiado en la mañanera o bien nos sale con que “yo tengo otros datos”.
El politólogo Luis Estrada ha realizado, durante estos últimos 5 años, un envidiable trabajo de análisis y recuentos pormenorizados sobre “las no verdades” o datos que no se pueden confirmar, pero que son torales en la comunicación populista con la que gobierna el falso Mesías, que sin rubor alguno ha privilegiado la mentira emulando con ello “al padre de la mentira”, Satanás.
Y si el mero capo de la mentira ha puesto el mal ejemplo para confundir a los mexicanos, es lógico que sus subalternos en la administración pública general también sigan su ejemplo maquillando cifras que dan cuenta de que la violencia que está desangrando a la nación azteca ha descendido, que los desaparecidos ya aparecieron cuando menos 20 mil, que las víctimas de las masacres andaban en malos pasos y que murieron porque se agarraron a balazos con las bandas contrarias; que en materia de salud, Dinamarca ya se quedó atrás de nosotros porque ya contamos con una megafarmacia que se ha convertido en una megamentira porque no hay las medicinas que desaparecieron desde que AMLO desmanteló la distribución de medicamentos en México, arguyendo que había corrupción y en fin, que México es “Pejelandia” y que la culpa de todos los males que vivimos no es de AMLO, quien juró y perjuró devolverle a México la paz social con “abrazos y no balazos”, sino que la culpa de todas nuestras desdichas las tiene Calderón, García Luna, el chupacabras, Zedillo, Salinas y tal y tal, pero no hay de qué preocuparse porque ya nos van a meter el segundo piso de la “Cuarta Transformación” que nos va a llevar derechitos al paraíso que estará mejor que el edén de Tabasco.
Para el jefe del cártel de la mentira, los periodistas somos el vivo diablo, que por criticarlo no lo dejamos gobernar porque somos unos corruptos, porque somos la “prensa inmunda” que servimos a los conservadores, que muchos ganamos más que él, como el tal Ciro, Loret de Mola o sutanito, menganito y perenganito que están al servicio de los conservadores y todo porque el jefe del cártel de la mentira no ha entendido que los medios de comunicación son negocios de empresas de la iniciativa privada. Como todo negocio deben tener sus mejores sistemas y contenidos en comunicación.
Las empresas de comunicación no trabajan ni manejan dineros públicos como lo hace inmisericordemente el gobierno, que se gasta impunemente nuestros dineros públicos en lo que le da la gana o los depreda la familia presidencial, como hoy ocurre con los hijos del Presidente y su pandilla, a los cuales defiende AMLO y ha vuelto a llamar corrupto a Carlos Loret de Mola. Yo me pregunto: ¿Cuándo mis colegas periodistas de México que han sido ultrajados en su dignidad, que han sido calumniados y puestos en la mira de los francotiradores de la 4T van a demandar penalmente al capo del imperio de la mentira?
No tengan miedo mis queridos colegas porque, por desgracia, el Presidente no ha entendido que este país no es de un sólo hombre, que el Presidente no se manda solo, que tiene pesos y contrapesos, que tiene a una prensa que es una contraloría y que tiene bajo la lupa todo lo que hace y dice el cártel de la mentira.