Poder Judicial, dotado de fuerza del Estado para defender todas las conciencias y tendencias
Cd. de México viernes 12, Ene 2024
- Así lo enfatizó el presidente del PJCDMX, magistrado Rafael Guerra Álvarez, en un mensaje a trabajadores, durante el que enfatizó que también tiene esa fuerza para unir y construir
El poder judicial está dotado de la fuerza del Estado para unir, construir y defender a mujeres y hombres; a todas las razas, credos, ideologías y profesiones, pero también a todas las tendencias y conciencias, enfatizó el presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX), magistrado Rafael Guerra Álvarez.
En un mensaje a trabajadores con motivo del inicio de labores este año, destacó que el PJCDMX es una institución de puertas abiertas, cercano al pueblo, leal a los principios que lo fundan y consciente de su responsabilidad e importancia.
El magistrado le agradeció al personal tener vocación, carrera, trabajo y causa al interior de una institución como el PJCDMX, que es vigente, trascendente e importante, porque toca la vida de la gente y cambia la realidad.
Abundó que al poder judicial lo une y lo identifica la fuerza ante la adversidad, y subrayó que la institución representa la garantía de que un tribunal libre y autónomo escuche, proteja y sirva a quienes necesitan reivindicar lo que les corresponde.
“Nos hemos propuesto celebrar nuestro credo en común para mostrarle a toda la nación lo que implica y demanda la impartición de justicia: todo el estudio, toda la empatía, la colaboración, el sacrificio, profesionalismo y excelencia dentro de los muros de este alto tribunal”, comentó.
Guerra Álvarez aseguró que en pleno Siglo XXI impartir justicia es una labor que convoca el esfuerzo de individuos y equipos, y que además implica conocer los hechos, analizar la ley, evaluar pruebas, testimonios y peritos, e incluir perspectivas como el género, la lengua, la cultura; saber escuchar, ver y tener la mente y el corazón abiertos para tomar decisiones en favor del bien común.
Agregó que el PJCDMX atesora su identidad como vanguardia en la lucha por la justicia y la paz, pero sobre todo en la esperanza de que las futuras generaciones puedan contar con la defensa y ejercicio de sus derechos.
“Nuestra fe compartida en la justicia y la naturaleza humana nos hace ponernos de pie para elevar nuestro espíritu nacional y hacer realidad los sueños de libertad, derechos y justicia con los que nuestros padres y madres fundaron este país y este tribunal”, mencionó.