Salud enferma
Alberto Vieyra G. viernes 5, Ene 2024De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Faltan 10 meses para que pase a la historia el accidente político del siglo y la salud del pueblo azteca está en terapia intensiva. AMLO resultó incapaz de llevar a México a los niveles de la medicina en Dinamarca y lo que es peor, desmanteló el sistema de distribución de medicamentos que ha dado como resultado que en los hospitales de México no haya ni mejoralitos o pomadas para caídas y raspones.
Desaparecer el añorado Seguro Popular y en su lugar crear un engendro llamado Insabi que de nada sirvió, fue una pésima señal para los mexicanos. Durante cinco años AMLO sigue acatarrando con que México tendría un sistema de salud como o hasta mejor que el de Dinamarca, pero hasta hoy sigue sin cumplir lo que consagra el artículo 4° constitucional de que el Estado garantizará la salud y medicamentos para todos.
México era ejemplo mundial en la producción y aplicación de vacunas y la ausencia de éstas ha dado como resultado la reaparición de padecimientos como la viruela que se consideraba erradicada, sarampión, rubéola y otras que se creían ya bajo control. Más de 3 años lleva AMLO prometiendo la vacuna Patria, pero el Conacyt sigue dormido en sus laureles y mientras ello ocurre se aplican vacunas chafas contra el coronavirus como la Cubana, Abdala que no ha sido aprobada como la Organización Mundial de la Salud. Expertos en la medicina no dudan que con el recorte presupuestal al sector salud en 2024, México está muy lejos de consolidar la atención universal de asegurados y no asegurados y con un sistema de salud en terapia intensiva y con desabasto de medicamentos, lo más probable es que el enfermo terminé por estirar la pata.
Y es que, por desgracia todo lo que AMLO prometió que no haría es lo que justamente está haciendo y lo peor es que la gente le sigue creyendo, lleva más de 104 mil mentiras y cuando la prensa o algún periodista lo ataja y acorrala, termina con su infame perorata de que son politiquerías de sus adversarios los conservadores.
AMLO está haciendo justamente lo que hacía Adolfo Hitler: hacer que una mentira dicha mil veces se convierta en verdad. Hitler hizo creer al mundo y a los alemanes de que los judíos, que según un censo en 1938 había en Europa 13 y medio millones, eran el enemigo común y procedería al exterminió de 7 y medio millones de judíos. Por su lado, AMLO ha hecho de los conservadores el enemigo común de todos los mexicanos, es decir que los conservadores son ricos, son racistas, hipócritas, aspiracionistas y todo lo peor.
¿Pero, de dónde nos viene eso de la conserva o cangrejos?
Después de la guerra de Independencia, los curas de la iglesia católica, los terratenientes y todos los adinerados recibirían el término de “conservadores” porque querían seguir conservando sus privilegios que tuvieron durante la larga era del coloniaje español. Pero no todos los conservadores eran enemigos de México, la historia ya juzgó a quienes actuaron como traidores contra la patria mexicana, pero eso de que todos son enemigos de los mexicanos es una mentira de a kilo. Esa es solo una retórica populista y mentirosa del Presidente.
Pero estábamos en que la salud de la nación azteca está enferma y no hay duda que quien resulte la nueva presidenta de México tendrá que darle respiración de boca a boca a ese sistema de salud en agonía, pero desde ahora se antoja que esa terapia no correrá a cargo de la corcholata del presidente que ahora se dice científica, pero que yo sepa los ambientalistas que son muchos y de a deveras no entran en el rango de científicos, pero en fin la propaganda mentirosilla es capaz de hacer hasta dioses y científicos falsos.