Obras son amores
Alberto Vieyra G. martes 19, Dic 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Históricamente, el hombre ha querido dejar huella de su paso por la vida a través de obras para la eternidad, como lo hicieron los faraones en Egipto, como lo hicieron los chinos o como lo hizo Porfirio Díaz en México.
Las pirámides fueron construidas por los faraones Keops, la pirámide más alta, Kefrén al fondo y Micerino al frente. La construcción de las pirámides de Guiza ha logrado su objetivo: perdurar una eternidad. Las monumentales tumbas son reliquias de la época del Reino Antiguo de Egipto y se construyeron hace unos 4 mil 500 años.
Los chinos dejaron huella a su paso construyendo una muralla para evitar las incursiones de los mongoles en su territorio, con más de 21 mil 196 kilómetros y una altura de 8 metros en promedio por 4 de ancho. Tanto las pirámides egipcias como la muralla china son patrimonio de la humanidad.
En México, a Porfirio Díaz se le ha conocido ferozmente como un dictador, pero muy poco se habla de la gran obra pública que dejó para la posteridad. Entre 1904 y 1910, mandó construir la Columna de la Independencia Nacional, devastada por el terremoto de 1957; el Hospital General de México; el hermoso edificio de Correos de México; el Palacio de las Bellas Artes; las aduanas en los principales puertos en México; el Hemiciclo a Juárez y aproximadamente 20 mil kilómetros de vías férreas que detonaron el progreso en México y en las vías del ferrocarril se hizo la Revolución Mexicana. En la era porfirista se acuñó aquél slogan de “obras son amores”.
Por cierto, que ya muy pronto volveremos a escuchar aquél grito de “¡pasajeros, al tren!”, si es que a don Manuel López Obrador no se le hace bolas el engrudo con las trasnacionales ferroviarias, a las que Ernesto Zedillo les entregó 29 mil kilómetros de vías férreas, que hoy se usan solamente para transportar carga e indocumentados en la bestia.
En 1869, Benito Juárez inauguró el primer tramo del ferrocarril El Mexicano, entre Puebla y la Ciudad de México, pero el segundo tramo se inauguró hasta 1873, un año después de la muerte del Benemérito de las Américas.
El pasado jueves 14 de diciembre de 2023, el presidente AMLO inauguró el primer tramo del llamado Tren Maya que tendrá una extensión de mil 556 kilómetros y conectará a los principales estados del sureste mexicano. Había quedado de inaugurar todo en diciembre de este año. Sólo 473 kilómetros estuvieron listos y prometió inaugurar el resto en marzo, si es que no se repite la historia como Benito Juárez.
¿Qué de nada servirá el Tren Maya? Bueno eso está por verse. Por lo pronto, ya inauguró otra obra inconclusa con la que pretende dejar a los mexicanos su gran legado. Falta ver si el Tren Maya se convertirá en el gran detonante del desarrollo de los pueblos del sureste mexicano y si valió la pena depredar millones de árboles y darle en la torre al gran legado arquitectónico de los mayas.
Veremos dijo un ciego si con el trenecito maya, como protagonista de una elección presidencial de Estado o con sus “abrazos, no balazos” AMLO pasa a la historia.