Simulaciones en las leyes electorales
Ramón Zurita Sahagún lunes 18, Dic 2023De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Las elecciones presidenciales en México redujeron varios años atrás los tiempos de las campañas políticas, por los que actualmente se limitan a tres meses, aunque eso es en teoría, en la práctica tienen duración de años.
De otra manera no se podrían ver los desplazamientos que hace Claudia Sheinbaum desde hace, lo menos, dos años, en que recorre todo el país, para dar a conocer sus experiencias de gobierno.
Ella y otros más de los que fueron aspirantes presidenciales de Morena, aprovechan las lagunas que hay en las leyes electorales que permiten todo tipo de argucias para promover a sus principales figuras. Lo mismo sucede en los demás partidos políticos, aunque definitivamente son los partidos en el poder los que aprovechan esos espacios que les resultan favorables.
Los que cuentan con los atributos necesarios para participar en la contienda presidencial o creen tenerlos, hacen y deshacen, ante la paciencia de las autoridades y el beneplácito de sus seguidores.
Aún hoy, los partidos no tienen candidatos presidenciales que se puedan llamar de esa forma, por las limitantes y restricciones que les ponen legalmente los preceptos de la ley electoral, aunque todo mundo lo sabe y ellos se refugian en diferentes modalidades.
Hasta el 20 de enero se terminan las precampañas electorales, en las que los abanderados de cada partido (en este caso abanderadas) le han dado varias vueltas al país promoviendo su imagen, su partido y recibiendo el respaldo de sus seguidores.
Se supone que únicamente tienen que hacerlo con los militantes y simpatizantes de cada partido, aunque eso les vale y convocan a todos a que acudan a escuchar sus palabras y propósitos o hasta para tundir al contrario (a).
Antes de estas precampañas existieron la búsqueda del o la aspirante de cada partido, tiempo en que los aspirantes del partido oficial contaron con cinco millones de pesos para promoción, cifra ridícula, cuando se detectó que tan sólo Adán Augusto López gastó once millones de pesos en espectaculares, sin aceptar el recurso que le daba su partido, por lo que se especula que fueron los casineros quienes pagaron esos espectaculares y que el costo final de su promoción rondó los 100 millones de pesos.
Marcelo Ebrard logró conjuntar grupos de simpatizantes y armar otros de trabajo, que tienen un costo que tratan de minimizar.
Claudia Sheinbaum viajó a placer por todo el territorio nacional en esa etapa preliminar de auscultación y armó reuniones que significan erogaciones monetarias.
Sin embargo, la oposición tampoco está al margen de esos gastos, ya que adelantando tiempos desde julio vislumbró a sus figuras que competirían por la nominación.
Se suponía que el candidato o candidata surgiría de una elección que se realizaría entre simpatizantes y militantes de los partidos que conformaban el Frente Amplio por México, pero finalmente se decantó en favor de Xóchitl Gálvez, ya que sus adversarios fueron declinando uno por uno.
Ahora que se acerca el término de las precampañas (20 de enero) y los partidos tendrán que proceder al registro de sus aspirantes, para declararlos formalmente candidatos (a), habrá una tregua en que ninguna podrá hacer declaraciones hasta que se inicie la campaña formal, a finales de febrero (23), aunque el proceso electoral formal inició desde el siete de septiembre pasado.
Todo este juego de simulaciones con distintas fechas, donde partidos y aspirantes hacen su propio juego, debería ser simplificado para que nadie saque ventaja sobre sus adversarios y hacerlo más equitativo.
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El PAN ya eligió a 18 de sus aspirantes al Senado por la vía plurinominal, destacando algunos nombres, pero dejando fuera a varias figuras del panismo que tendrán que buscar su espacio en la Cámara de Diputados. Llama la atención la presencia de Ricardo Anaya en tercer lugar, quedando fuera Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien tendría que buscar su espacio en la Cámara baja, ya que por encontrarse fuera del país le sería difícil buscar una nominación uninominal. Los que por cierto irán por ambas vías son el cuarto y quinto lugar de la lista del PAN, Lilly Téllez y Enrique Vargas.