Partidos políticos y sus conflictos
¬ Augusto Corro viernes 1, Dic 2023Punto por punto
Augusto Corro
Parece que los partidos de la oposición no tienen ni el deseo, ni el interés de reflejar una imagen renovadora.
Sin ideología y sin principios, las organizaciones políticas no avanzan. Sus ambiciones personales no les permiten ideas renovadoras.
Por ejemplo, el Partido Acción Nacional (PAN) regresa a promover a sus líderes para ofrecerles buenas chambas y de paso protegerlos.
Tal es el caso de Ricardo Anaya, el blanquiazul que estuvo a punto de ser presidente de México.
Todo estaba listo para su triunfo, pero lo frenaron los pleitos que sostuvo con el presidente Enrique Peña Nieto. Anaya compitió contra Andrés Manuel López Obrador, quien obtuvo una mayoría de votos abrumadora.
Ya en el presente sexenio, el panista se vio amenazado con acusaciones de presuntos delitos.
No lo pensó mucho y el queretano optó por el autoexilio y huyó a Estados Unidos, para continuar su oposición al obradorismo.
En esta temporada de efervescencia política en México se abrió el registro para candidatos a cargos de representación popular.
El panista Anaya aprovechó la oportunidad para registrarse como candidato a senador. Su partido autorizó la petición.
De tal manera, que en el próximo sexenio, el ex candidato presidencial, Ricardo Anaya, tendrá su chamba en la llamada Cámara alta con el fuero suficiente que lo colocará en una condición de intocable.
Exactamente, el ex candidato presidencial blanquiazul inició su autoexilio en julio de 2021.
Por aquella fecha, el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, al rendir declaraciones por sus negocios turbios con la petrolera brasileña Odebrecht, señaló que Ricardo Anaya recibió “mordidas” con dinero de la empresa mencionada para dejar pasar las reformas de Enrique Peña Nieto.
Ahora, los panistas continúan con los mismos dirigentes que acaparan los cargos principales.
Aunque los patrones dirigidos por Claudio X. González les metieron un gol a los panistas con la candidatura de Xóchitl Gálvez, en Acción Nacional no se ven cambios importantes.
Siguen los mismos personajes como Santiago Creel que, a pesar de su experiencia política no logra que crezca la aspirante Xóchitl Gálvez.
En el PAN siguen con más de lo mismo, ante un partido oficial, cuyo líder moral es el presidente Andrés Manuel López Obrador, con altos índices de aceptación a su gobierno de la Cuarta Transformación (4T).
Cabe preguntarse cuál será el verdadero papel de la oposición en la contienda electoral presidencial.
Porque en términos generales, los partidos opositores no muestran proyectos atractivos de Gobierno; pero sí dejan circular toda clase de descalificaciones de sus adversarios. Los mismos adversarios no intentan subir de nivel la lucha política.
Las pugnas entre los morenistas y los demás institutos políticos preocupan porque los dirigentes les apuestan más a los insultos.
Afloran las debilidades de la condición humana y se califican con apodos y sobrenombres a los personajes por sus debilidades y errores. En el último enfrentamiento verbal entre dirigentes partidistas, el más afectado fue el expresidente Vicente Fox.
Sus declaraciones contra Mariana Rodríguez, la esposa del gobernador Samuel García, provocaron un descontento generalizado, que la empresa de X (antes Twitter) le cancelara su cuenta.
Llamar “dama de compañía” a Mariana Rodríguez alcanzó a molestar, supuestamente, a la propia Xóchitl Gálvez, quien trabajó bajo las órdenes de su patrón Vicente Fox.
El mandatario de Nuevo León, Samuel García entró al quite para defender a su esposa. El gobernador, también aspirante a candidato presidencial por el partido Movimiento Ciudadano (MC), no se anduvo con rodeos.
En cuanto se presentó la oportunidad, el aún mandatario neolonés se refirió a los “voceros” de Xóchitl Gálvez, Vicente Fox y Felipe Calderón, así como a los dirigentes nacionales del PRI y PAN, Alejandro Moreno “Alito” y Marko Cortés, respectivamente.
Sin decir sus nombres, les soltó varios apodos, con clara dedicatoria, para que se pongan el saco que les corresponda. En la lista aparecen los siguientes sobrenombres: “el sonso, el borracho, el marihuano, el mentiroso y el corrupto”.
El precandidato emecista ya había llamado a Vicente Fox marihuano y sonso.
¿Usted qué opina amable lector?