El monárquico Samuel
Ramón Zurita Sahagún lunes 27, Nov 2023De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
¿Sabrá Samuel García Sepúlveda dónde vive y qué forma de gobierno tiene la nación mexicana? Pareciera que no, a él le gusta la monarquía y juega a mostrar esa forma de gobierno en su nativo Nuevo León.
El precandidato presidencial de Movimiento Ciudadano se muestra como una figura nueva, joven y que apuesta al universo de votantes entre los 18 y 40 años para ganar los comicios del dos de junio próximo.
Samuel se muestra como un tirano aspirante a encabezar una monarquía dentro de la República, como lo pretende hacer en Nuevo León, pensado que los votantes le dieron una patente para hacer y deshacer en el estado.
Como parte de la monarquía despótica, que confían en su poder ilimitado, Samuel pretende dejar como su heredero en el semitrono que ocupa en Nuevo León a su secretario de Gobierno, encargado del “changarro”, para que se lo cuide y proteja contra quienes apoderarse del mismo.
Dice que los votantes ejercieron su derecho al sufragio, otorgándole todos los beneficios, pero se olvida que existe una Constitución del estado y otra más que es la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se consagran los derechos y deberes de los gobernantes.
Siguiendo la línea marcada desde Palacio Nacional, Samuel pretende que los poderes Judicial y Legislativos se plieguen a sus ordenamientos, olvidando que no son sus empleados y sí parte de la forma de gobierno que se divide entre Ejecutivo, Judicial y Legislativo, manteniendo diferencias con los otros poderes.
No tolera la independencia de los otros dos poderes y desde el Ejecutivo usa su cargo para presionar a los que no coinciden en su forma de operar.
Mantiene restringidos los fondos a los que tienen derecho los ayuntamientos, solamente por el hecho de no pertenecer al mismo partido en el que él milita y sí en los opositores PAN y PRI.
Usa el chantaje para soltar estos dineros a los que tienen derecho los municipios y pretende negociar con ellos el ascenso al poder de su “chalán”, Javier Navarro, para que cuide sus intereses y los de su familia.
Desde la monarquía que pretende instaurar, Samuel ya designó a su esposa, Mariana Rodríguez, como candidata al Senado y solamente falta que designe a su pequeña hija como “Infanta”.
La intención de convertir primero a Nuevo León y después al país en una monarquía despótica, hace ver la grave equivocación que tuvieron los electores de esa entidad en sufragar por un candidato que ganó con la tercera parte de los votos emitidos.
Y es que los nuevoleoneses tratan de jugar al voto diferente y hace ocho votaron por el primero y único gobernador independiente que existe en la historia del México moderno y caro pagaron su error cuando éste rompió su compromiso de quedarse a gobernar seis años y jugó a competir por la Presidencia de la República, después de solamente dos años de gobierno.
Hace dos años, nuevamente los electores de Nuevo León jugaron con algo nuevo, un candidato joven, con manejo de él y su esposa de las redes sociales. Nuevamente los dejó colgados, ya que rompió su promesa de no gobernar durante los seis años y desde el primer momento dejó en claro que no gobernaría solo, ya que, en lugar de hacerlo con los poderes Judicial y Legislativo, lo hace con su pareja monárquica, Mariana Rodríguez, a la que ya designó como aspirante al Senado y, después, a su sucesión en Nuevo León.
Samuel carente de ideas propositivas para gobernar, las suple con su pretensión de consolidar un gobierno de pareja formal, tipo monarquía ranchera, en el que su esposa, Mariana Rodríguez, juega un importante papel como sucesora al “trono”.
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Nuevamente saltan al tapete de las discusiones las relaciones familiares de Samuel García Sepúlveda con miembros de la delincuencia organizada que opera en Tamaulipas y aunque están ahí, nadie las investiga a fondo… Se encuentra bien Vicente Fox o requiere pronto de un psiquiatra. Se le olvida como fue su gobierno y la importancia de Marta Sahagún en el mismo.