Pululan los agachados
Ramón Zurita Sahagún martes 21, Nov 2023De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El mundo político de México es terreno fértil para los agachados o agachones que pululan y obtienen beneficios y mantienen sus carreras activas, mediante esta actitud.
Ya lo decía Germán Valdés “Tin Tan” en una de sus tradicionales canciones “Marcelo, vamos con los agachados”, tal vez, profetizando lo que pasaría con el homónimo de su carnal en su devenir político.
Marcelo Ebrard, como otros políticos mexicanos dejaron ver en los días recientes que sus bravatas, desplantes y declaraciones no son más que poses adoptadas ante el desprecio que tienen sus partidos por ellos.
En realidad, son, simplemente, agachones, que negocian en lo oscurito, ante la imposibilidad de alcanzar la meta propuesta.
Amenazan, gesticulan, se muestran retadores, pero cuando les aprietan, reculan, dan marcha atrás se agachan y dejan que el tiempo cure las heridas, mientras reciben el bálsamo del consuelo.
Así, Marcelo Ebrard puso a temblar, supuestamente, las estructuras de Morena, con sus dichos que no corresponden con sus acciones. Amagó con irse a otra opción política, presentarse como candidato y el líder de su partido simplemente mostró desdén a su persona y lo alentó a dar el paso de costado, sin que el ex secretario de Relaciones Exteriores lo hiciese. Lo animó, lo estimuló, apoyó y hasta le marcó los tiempos para ser candidato independiente y Marcelo simplemente seguía su rebeldía que no lo era tanto. Desde MC, su amigo Dante Delgado le ofreció el excitante elíxir de la nominación y lo dejó pasar.
Marcelo se ve sin mañana y con la cabeza gacha, aceptar lo que le ofrecieron desde hace mucho tiempo, ser senador y coordinador de la fracción de Morena. Los tiempos se agotaron y poco de futuro le queda.
El caso de Nacho Mier es similar, confiado en ser candidato al gobierno de Puebla, por los servicios prestados al Presidente de la República, que no al bienestar del país, recibió un fuerte revés y en los procesos “democráticos” de su partido fue vencido por su odiado primo, Alejandro Armenta. Mier se agitó, manoteó, se ausentó del evento y amagó con algo que en realidad no sucedió. Se dijo dispuesto a encabezar la fórmula senatorial de su partido, algo que hasta ahora no le han ofrecido.
A Omar García, un policía que creció súbitamente de la mano de Claudia Sheinbaum y confió en ese manto protector para ser candidato al gobierno de la CDMX, la nueva “democracia” diseñada por Morena lo puso como la mejor opción, pero sacando 14 puntos de ventaja a su principal adversaria, fue sacrificado y dejado de lado en su propósito, simplemente agachó la cabeza y aceptó el veredicto.
Carlos Lomelí y Ricardo Sheffield, trabajaron arduamente seis años para ser nuevamente candidatos a los gobiernos de Jalisco y Guanajuato, ganaron la encuesta, pero los venció el género y la forma en que lo manejan los altos mandos del partido. Los dos, resignados, aceptaron ir, ellos sí, en la fórmula senatorial de sus respectivos estados.
Jorge Carlos Ramírez renunció al PRI, se fue al Verde con la finalidad de competir por el gobierno de Yucatán y se dio cuenta que es muy poco el respaldo que tiene entre los electores de aquella entidad y se sumó, de inmediato, con quien será el candidato de la alianza conformada por su nuevo partido.
Antonio Pérez Garibay, un soñador que creyó que al conjuro del nombre de su hijo (“Checo”) conseguiría la nominación al gobierno de Jalisco, del que siempre estuvo lejano, reaccionó con coraje y molestia y anunció su separación de Morena.
Como ellos, otros tanto de políticos nacionales son eso, simplemente agachones o agachados, sin capacidades para hacer válidas sus palabras de reto, sus desplantes o bravuconadas. Veremos qué pasa con los opositores y si también llegan a formar parte de los agachados.
*******
Samuel García se convirtió en la nueva joya política que se sabe. Él y su esposa Mariana Rodríguez, saben para qué sirven las redes sociales. El gobernador de Nuevo León busca 500 mil firmas para convertirse en candidato presidencial de MC. Eso sí, al estilo Vicente Fox, tendrá su pareja presidencial en la figura de su esposa, a la que promueve para el Senado de la República, basado en su experiencia como influencer. Veremos si esta será una nueva modalidad política y cuantas personas de este medio deciden buscar una candidatura.