Cinismo sin precedentes
Armando Ríos Ruiz viernes 17, Nov 2023Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Nunca ha cuidado las formas, pero hoy, el Presidente ha abandonado la menor compostura para desbordarse en la exhibición de las actitudes más cínicas. Parece convencido de que efectivamente, representa a una deidad superior a la que todo mundo debe reverenciar y obedecer con ceguera. Tal vez sea producto de sus encuestas pagadas, algunas de las cuales lo colocan nada más y nada menos, que en 76 por ciento de las preferencias.
El prurito de pelear con la Suprema Corte, que jamás apareció mientras su incondicional Arturo Zaldívar fue presidente, tomó vuelo cuando la plagiaria Yasmín Esquivel, fue rechazada para dirigirla y cuando la opositora a sus caprichos, Norma Piña, ocupó la presidencia y comenzó a dar muestras de representar a un poder paralelo y contrapeso, como dispone la Carta Magna.
Entonces inició una batida con todo el poder de que dispone. Primero anunció un viraje en la manera de elegir al presidente. Propuso que se efectúe por medio del voto popular. De ese pueblo bueno y sabio también dispuesto a socorrerlo en todo, mientras reciba el pago bimensual. Además tan ignorante, que seguramente jamás sabrá por qué vota.
La propuesta del Presidente insulta a todos los mexicanos, incluidos esos que lo reverencian. Que lo adoran con toda la descompostura, inclusive de su masculinidad, al grado de la postración a sus órdenes.
El constitucionalista Ignacio Orihuela, hijo del prestigiadísimo Rey del Amparo del mismo nombre, se ha cansado de ventilar todas las violaciones a la Constitución que ejerce el Primer Mandatario, cada vez que desea implantar sus caprichos. No obstante, un Congreso obediente y carente de decisión propia acata la orden del jefe, que no la del pueblo que lo eligió.
Entre otras cosas, manifestó que la renuncia de Zaldívar a la Corte constituye “un fraude a la Constitución”. “Le está regalando al presidente López obrador una designación que no le corresponde. Le están robando, en conjunto, a la siguiente Presidencia de la República, el derecho a proponer a un ministro o una ministra por 15 años”. Otra vez, la Carta Magna pasada por el arco del triunfo.
Jesús Zambrano, dirigente del PRD, opinó que “es una falta de respeto al país y al #PoderJudicial, proponer como ministras de la #Corte a tres empleadas del presidente y de reconocida militancia en Morena. ¡Qué desvergüenza del Ejecutivo! Confío en que el Bloque de Contención no las deje pasar”.
Se ha criticado en diferentes ocasiones la ausencia de voluntad y la alineación del Legislativo con el Ejecutivo, porque sus miembros jamás leen las iniciativas que provienen de esa inteligencia obtusa. Pero la verdad, no tienen necesidad de leer absolutamente una letra. Son lo suficientemente ignorantes para entenderlas, como conviene. Además, su quehacer es simplemente obedecer a ciegas, a cambio de premios en efectivo y otras prebendas.
¿Quiénes son las propuestas? Bertha María Alcalde Luján, hermana del actual adorno en la Secretaría de Gobernación, Luisa María de los mismos apellidos, servidora incondicional del Ejecutivo. Lenia Batres Guadarrama, hermana de Martí, encargado del Gobierno de la Ciudad de México, y María Estela Ríos González, morenistas todas de hueso colorado por inflamado.
Las tres han ocupado diferentes cargos en la actual administración y ofrecen una sumisión como la que al Presidente le place. En la Corte servirán para inclinar la balanza cada vez que así convenga o para cambiar vertiginosa y peligrosamente el rumbo de México hacia la dictadura que tanto ansía. Es evidente que quiere el control absoluto y éste sólo se logra si puede disponer de los tres poderes concentrados en la investidura presidencial.
México parece haber acelerado el paso al despeñadero con que tanto criticó al gobierno anterior. O hacia el desfiladero, que es lo mismo. Mientras tanto, la ceguera y la sordera persisten entre muchos mexicanos. O entre quienes coadyuvan para que esos planes siniestros se hagan realidad.