Nueva caravana de migrantes
¬ Augusto Corro miércoles 15, Nov 2023Punto por punto
Augusto Corro
En este espacio informamos sobre la nueva caravana de migrantes que recorre las carreteras mexicanas con el propósito de llegar a Estados Unidos. Son alrededor de cinco mil indocumentados que salieron de Tapachula, Chiapas. Los viajeros optaron por internarse en el país, sin contar con la documentación oficial, pues es muy lento el trabajo de los empleados en las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM).
Esta labor podría considerarse como el “tortuguismo” deliberado para desaminar a los indocumentados de ingresar a México. Sin embargo, los ilegales decidieron enfrentar todo tipo de riesgos y peligros para llevar a cabo su propósito. Por ejemplo, se exponen a ser extorsionados, privados de su libertad y asesinados. En una de las últimas tragedias, 40 indocumentados perecieron en un incendio en instalaciones del INM, en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Los ilegales que llegan a la frontera sur de México son en su mayoría de los siguientes países: Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Venezuela, Haití y Cuba; también provienen de poblaciones de Asia, etc. Los indocumentados saben de los peligros que los amenazan y no obstante se animan a viajar por múltiples peligros en carreteras y selvas, en las peores condiciones de amenazas a su salud. El problema se complica porque quienes participan en las caravanas llevan a sus hijos muy pequeños.
El problema migratorio se agudizó en los últimos años ante las actitudes pasivas de los gobiernos, que difícilmente se preocupan por buscar una solución al problema. No faltan las reuniones internacionales para analizar el conflicto migratorio; pero se trata de llegar a declaraciones oficiales que se lleva el viento. En México, no se va a fondo en la solución del problema. Su función primordial es detener los flujos migratorios, sin éxito. Esto se comprueba en las marchas de miles de ilegales.
Quizás cruzar la frontera sur de México no sea el principal obstáculo que deben enfrentar los migrantes para llegar a Estados Unidos a realizar el llamado “sueño americano”. El problema real se encuentra en llegar al vecino país del norte, que tiene una política de rechazo total a los indocumentados. Esa posición de rechazo de los estadounidenses se agudiza en temporada electoral, pues los partidos políticos usan el conflicto migratorio en sus discursos demagógicos.
En fin, urge, lo hemos repetido en este espacio, una mayor atención al problema migratorio por parte de los gobiernos de los diferentes países, que se convirtieron en proveedores de ilegales para las caravanas de miles de migrantes. Por supuesto, en las estrategias para contener el flujo de indocumentados, las autoridades de Estados Unidos son las más obligadas en participar en la búsqueda de soluciones, que contemplen un trato más humano a quienes tratan de encontrar mejores condiciones de vida, lejos de sus lugares de origen.
Claro que el fenómeno migratorio es mundial; pero esto no quiere decir que en México las autoridades se nieguen a verlo. Son varios sitios donde los albergues empiezan a llenarse de ilegales, con las carencias y necesidades de gente sumida en la pobreza. Las autoridades tienen que enfrentar el fenómeno migratorio con medidas que, por lo menos, lo controlen.
El gobierno de Estados Unidos actúa con frivolidad ante el conflicto. Tarde o temprano, crecerá el número de ilegales que intentarán llegar a ese país para realizar el “sueño americano”. Serán miles de habitantes que ya no podrán vivir en sus países azotados por la pobreza y la violencia. Ojalá y no sea tarde cuando los gobernantes se den cuenta de la urgencia de atender a miles de personas, que buscan mejores condiciones de vida y seguridad.
¿Usted qué opina amable lector?