Delgado vaticina victoria 10 de 10, pero manda a sus candidatos a la guerra
Miguel Ángel Rivera lunes 13, Nov 2023Clase Política
Miguel Ángel Rivera
“Estamos enfocados en el objetivo de ganar la Presidencia de la República, de ganar la mayoría en el Congreso y, por supuesto, le decimos a la oposición que vamos por diez de diez, las nueve entidades federativas más la Presidencia de la República”.
La eufórica declaración proviene del gerente de Morena, Mario Delgado Carrillo, luego de que terminó el difícil proceso de dar a conocer a los candidatos de la llamada Cuarta Transformación a los gobiernos de las nueve entidades federativas que estarán en disputa en el actual proceso electoral que culminará con las votaciones del venidero 2 de junio de 2024.
La euforia se justifica porque el administrador, que no dirigente nacional, del partido oficial cumplió cabalmente con las instrucciones del fundador y verdadero líder de ese instituto político, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta vez no fueron suficientes las encuestas que nadie más que los directivos de Morena conocen, pues les ayudó el mandato del repudiado Instituto Nacional Electoral (INE), avalado por el también despreciado Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de que cinco de las candidaturas a los gobiernos de ocho estados —Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán — y de la Ciudad de México deberían ser para mujeres.
El caso emblemático, que no el único, es el de la capital del país, donde uno de los aspirantes, el ex secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, triunfó ampliamente en los sondeos de opinión, pero tuvo que hacerse de lado, porque la dirigencia real del partido que recientemente lo reclutó decidió que en esta metrópoli se postule a una mujer, la alcaldesa con licencia de Iztapalapa, Clara Brugada Molina.
Con esta decisión —y sobre todo con el sometimiento del marginado García Harfuch— el oficialismo salvó el riesgo de una naciente escisión entre el primer mandatario saliente y su potencial sucesora, la ex jefa de Gobierno de la CDMX Claudia Sheinbaum Pardo, quien fue la que promovió a su excolaborador para buscar la nominación para sucederla para el sexenio venidero.
Mucho se especuló en el sentido de que, junto con el bastón de mando, López Obrador había entregado a su pupila la facultad de decidir quiénes serán los candidatos de la llamada Cuarta Transformación para los cargos importantes que se decidirán el año venidero. Pero con el registro de Clara Brugada para aspirar también al gobierno capitalino, surgieron rumores en el sentido de que el inquilino de Palacio Nacional no había renunciado del todo a su derecho “metaconstitucional” de designar abanderados de “su” partido.
Todo se solucionó para tranquilidad de los afiliados a la llamada Cuarta Transformación cuando se declararon triunfadores a los dos contendientes y con ello se ratificó la “sabiduría” de los dos cabecillas del movimiento. El elegido por Sheinbaum resultó ampliamente vencedor en los sondeos de opinión, pero la candidata será la que tiene el respaldo presidencial, Clara Brugada.
¿Algún culpable? Si, el INE y el TEPJF, por haber ordenado que cinco candidaturas a gobiernos de entidades federativas fuesen para mujeres.
Así, todos felices. García Harfuch tiene asegurada la candidatura a senador.
Falta cumplir con la paridad sustantiva
Por las manifestaciones de los afortunados que lograron la nominación y de quienes no lo son, es poco probable que haya protestas que lleguen al INE o al TEPJF porque Morena no cumplió con los ordenamientos respectivos.
Sin embargo, eso no quiere decir que no haya espacio para protestas de los inconformes. Uno de los principios que haría bien Mario Delgado en tener en cuenta es el de la paridad sustantiva, que obliga a los partidos a postular a sus candidatas en estados en donde realmente tengan oportunidades de triunfar.
Claro, el eufórico gerente de Morena puede repetir su declaración en el sentido de que su partido va a ganar en todas las entidades y, por consiguiente, hay amplias posibilidades para sus abanderadas del sector femenino, iguales a las de los hombres.
Pero si el panorama en los diferentes estados se examina con detenimiento, se puede apreciar que, por lo menos, dos de las candidatas están muy cerca de poder ser consideradas víctimas potenciales.
Uno es Jalisco, donde domina Movimiento Ciudadano (MC), partido que postuló al gobernador saliente, Enrique Alfaro Ramírez, quien luego de breve diferencia con el también fundador y guía de ese partido, Dante Delgado Rannauro, por la posibilidad de incorporarse o no al Frente Amplio por México (FAM), decidió replegarse, a fin de mantener cohesionado un bloque que permita a su grupo político mantener el gobierno de ese estado occidental.
Encuestas confiables, no las de los partidos, indican que el político más conocido en Jalisco es el actual presidente municipal de Guadalajara, antes también del municipio conurbado de Zapopan, Pablo Lemus Navarro, quien lleva como principal competidor interno al senador Clemente Castañeda, pero hacia el exterior, es de tomar una encuesta en donde los cinco primeros sitios entre los aspirantes de todos los partidos a mandatarios de Jalisco aparecen sólo militantes del partido de Dante Delgado.
En ese estado cuya capital es la Perla de Occidente, Guadalajara, el partido de López Obrador postuló a la diputada Claudia Delgadillo García, antes militante del PRI, que en las encuestas “morenas” fue superada por el ex superdelegado de Morena Carlos Lomelí, pero que tuvo que ceder el sitio por la paridad de género. En cuanto a las posibilidades de la candidata “sacrificada” se pueden estimar si, conforme a la información oficial de Morena, e n la encuesta interna no llegó ni al 20 por ciento de las opiniones favorables de sus propios “compañeros” de partido.
En este sentido de bajo respaldo de sus propios correligionarios, destaca el caso de la ex secretaria de Energía, Rocío Nahle García, quien tampoco sumó ni el 20 por ciento de opiniones favorables, lo cual contrasta con el aprecio que tiene en los altos niveles de la llamada Cuarta Transformación, en particular de su líder, el presidente López Obrador, a pesar de que entregó su obra insignia, la refinería de Dos Bocas, inaugurada, pero sin producir ni un litro de gasolina.
Además, Nahle tendrá que remontar el desprestigio del actual mandatario “moreno”, Cuitláhuac García, considerado uno de los peores de toda la República.
Tampoco se le arrendan grandes posibilidades a la precandidata única de Morena en Guanajuato, la diputada local Alma Alcaraz Hernández, importada del PAN, partido que inclusive la llevó a la Cámara de Diputados federal.
El pasado mes de octubre de 2023, se registró en el proceso de selección de Morena para ser candidata a gobernadora de Guanajuato, proceso en el que quedó en segundo lugar, detrás del procurador federal del consumidor, Ricardo Sheffield, el cual declinó debido al principio de equidad de género. En ese estado gobierna el PAN desde hace más de 30 años, cuando el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari cedió la plaza al panista Carlos Medina Plascencia como parte de las “concertacesiones” para validar su gobierno. Es poco probable que prospere en ese estado otro partido, por el trabajo del actual gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.
Otra plaza del PAN virtualmente inexpugnable es Yucatán, que tiene actualmente al gobernador mejor calificado, Mauricio Vila Dosal, cuyo buen trabajo lo llevó a ser candidato presidencial del frente opositor. Pero en este caso, el probable “sacrificado” es un hombre, que también militó en el partido azul, Joaquín Díaz Mena, popularmente conocido por el sobrenombre de Huacho.
Ha sido derrotado en dos ocasiones como candidato a gobernador, la primera, postulado por el PAN y la segunda por Morena (de los pocos derrotados en el tsunami del 2018). En las encuestas es superado por el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, quien es el candidato de Acción Nacional y seguramente del FAM al gobierno de Yucatán en los comicios de junio de 2024, en tanto que la diputada federal Cecilia Patrón Laviada irá por la alcaldía meridana.
Un ejemplo de solidaridad social y de empatía con los pobres de parte de los alumnos de la Normal de Ayotzinapa, que ayer cerraron la autopista a Acapulco y sustrajeron ayuda destinada a los damnificados por el huracán “Otis”.