Esclavos del poder
Freddy Sánchez jueves 2, Nov 2023Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Por qué tanto miedo a la amistad del Andrés Manuel con Maduro, Ortega y Díaz-Canel.
“El que con lobos anda a aullar se enseña”…
Eso suelen decir algunos que ven con “ojos de espanto” la cercanía del gobierno actual de México con individuos que en ejercicio del poder son etiquetados como dictadores.
Con un aparato público que se ha ganado la fama de hegemónico, opresor, autoritario, intolerante y demás características de los más nefastos gobiernos que han existido sobre la faz de la tierra.
Cosa que naturalmente los defensores de las relaciones de México con los gobernantes aludidos consideran inventos o exageraciones de quienes a su juicio son los promotores de intereses de un capitalismo voraz que dio lugar a que en los países mencionados surgieran y lograran mantenerse en el poder los gobiernos de referencia.
Así que más allá de lo que digan los simpatizantes o críticos de los que ejercen el poder en Venezuela, Nicaragua y Cuba, lo incuestionable es que en los tres países mencionados desde hace muchos años y más en los tiempos que corren, millones de personas han optado por abandonar sus lugares de origen.
Y esa incesante migración, que en buena medida suele cruzar por tierras aztecas, se justifica con la voluntad de los inmigrantes deseosos de salir de los lugares donde nacieron a causa de la pérdida de libertades, pocas opciones de subsistencia y una vida llega de carencia con crisis humanitaria en algunos casos, en virtud a escasez de alimentos y medicinas, además de una inflación que imposibilita mantener un nivel de vida medianamente satisfactorio.
La queja de infinidad de los que abandonan su tierra natal es que no se vive, sino apenas se sobrevive, en tanto los gobiernos y sus séquitos son los únicos que acceden a mejores condiciones de bienestar y, obviamente, entre más alto el ejercicio del poder mayores las comodidades, privilegios y una amansamiento escandaloso de riqueza.
Mentiras o medias verdades lo que dice queda claro que en relación con los Estados Unidos persiste viva la creencia colectiva de que “el sueño americano” es la mejor esperanza para encontrar una condición de vida infinitamente más placentera que los horrores que se padecen en aquellos países de los que sus habitantes toman la decisión de huir.
Y eso justamente es lo que alimenta los temores de quienes ven en la constante expresión de apoyo hacia los gobiernos mencionados la eventualidad de que nuestro país se encamine a ser otro territorio donde un poder “perpetuo” en manos de los amigos de los llamados dictadores termine por imitarlos totalmente.
Una y otra vez se ha repetido desde el gobierno de Andrés Manuel y sus aliados políticos que México de ninguna manera se perfila a ser una réplica de los gobiernos que son reiteradamente satanizados por sus críticos.
El caso es que algunos de los que dicen lo contrario, ponen de ejemplo como primeros pasos para llegar a tales escenarios desastrosos para los habitantes de nuestro país, el afán manifiesto de Andrés Manuel de lo que consideran una implacable acción “devastadora” de todo lo que signifique oposición legal a las medidas adoptadas y aplicadas por la 4T.
De ahí que haya dos criterios sobre lo que se está gestando en México: el que respalda plenamente las cosas que se emprenden desde el poder suponiendo que es para “el bien de todos” y ese otro que reprueba con vehemencia lo que a su juicio pretende darle a Morena el control total del país para poder tener a sus propios esclavos del poder.